LOS ENAMORAMIENTOS
JAVIER MARÍAS (Madrid, 1951-)
Alfaguara, 2011 terminé de leer esta novela en mi Reader, en Marbella Somos un bosquejo a la mirada de los otros, apenas unos trazos desatentos
Creemos conocer a las personas más cercanas, y conocernos. Es una ilusión, sólo los hechos y circunstancias nos definen.
"No deberíamos fiarnos"
Esta es una historia que va a sorprender al lector, sobre todo al que nada haya leído de Javier Marías... o al que lo haya hecho y se sepa despojar de esas "ideas previas" que imposibilitan la espontaneidad de mirar una historia nueva con algo de estupor.
Creeremos al principio que la historia va a girar alrededor de una gran pérdida, de uno de los "enamorados", y las reflexiones ya nos llenan de pesadumbre. Seguramente por rememorar experiencias propias o pensar en la posibilidad.
Hay una escena en las primeras páginas, cuando una persona trata de consolar a otra, diciendo lo que se dice en esos casos con muy buena intención ... no deberías pensar tanto en lo que pasó ... nada puedes cambiar ... lo que pasó, pasó ... Ya pasó, ya no es, ya no cuenta.
Entonces, es cuando Luisa (y aquí presento a uno de los personajes) dice lo que algunos de uds., que habrán perdido a un ser querido y recuerdan una y cien veces los últimos instantes, dirían:
_Sí, esa es la idea que se suele tener. Que lo que ha cesado es menos grave que lo que está aconteciendo, y que la cesación debe aliviarnos... que las cosas son más llevaderas cuando han terminado, por horribles que hayan sido... Pero, ¿cómo no va a tener uno presente ese trance si fue lo último que compartió con nosotros ... Lo que siguió a ese momento, cuando tuvo lugar, estábamos aquí, en la misma dimensión.
Ya es hora de presentarles la novela:
Contada en primera persona, la que nos habla es X, alguien que observa a Luisa y Miguel Desverne, cada mañana durante años en una confitería de Madrid a la hora del desayuno.
(Madrid tiene un lugar destacado en las últimas novelas de J. Marías) Una pareja de mediana edad que la pasaban bien juntos, se veían bien. Claro que durante todo ese tiempo no conocía X sus nombres, ni nada de ellos, sólo lo que de sus imágenes, sus gestos_ risas, confidencias y charlas entusiastas, se desprendía. Sin nada impostado en ellos, sin esa voluntad de muchas parejas que necesitan exhibir lo enamorados que siguen. Era como si quisieran caerse bien a ellos, caerse simpáticos y agradarse. Había camaradería y convencimiento. No parecía que hubiesen dejado su casa unos minutos antes, con todas las rutinas inherentes a una familia. Era como si se encontraran cada vez. Y ese comenzar el día con ellos, con "esa armonía, ese mundo en orden", le hacía bien a la observadora, le daba confianza y alivio el pensar que en la vida real existían parejas así.
Pero claro, los vínculos visuales son frágiles, y cualquier cambio en la vida de esas personas así conectadas, puede romperse de la noche a la mañana, podemos dejar de verlas y nunca saber qué fue de ellas. Son como personajes de ficción; podrían serlo de una novela como esta.
Este no es el caso. Aquí un hecho de violencia atroz hace que los nombres se conozcan, los lazos se establezcan y la verdad se devele ... a medias.
X trabaja en una editorial ... (muchos de los personajes de Marías están relacionados con el mundo literario) y el hecho de romper la rutina de desayunos mirando a la pareja que le contagiaba optimismo .... no fue una cuestión baladí para ella, tuvo una gran influencia en su desánimo y mal humor.
Generalmente cuando algo trágico le sucede al otro, nos horrorizamos diez minutos, nos consolamos pensando de qué nos salvamos y nos sentimos supervivientes y un poco inmortales.
En esta historia X va a estar más involucrada, aunque parezca mentira que pueda uno estarlo siendo sólo espectador o ... voyaeur naíf, faulsemente naïf, évidemment!. ¿Escucharon hablar de las afinidades electivas? ¿de las empatías?
Bueno, ¿qué somos capaces de hacer para acercarnos a las personas que nos interesan?
Primera pregunta.
X toma esa decisión, de acercarse a Luisa, a esa mujer que miró durante tanto tiempo y a la que admira. Ahora la ve sola, sufriendo, y tiene la buena intención de decirle unas palabras de consuelo.
María Dolz, ahora sabemos su nombre, pero ya la conocemos desde el principio porque es la que nos está contando la historia, es la que está reflexionando sobre las pérdidas, y es la que nos hace pensar por ejemplo acerca de los buenos recuerdos; de que manera irremediable se tiñen por los finales malos, es así, por más que nos digan:
_"Recordá los buenos tiempos". No comprenden que todo se ha contaminado, dice Luisa.
Así es como Luisa se sincera con María; puede hacerlo con ella, casi una desconocida, porque es un interlocutor no gastado, alguien que tiene toda la paciencia. Claro, es que la gente se cansa pronto de escuchar las tristezas ajenas, "la desdicha tiene fecha de caducidad social". La persona triste se queda sola cuando aún no ha terminado su duelo.
¿A quién contarle sino que los hijos le pesan? que no se siente capacitada para ocuparse de ellos, de responderles preguntas que no tienen respuestas y de consolarlos. Luisa se siente débil, quisiera quedarse en cama todo el día porque le duele todo el cuerpo, no puede ocuparse de dos personitas aún más débiles.
Al entrar María al mundo de Luisa, conoce a su amigo, al mejor amigo del matrimonio, el que ayuda y acompaña casi a tiempo completo a la familia en esos duros momentos. Llega a la casa con un profesor invitado...
Y aquí me debo detener para decir algo de estos "personajes secundarios". Lo pongo entre comillas porque dudo que lo sean. Apenas aparecen, su intervención es poca, y sin embargo nos dicen mucho. El autor Julián Marías se vale de cada uno de los personajes para hablarnos de temas muy interesantes. Cada lector tendrá sus preferidos y subrayados.
Quizá trae a este profesor para alivianar el ambiente, la atmósfera de tristeza que se vivía en esa casa. Y este profesor, muy conocido en el ambiente intelectual, con su elegancia negligente y su gesto de desdén por tener que tratar con tantos ignorantes triviales, trae un aire de diversión a Luisa.
Ella podía tomarse esa licencia, de llorar cuando hay que llorar y reír cuando había que reír. Respondía al estímulo sin malicia. Pertenecía a esa categoría de personas, que saben disfrutar, que no se queda pegada a un estado de ánimo.
Y aquí me vuelvo a detener para decirle algo a los lectores. A los que ya leyeron la novela y me comentaron:_¡que triste! ¡qué mal me quedé con el principio de la historia!
Y a los que la van a leer, a modo de modesta intervención. Porque es muy común, según observo, quedarse pegado con the dark side of the moon, y quizá no prestemos la debida atención al escritor cuando nos habla de Luisa y nos cuenta que ella lloraba cuando había que llorar, pero también reía sin pudor, sin pensar que estaba de luto, si la situación meritaba una risa franca y sincera.
A ellos les digo, la historia va cambiando de tono. ¡Cambien también ustedes! Es la agilidad que nos demanda, con gran habilidad Julián Marías, a mi modo de ver.
Y no es que deje de ser un drama, pero .... hay quienes viven la desgracia de una manera más ágil, se la saben sacudir, no ven prestigio en el sufrimiento a diferencia de la mayor parte de la pesada humanidad.
El nombre del profesor que tan graciosamente irrumpe en el departamento de Luisa no merece la pena recordarlo, pero sí el de Javier Díaz-Varela, el amigo de la familia, el que había sido mejor amigo del marido de Luisa, el que ahora estaba cumpliendo un rol. Un hombre varonil y atractivo, con sentido del humor, inteligente con buena conversación.
Javier y María. Dos nombres elegidos por el autor...
Mas o menos en ese momento María, siente que ya no tiene nada que hacer en esa casa, donde la visita de Javier no parece ser una pasada casual, sino que parece él ser parte de la familia, y se retira.
Es muy interesante como está escrita la novela. A través de los pensamientos/monólogo de María, de sus conjeturas, vamos no sólo conociendo las posibilidades de los hechos, de las relaciones entre estas cuatro personas, los protagonistas: Luisa Alday y su marido Miguel Deverne, Javier Diaz-Varela y María Dolz, sino también las reflexiones tan ricas sobre el amor, la pareja y la muerte de uno de ellos, el vivir sin el otro, el papel del amigo que viene a ayudar, la necesidad de tener una referencia cotidiana, alguien a quien contarle nuestro día ...
Esas "conjeturas-pensamientos" se viven como reales, ¡ya verán! Y nosotros, los lectores, permanecemos observando y leyendo con calma, disfrutando ...
Y de los pensamientos, María pasa a los hechos, aunque siempre conservando un segundo lugar.
Otros enamorados aparecen. Las conversaciones de los personajes alrededor de esos temas mencionados y otros, como ya dije, nos van a hacer reflexionar. Los temas giran alrededor de la vida y la muerte. Cuando hablan de como nos acostumbramos a las ausencias, esas que nos parecían imposibles de superar, de como se diluyen algunas relaciones, o por el contrario, el no aceptar la fatalidad como destino, no, no aceptamos que un ser querido no esté más ...
"She should have died hereafter",
dice Macbeth ante la muerte de su esposa. Y muchos decimos lo mismo, diríamos lo mismo si todavía no nos llegó el momento. Nunca nos parece el momento justo. Podría haber durado un poco más ...un error propio de niños, en el que caen los adultos, de creer que el presente es para siempre, que lo que vivimos en cada instante es definitivo.
No comprendemos que lo que era en un instante, deja de serlo al siguiente. Entonces llega el olvido sanador, o el recuerdo sin dolor, el hacernos a la idea de que lo que pasó, por más trágico que nos parezca, se supera; hasta podemos llegar a pensar "He should have died yesterday", sí, aunque parezca algo terrible, casi siempre sucede así. "Excepto los que poseen un cerebro enfermizo y se sienten justificados, y aún protegidos en la confortable desdicha." El autor, con una excelente prosa, recurre a Shakespeare y a Balzac, a dos novelas de estos célebres escritores para consolidar ciertos preceptos, y en boca de uno de los personajes aclara y nos da una pista: Una novela una vez terminada, se olvida. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan ... a través de sus casos imaginarios se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta. ¿Cuál es la relación entre estas ficciones dentro de otra ficción? Es mi segunda pregunta. En esta novela psicológica, policíaca con ribetes filosóficos, muy bien construida, con un ritmo intenso, dotada de una digresión conjetural que nos demanda opinión, leer pensando ... Clasificada como "hibridismo genérico" (nombre raro) cada personaje va haciendo sus reflexiones, en sendas conversaciones y pensamientos, y así se van definiendo. Son actuales. Pertenecen a nuestra época... una época extraña, de todo se permite hablar y se escucha a todo el mundo, haya hecho lo que haya hecho, ya sea con la diatriba lista o para defenderse; se cuentan atrocidades como un relato de interés. Nosotros vamos a ir dibujando las personalidades y caracteres, vamos a ir sabiendo de la fragilidad que los contiene, de la seducción, de los azarosos enamoramientos ... vamos a ir viendo a cada uno de ellos, como fichas de dominó esperando ... para moverse o ser movidas. Resulta diáfano quien tiene interés sobre quien. Hay que ver en que momento comienzan a desenmascararse y como resuelve María (la mediadora de esta novela) su dilema de intervenir o no en esos destinos.
C.G.
Notas:
-"No deberíamos fiarnos", pág 88-89
Párrafos elegidos:
-Cuando alguien está enamorado, ...y además es al principio y el enamoramiento todavía posee el atractivo de la revelación, por lo general somos capaces de interesarnos por cualquier asunto que interese o del que nos hable el que amamos. No solamente de fingirlo para agradarle o para asentar nuestra frágil plaza, sino de prestar verdadera atención y dejarnos contagiar de veras por lo que la otra persona quiera: entusiasmo, aversión, simpatía, temor, preocupación o hasta obsesión.
(pág. 129)
-Me parecía imposible un final pálido, un mal final_que todo se disolviera así tras descubrir yo su secreto ... era como si la función se interrumpiera antes de terminar, como si todo quedara suspendido en el aire, indeciso, flotante, persistente en su irresolución como un olor desagradable ...
(pág. 188-189)
-Suena raro y suena mal ... preferimos a veces ser injustos y que algo quede sin castigo antes de vernos como delatores, eso no lo podemos soportar_al fin y al cabo la justicia no es cosa nuestra, no nos toca obrar de oficio...pese al horror y náusea de nuestra conciencia...
(pág.190)
-Me acordé de una cita de Los tres mosqueteros ... Athos está hablando de sí mismo en tercera persona; está contándole a d´Artagnan su historia como si se la atribuyera a un antiguo amigo aristócrata, el cual se había casado, a sus veinticinco años, con una inocente y embriagadora chiquilla de dieciséis, "bella como los amores," o "como los amoríos", o "como los enamoramientos."
(pág.197-198)
Athos descubre en su angelical mujer, asombrado, la flor de lis grabada en su hombro. La marca con que los verdugos señalaban para siempre a las prostitutas , ladronas o criminales. "El ángel era un demonio". ¿Qué hizo Athos ? ¿qué hizo, joven como era, con su esposa de la que estaba muy enamorado?
-Yo he tenido muy claro, desde hace ya algún tiempo, que quiero pasar junto a ... lo que me quede de vida. Que sólo hay una y que es esta y que no se puede confiar en la suerte, en que las cosas ocurran por sí solas y se aparten como por ensalmo los obstáculos y las resistencias. Uno tiene que ponerse a la faena. El mundo está lleno de perezosos y de pesimistas que nada consiguen porque a nada se aplican, después se permiten quejarse y se sienten frustrados y alimentan su resentimiento hacia lo externo: así son la mayoría de los individuos, holgazanes idiotas, derrotados de antemano, por su instalación en la vida y por sí mismos.
(pág. 228-229)
-Este término, enamoramiento, que todo el mundo emplea con desenvoltura, que no debería usarse tan a la ligera, que pocas lenguas conocen, el enamoramiento. Me refiero al sustantivo, al concepto. El adjetivo es sí más conocido.
Son muchas las personas que nos encantan, inspiran y divierten, nos enternecen y arrebatan, nos vuelven locos momentáneamente y disfrutamos su cuerpo y compañía. Algunas, a fuerza de costumbre, se nos hacen imprescindibles. La fuerza de la costumbre es inmensa y acaba por suplir casi todo.
Lo que es muy raro es sentir debilidad, verdadera debilidad por alguien. Eso es lo determinante. Alguien que nos impida ser objetivos y nos desarme a perpetuidad .....
(pág. 229-230)
-Uno ignora lo que el tiempo hará de nosotros con sus capas finas que se superponen indistinguibles, en qué es capaz de convertirnos. Avanza sigilosamente, día a día y hora a hora y paso a paso envenenado, no se hace notar en su subrepticia labor, tan respetuosa que nunca nos da un empujón ni un sobresalto... Cada mañana aparece con su semblante tranquilizador, y nos asegura lo contrario de lo que está sucediendo: que todo está bien y nada cambia.
Hasta que llega un día extraño, impensables cosas suceden ...
(pág. 235-236)
-Uno llega a convencerse de que no tiene que ver con lo que sucede a ras de suelo, aunque lo haya originado, si toma distancia, si no lo presencia, si pone un mediador. No se ensucia las manos y hasta llega a creer que no es suya la saña, la mezquindad; jamás se ve como culpable aunque fue él el que dijo: "Adelante".
(pág. 239-240)
-Mientras uno escucha o lee algo tiende a creerlo. Otra cosa es después, cuando el libro ya está cerrado o la voz no habla más.
(pág.255-256)
-... el proceso de atenuación empezó de veras tras el primer acto de desentendimiento; quizá no tenga que ver con la mente, sino con el ánimo ... ante cualquier hecho por cercano y grave que sea, si las personas no son capaces de sacudírselos es porque en el fondo no quieren, porque se alimentan de ellos y descubren que dan algún sentido a sus vidas.
Claro que el proceso es lento, claro que cuesta, y que hay que poner voluntad y esforzarse, y no dejarse tentar por la memoria, que regresa de vez en cuando y se disfraza de refugio.
(pág.289)
El autor:
Javier Marías Franco, es sin lugar a dudas, uno de los escritores de más renombre de la novela española contemporánea. Nació en Madrid el 20 de setiembre de 1951; escritor, traductor y editor español, miembro de la Real Academia desde el 2006; hijo del filósofo Julián Marías. Se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid.
Algunos de sus libros:
En 1970 escribió su primera novela: Los dominios del lobo.
En 1972: Travesía del horizonte
En 1878: El monarca del tiempo
Al año siguiente recibió el Premio de traducción Fray Luis de León, por la novela de Laurence Sterne, La vida y opiniones del caballero Tristram Shandy.
1983: El siglo
1986: El hombre sentimental
1988: Todas las almas
1990: Recopilación de relatos breves: Mientras ellas duermen
1991: " " artículos periodísticos: Pasiones pasadas
1992: Corazón tan blanco, mezcla de novela y ensayo
1994: Mañana en la batalla piensa en mí, título tomado de un verso de Shakespeare (como Corazón tan blanco)
1998: Negra espalda del tiempo
2002: Tu rostro mañana, su novela más ambiciosa, publicada en tres partes: Fiebre y lanza, Baile y sueño y Veneno y sombra y adiós.
Con Los enamoramientos (2011), 13 novelas en 40 años. Aquí el título es tomado del episodio de Los tres mosqueteros (la que ya mencioné en "párrafos elegidos", cuando Athos dice de su joven esposa: bella como los enamoramientos.
Premio Nacional de Narrativa de España 2012. Publicada 40 años después de su primera novela: Los dominios del lobo.
En una de las muchas entrevistas, Marías dice acerca del tema de la novela: En el amor no solo ocurren solo cosas buenas ... hay personas que pueden ser feroces hacia su pareja.
Habla de la impunidad, la horrible fuerza de los hechos y sobre la inconveniencia que los muertos puedan volver.
Justo estaba yo leyendo y escribiendo sobre El gato negro. Y empezaba a leer esta novela que me atrapó desde la primera página, y no pude dejar de relacionarlos.
Es la primera vez que escribe desde la voz de una mujer. No fue un problema para él ...“Las mujeres y los hombres somos diferentes en muchas cosas, pero no en la forma
de pensar, observar y contar. Y eso es lo que hace un narrador. Las mujeres son
tan distintas entre sí como los hombres. No fue un desafío. Uno lleva toda la
vida observando, y teniendo novias y amigas”.
Esta novela y Tu rostro mañana están consideradas por la crítica internacional como obras cumbres en su carrera literaria.
Su labor como articulista ha sido y es muy destacada. Pueden leer sus interesantes y valientes columnas, a veces ácidas y polémicas; artículos en el diario El País, todos de actualidad política y social.
También pueden leer su blog: http://javiermariasblog.wordpress.com/ Y su excelente página: www.javiermarias.es Y conferencias acerca de su pensamiento literario fácilmente encontrados en la web.
Algunos de los estudios académicos sobre su obra: El pensamiento literario de Javier Marías, editado por Maaten Steenmeijer y Expectros del pasado: La narrativa de J. Marías, de Isabel Cuñado.
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Conversar de libros, y de los caminos a donde ellos nos llevan, dar una opinión, contar impresiones, describir una escena, personaje favorito, nunca contarlo todo, aunque a veces, elijamos ir un poco más allá, y no está mal, no a todos les molesta.
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