martes, 25 de febrero de 2014

Monógamo, Arnon Grunberg



Monógamo

(Monogaam)

Arnon Grunberg

(Amsterdam, 1971)

 

Tusquets Editores, Colección Andanzas (foto personal)
 Traducido del neerlandés: Catalina Ginard Féron
                                                              



DICIENDO LA VERDAD

Dicen que hay dos verdades: la verdad llana, rasa sin techo ni resguardo, y la verdad a medias. Esa que es más romántica, más creíble, ofrece más consuelo, está bien vista ante las visitas.

Me imagino que ante tremendo epígrafe ya habrán elegido cual prefieren. Pero acá no se tratat de que nosotros los lectores, elijamos. Al menos, no por ahora.

El que parece que sí elige, es el protagonista-narrador de esta novela corta (98 páginas, podría catalogarla también de ensayo o relato). El joven Marek van del Jagt, alter ego de Arnon Grunberg elige aquella verdad que necesitamos "para que la vida sea soportable".

Y aunque esto parezca una una conclusión, no lo es. Tampoco se apura Marek aunque tenga pocas páginasa. Primero las hipótesis y la exploración. 
Las explicaciones prematuras suelen ser erróneas, resultan ser una cortina de humo para nuestras observaciones. Eso explica el fracaso de tanta psicoterapia, opina no solo Marek.

Una verdad absoluta (y pareciera que no hay otra en los dictámenes morales con los que nos vemos obligados a convivir) nos dice que "el amor verdadero es siempre uno".

En esa búsqueda quedarán los que no pudieron con la palabra "uno":

_Cometí un error, me arrepiento, me he equivocado, perdonadme.

El cuento de siempre.

¡Pobres adúlteros! quizá no les avisaron que esa búsqueda implicaba un sacrificio, grande. Sucumbir ante "quince amores verdaderos, o al menos tres", implica castigos, desde ya desiguales para hombres y mujeres.  

Quizá los hombres tengan más miedo de una mujer adúltera que las mujeres de un hombre adúltero, y seguramente a esos hombres no les falten motivos.

Bajo el rótulo de "verdadero", nota Marek que se ubica: la protección, el dinero, la posición social, el poder. La belleza pronto decaerá. El placer hay que alimentarlo, ineludiblemente, ¡qué extraña paradoja estas dos palabras juntas! 
El sexo, con el verdadero amor, ¡oh!. Nadie habla, menos denuncia a los que se animan a "trepar al otro lado" (lease cometen infidelidad). Es que ellos son "los intocables". En cambio, pobres "los temerarios", ellos sí que son castigados apenas rompen el tabú.  
En estas reflexiones se concentra nuestro joven escritor, que por supuesto prefiere pertenecer al grupo de "los intocables", aunque reconozca que por ahora, esa etiqueta le queda grande. 

Con un egotismo propio de Stendhal y siguiendo mandatos parentales, ... se suponía que debía convertirse en un intelectual:_Anda, ve a reflexionar_le decían los padres. Así se larga a su proyecto de estudiarse en las cuestiones del amor y el sexo.

Escrito en primera persona, con un tono entre ácido y burlón con algo de humor en algunos pasajes, el irónico Marek, también escritor, nos confiesa sin escrúpulos que lo que lo movilizó a escribir, fue ni más ni menos que su gusto por el poder, por dominar. 

Y para dominar hay que conocer. "El escritor es ante todo alguien que observa e investiga al mundo, y a sí mismo." El mejor de todos los materiales es él mismo", y está dispuesto a "abrirse como una ostra" aunque ninguna perla encuentre dentro. 

No será un fácil cometido. Hará falta desencariñarse de la propia persona, desapasionarse, mirarse sin condescendencia pero tampoco con la diatriba lista como arma autoinflingida. 

El conocimiento de sí mismo y la monogamia, tema central de este libro, ha meritado mucha literatura y estudios psicológicos.

Freud: La civilización es una cuestión de reprimir nuestros instintos.
Así será: "Cuantos más instintos reprimamos, más civilizados seremos".

En su soledad, Marek sabe que no está solo. No se sentía único. Como todo el mundo necesitaba cariño, entonces, se dedicó a fingir. A inventarse un Marek al que sería imposible no querer.

Ustedes se preguntarán a estas alturas, qué tiene que ver esto último con "la verdad" a la que aludía al principio. Justamente, no apurarse, tiene que ver con la curiosidad.
Con querer saber quién era el verdadero, el odiado Marek. Ese a quien nadie podría ni querría amar. 
Él quiso conocerlo. En secreto ... pues el mundo castiga estas cuestiones. "Para el mundo exterior seguiría siendo el joven amable, bien educado y tierno al que llevaba ya un tiempo interpretando."

Así empezó su primera doble vida, con sus minuciosas anotaciones en un primer dietario al que le siguieron varios más. Resultó ser un autoanálisis con resultados que envidiarían muchos psiquiatras vieneses. Esta es la crónica que nos ofrece.

Comienza con la observación y experimentación de él en un pequeño grupo familiar (el suyo, es lo que tiene a mano), allí encuentra todas las flojeras del mundo y allí descubre su gusto por "dominar".
Muy logrados los pasajes referidos a estos "experimentos" familiares. ¡Toda la ironía y agudeza a nuestro servicio!

Más tarde irá ampliando el campo de exploración. Bajo la influencia de sus autores preferidos y libros de cabecera, De l´Amour, de Stendhal, y su Don Juan en Los Cenci. De la obra de teatro Lulú, de Wedekind, él quería ser "Lulú", personaje que nunca pasa de moda y se renueva cada vez. Luego pasa a leer La caída, de Camus. Nuestro protagonista aquí quiere diferenciarse mas que parecerse, hacer lo que Jean-Baptiste no pudo. Y de allí, sin escalas, al  Adolphe de Benjamin Constant. Ya era hora de dejar el instinto devorador de Lulú, y tomar a Eleonora como modelo, "sus palabras serían su oración". En el colmo de la metamorfosis, se materializa cuando invoca al libro más temido del canon bíblico, hablo de El libro de las Revelaciones.
El último libro al que alude, y les aseguro que esto sí fue un viaje (además de intertextualidad), es Los derechos del deseo, del escritor sudafricano André Brink.
Cada una sus lecturas (muy bien elegidas) nos va ubicando en que estadio se encuantra Marek.

La influencia del cine no está tampoco ajena de este espíritu peculiar y rebelde: con  L´Homme qui aimait les femmes, de François Truffaut, la inspiración viene por el lado de Morane, este hombre fascinado con las piernas de las mujeres, ¡era capaz de viajar a otra ciudad solo para volver a ver algo que lo había cautivado!, siempre en permanente conquista. Y no podía faltar l´universo femminile del grande Fellini, ¡il creatore delle femmine!. También para él le donne conformaban su fantasía y su universo.

No está mal esta idea de ponernos bajo observación, desarrollando sistemas más agudos que los del  ojo del observador común. Aunque estos sistemas de Marek ... nos puedan parecer perversos, crueles y manipuladores. 

"Muchas cosas en nuestra civilización están un poco pervertidas", dijo el propio Grunberg en una entrevista.
El afecto y el odio, el interés y la indiferencia, el sometimiento y la sumisión, la manipulación y el abandono, la humillación si es pública o si es secreta, la adulación al carente de valor, ¡Oh, vanidad cuánto te debo!  ... reacciones reflejas con relación al otro, pequeñas hipocrecías, mentiras inofensivas, son dualidades que irán apareciendo en un contrapunto de conductas, desnudándolas con palabras precisas. Un lenguaje sumamente limpio, claro y riguroso, sin embargo, logra Grunberg, un estilo joven y fluído de estos tiempos.

La historia transcurre mayormente en Viena y una pequeña parte en París, aunque los espacios físicos que enmarcan esta novela psicológica no tienen una presencia destacable. Son lugares que marcan los procesos de pensamiento del protagonista, yendo de la casa paterna a otros espacios que lo sacan al mundo, pero conservando siempre la característica de insignificante, segundo plano. 
Lo que sí importa que es el mundo de las mujeres donde se mueve Marek, esos ámbitos donde los hombres no tenían casi acceso.

En cuanto a la época, sí da una fecha precisa al decirnos: "Dede 1984_cuando tenía diecisiete años y estudiaba ..." . Calculamos que estará entre los treinta y cuarenta años.


Una edad parecida a la de Arnon Grunberg, escritor holandés multipremiado y al que tuve oportunidad de escuchar, presentando su otro libro, El refugiado, en una divertida y amena charla sobre el amor, la vida y su interesante obra.



"Exploro la realidad antes de escribir", Arnon Grunberg



Lo suelen comparar con Milan Kundera, y debo confesar que el Tomás, de La insoportable levedad de ser, un hombre mujeriego, que cuestiona sentimientos y deciciones que tenga que ver con la pareja, que se desapega del mundo profesional y del trabajo comprometido para tener esa libertad de acción necesaria para él, me recordó mucho a Marek. Ambos juegan su juego, con cierta dosis de invisibilidad, necesaria para la felicidad. 
Y tanto la Teresa de Kundera como la maestra de párvulos de Marek, tienen esa relación de enemistad con el propio cuerpo y la exteriorización: de aburrimiento y falta de placer. En cambio Lulú ...
Bueno, sí, luego aparecerá "la bestia llamada Amor", pero eso no se los voy a contar.

La gran diferencia que encuentro con Kundera, es la manera en que nos muestra la cara oscura del ser humano. Oscura pero no tan oscura, diría. Sería lo contrario a pour la gallerie. Y esto no quiere decir que recurra a un lenguaje extremadamente coloquial y grosero, cómodo y de poca rigurosidad, que veo usan muchos escritores jóvenes en la actualidad. 

Él se reconoce dentro de una tradición realista no perdiendo de vista al ser humano como punto de interés supremo. Tampoco descuida lenguaje y estilo, insisto.
 
Cuando finalicemos esta crónica, sabremos si nuestro protagonista está en el grupo de los "intocables" o en el de los "temerarios". Si lo que se reprime acaso desaparece, o por el contrario, se sublima. Si la pregunta "debemos alejarnos de ..." tiene "una" respuesta, una verdadera respuesta. Sabremos de su "experimento" de dominio y conoceremos a los que resisten. ¿Es el dominador que creía ser? No es fácil dominar a los súbditos, sobre todo cuando estos "ni siquiera se toman el trabajo de rebelarse", (¡ja!). Por último, ser un Don Juan no es para cualquiera. Puesto que la clandestinidad es una conditio sine qua non, tiene que soportar el embaucador la doble vida.

Iremos viendo que el primer planteamiento de "las dos verdades" multiplica su valor, ha tomado un rasgo progresivo, como si una verdad nos llevara irremediablemente a otra y así, el laberinto de dudas aparece.

Dudas que nos harán aprobar o no que una vida aparentemente "minúscula" tenga una personalidad tan egotista, ¿la compensa de esta manera?.
También que una manera enamorada de mirar, "cristalice" hacia un amor stendhaliano, mejorando lo real, lo que hay, como dicen ahora: _"Es lo que hay"_ mejor aderecemos.

Por último pensaremos en esto de proponernos matrices que den forma a un estilo de vida y manera de pensar, porque cuando los sentimientos están en juego, corremos el riesgo de caer en nuestra propia trama y que todo se nos vuelva en contra, que no nos guste lo que encontremos.
Un juego peligroso el de los Mareks, me hizo acordar a un poema* de Pessoa, a sus conceptos de  desaparecer para ser visto por otra mirada, concebir la propia vida como teatro ... las máscaras ...
Puede que el "falso" Marek descubra al verdadero. Entonces la ficción habrá cumplido su cometido.

Reflexionaremos, en definitiva, sobre estos aspectos decicivos del bonheur, de la felicidad a la que todos, no solo Marek, aspiramos.

C. G.



Recomendación: Recomiendo este libro, sobre todo a esos hombres que dudan, temen al compromiso sentimental, a los muchos que prefieren el medio mundo femenino, las féminas. A todos los que deseen disfrutar de una lectura aguda, inteligente, con un punto de vista original sobre un tema que nos incumbe y nos incluye.


Mis notas/ información complementaria:


-Párrafo elegido:

"Alguien que se inventa a sí mismo, que tiene que inventarse a sí mismo, no tiene pasado. Se encuentra a sí mismo detrás de una piedra, no viene de ninguna parte ni va a ninguna parte, lo que le ata al mundo es un detalle pequeño y práctico: necesita al mundo para mostrarle su descubrimiento, pues al fin y al cabo lo ha descubierto para el mundo. 
Y esto es lo que une al conquistador con el conquistado. Se inventan a sí mismos, para el otro."
Pág. 74



- Poema Tabaquería (extracto), Álvaro Campos, heterónimo de F. Pessoa

cuando quise arrancarme la máscara,
la tenía pegada a la cara
cuando la arranqué y me vi en el espejo
estaba desfigurado


 

-Arnon Grunberg: (Amsterdam, 1971) Escritor de talento, ya consagrado y respaldado por importantes premios y sus lectores. Su primer libro lo publicó a los veintitrés años: Lunes azules, y saltó a la fama. Fue el inicio de una carrera productiva, diversa y exitosa. Además de novelas y obras de teatro, también escribe artículos y ensayos. 
Bajo el seudónimo de Marek van der Jagt (el mismo nombre usado para el protagonista de esta novela, Monógamo) escribe en el 2000: Cómo me quedé calvo, y gana, por segunda vez, el Premio al Mejor Debut Literario de los Países Bajos. Premio que ya había ganado en 1994 con Lunes azules, firmado con su verdadero nombre. Cuando salió a la luz la identedidad del autor, causó una gran conmoción, y hubo mucha publicidad alrededor de tal curiosidad.
 El mesías judío fue una novela publicada en el 2004 y El refugiado en el 2008. 

En su obra, Grunberg no elude los temas tabúes ni teorizar sobre las convenciones sociales y culturales. Con sus ironías, hace que el lector se ría, y también se horrorice.
En el 2010 recibió el prestigioso premio holandés "Constantijn Huygens Prize", por su obra publicada. Es el autor más joven que haya ganado un premio por la totalidad de su obra. Ha sido traducido a 21 idiomas.

Vive en Nueva York y Dublin. Viaja a distintos lugares del mundo, escribiendo artículos periodísticos, presentando sus libros y dando interesantes reportajes. En la Argentina, participó el año pasado (2013) del Café Amsterdam en la Feria del Libro.
Ama nuestro país, tal es así que su cumpleaños número cuarenta lo vino a festejar a Salta, cuando todavía no era tan conocido fuera de Europa.

"No me interesa construir la imagen de una escritor en su torre, me interesa ser parte de la sociedad en la que vivo, promover el debate, por eso me interesa el periodismo, no quiero una actitud estética que considero falsa e insostenible. Pero la escritura de mis novelas es más importante para mí; uno de los objetivos es que el lector no sea el mismo después de la lectura; tal vez sea muy ambicioso pero creo que eso es fundamental a la hora de escribir."
Lo logra.


mi visita al Café Amsterdam, Feria del Libro Buenos Aires, abril del 2013 (foto personal)
 Holanda, país invitado


el Café Amsterdam fue un excelente lugar de encuentro entre escritores y lectores (foto personal)


los escritores neerlandeses: Arnon Grunberg, Gerbrand Bakker, Herman Koch y Anne Vegter en la 39 ma edición de la Feria de Libro, abril del 2013, Buenos Aires, Argentina

- Website de Arnon Grunberg: http://www.arnongrunberg.com/about

-Blog:  http://www.arnongrunberg.com/blog

- en Facebook: https://www.facebook.com/arnongrunberg?fref=ts













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