De Raphael a Schiele
Milán, Palazzo Reale:
Obras del Museo de Bellas Artes de Budapest
Con motivo de la conclusión de la Expo Milán 2015, 76 obras de colección están siendo exhibidas
desde el 17 de septiembre de 2015 al 7 de febrero de 2016.
Proveniente de la colección de uno de los museos más importantes del mundo, no siempre conocida por el público ni accesible al viajero con poco tiempo.
Dos museos, dos ciudades
Museo de Bellas Artes de Budapest. Dózsa György út 41, en la Plaza de los Héroes. |
El hermoso Museo de Bellas Artes de Budapest, en estilo ecléctico-neoclásico, ubicado en la Plaza de los Héroes, abrió sus puertas al público en 1906. Cuenta con una de las exposiciones más ricas y completas de Hungría y una de las más bellas del mundo. Se destaca la colección de pintura española, obras maestras de la Edad Media hasta el siglo XX. Básicamente dedicado a la pintura y escultura, merecen la pena sus estatuas barrocas, egipcias y su pinacoteca antigua, contando con una exposición permanente de obras de destacados pintores, como Rembrandt, El Greco, Goya y Leonardo da Vinci, entre otros.
Palazzo Reale di Milano, a la derecha del Duomo |
A pasos de la Galleria Vittorio Emanuele II y de la Piazza della Scala, toda la elegancia de la ciudad gira a su alrededor.
Entre las obras maestras que se expondrán, cabe mencionar en un aparte, ocho dibujos con muchas otras obras sobre papel, junto con cuatro bocetos de bronce. Presentados de manera alternada por razones de conservación. Los dibujos son todos trabajos preparatorios de pinturas y esculturas de grandes artistas del pasado: Leonardo, Rembrandt, Parmigianino, Annibale Carracci, Van Gogh, Heintz y Schiele.
Un recorrido por la historia del arte
Será un recorrido por la historia del arte, desde el siglo XVI hasta el siglo XX, Rafael [Urbino, 1943-1520, Roma, Alto Renacimiento], Tintoretto [Venecia, 1518-1595, Renacimiento], Velázquez [Sevilla, 1599-1660, Madrid, Barroco], Rubens [Siegen 1577-1640, Amberes, Barroco, Escuela Flamenca], Goya [Zaragoza, 1746-1828, Burdeos, Romanticismo], Murillo [Sevilla, 1617-1682, Barroco], Canaletto [Venecia, 1697-1768, Vedutismo], Manet [París, 1832-1883, Impresionismo], Cézanne [Aix-en-Provence, 1839-1906, Posimpresionismo], Gauguin [París, 1848-1903, Polinesia Francesa, Posimpresionismo], y muchos otros grandes artistas estarán presentes con sus obras extraordinarias:
- Como la hermosa Salomé [1530] del pintor y grabador alemán, Lucas Cranach el Viejo [Alemania, 1472-1553, Renacimiento]. Podemos ver una expresión de maligna impasibilidad en el rostro de ella, representando la vaciedad cortesana, en contraste con la personalidad iluminada del Bautista.
La visión de este artista —uno de los más importantes e influyentes del siglo XVI— sobre las mujeres ha sido motivo de estudio y análisis, inspirador para muchos escritores. Ya las figuras que representa nos ubica en un contexto literario, por sus historias, mitos y leyendas.
Salomé con la cabeza del Bautista en el banquete de Herodes es una historia muy reproducida en la plástica, y también ha inspirado obras literarias muy interesantes, teniendo como tiene contenidos dramáticos-eróticos.
Conocemos a Salomé a través del historiador romano, Flavio Josefo y su Antiguedades judías. Cuenta que Herodes Antipas incumple las leyes judías al casarse con su cuñada Herodías. Para lograr esto, había apartado brutalmente a su hermanastro y a su primera esposa. Juan Bautista, igual que el resto del pueblo judío, considera esta situación incestuosa. Furiosos, Herodes y amante le desean la muerte, sin embargo, viendo el amor que le tiene el pueblo, se limita a encarcelarlo.
Salomé será la que cumpla el deseo de muerte al Bautista. Hija adolescente y aconsejada por su madre, en el banquete de cumpleaños del padrastro, baila para él y lo cautiva.
Herodes, totalmente fascinado, le promete cumplir cualquier deseo... no es difícil imaginar el final: el pedido fue la cabeza de Juan el Bautista, que sería entregada en una bandeja de plata.
Con el tiempo transcurrido, y según la cultura, la historia irá tomando distintos matices. Oscar Wilde presenta a una Salomé bailando la danza de los siete velos, enamorada y rechazada del Bautista, y entonces: la venganza de pedir su cabeza [Salomé, obra de teatro, 1891].
Otros grandes escritores, como Mallarmé [Herodías, 1864] o Flaubert [Tres cuentos, 1877], recrean la historia en otros términos, no tan alejados del texto bíblico.
Salomé con la cabeza del Bautista en el banquete de Herodes es una historia muy reproducida en la plástica, y también ha inspirado obras literarias muy interesantes, teniendo como tiene contenidos dramáticos-eróticos.
Conocemos a Salomé a través del historiador romano, Flavio Josefo y su Antiguedades judías. Cuenta que Herodes Antipas incumple las leyes judías al casarse con su cuñada Herodías. Para lograr esto, había apartado brutalmente a su hermanastro y a su primera esposa. Juan Bautista, igual que el resto del pueblo judío, considera esta situación incestuosa. Furiosos, Herodes y amante le desean la muerte, sin embargo, viendo el amor que le tiene el pueblo, se limita a encarcelarlo.
Salomé será la que cumpla el deseo de muerte al Bautista. Hija adolescente y aconsejada por su madre, en el banquete de cumpleaños del padrastro, baila para él y lo cautiva.
Herodes, totalmente fascinado, le promete cumplir cualquier deseo... no es difícil imaginar el final: el pedido fue la cabeza de Juan el Bautista, que sería entregada en una bandeja de plata.
Con el tiempo transcurrido, y según la cultura, la historia irá tomando distintos matices. Oscar Wilde presenta a una Salomé bailando la danza de los siete velos, enamorada y rechazada del Bautista, y entonces: la venganza de pedir su cabeza [Salomé, obra de teatro, 1891].
Otros grandes escritores, como Mallarmé [Herodías, 1864] o Flaubert [Tres cuentos, 1877], recrean la historia en otros términos, no tan alejados del texto bíblico.
La obra de Cranach el Viejo es fácilmente reconocible: además del
uso de elementos góticos, dota a sus personajes de una personalidad,
expresividad en los gestos de las mujeres de una belleza singular, casi
pícara, ellas transmiten su carácter.
Salomé, de Lucas Cranach el Viejo |
- Jael y Sisara de la pintora caravaggista italiana, Artemisia Gentileschi, periódo Barroco, [Roma, 1593-1654, Nápoles] es la segunda de las obras.
Hay algo, o mucho, en la biografía y obra de esta artista que atrae a escritores. Ella es especialmente fascinante y no es casualidad que se hayan escrito dos novelas que llevan como título su nombre: Artemisia.
Una de ellas es de Anna Banti [Florencia, 1895-1985, Ronchi di Massa], con un ensayo introductorio de una de las intelectuales estadounidenses más influyentes, Susan Sontag; y la otra novela, best-seller internacional y muy elogiada por la crítica, de la autora francesa Alexandra Lapierre [París, 1955], una novela que brilla, que respeta todos los aspectos de la historia y detalles de la verdad política, pero nos habla fundamentalmente de amor, pasión y de la ambiguedad humana.
Vale la pena leer estos libros y conocer a la mujer que, en palabras de Alexandra Lapierre: « rompió todas las leyes sociales y solo perteneció a su tiempo. A la conquista de su gloria y su libertad, con su talento y su fuerza creadora se convirtió en una de las pintoras más celebres de su época y en una de las más grandes artistas de todos los tiempos».
Artemisia decidió no seguir con ninguno de los roles asignados a las mujeres de su época, quiso ser artista en tiempos de contrarreforma, venenos papales y de peste.
Dicen que sintió una gran fascinación por el genio salvaje de Caravaggio [1571-1610, Barroco, claroscuro], el pintor más importante de Roma y maestro de su padre.
Si vemos su autorretrato de 1649, comprobaremos que parece una mujer de ahora mismo, con los labios pintados y el pelo corto.
Una de ellas es de Anna Banti [Florencia, 1895-1985, Ronchi di Massa], con un ensayo introductorio de una de las intelectuales estadounidenses más influyentes, Susan Sontag; y la otra novela, best-seller internacional y muy elogiada por la crítica, de la autora francesa Alexandra Lapierre [París, 1955], una novela que brilla, que respeta todos los aspectos de la historia y detalles de la verdad política, pero nos habla fundamentalmente de amor, pasión y de la ambiguedad humana.
Vale la pena leer estos libros y conocer a la mujer que, en palabras de Alexandra Lapierre: « rompió todas las leyes sociales y solo perteneció a su tiempo. A la conquista de su gloria y su libertad, con su talento y su fuerza creadora se convirtió en una de las pintoras más celebres de su época y en una de las más grandes artistas de todos los tiempos».
Artemisia decidió no seguir con ninguno de los roles asignados a las mujeres de su época, quiso ser artista en tiempos de contrarreforma, venenos papales y de peste.
Dicen que sintió una gran fascinación por el genio salvaje de Caravaggio [1571-1610, Barroco, claroscuro], el pintor más importante de Roma y maestro de su padre.
Si vemos su autorretrato de 1649, comprobaremos que parece una mujer de ahora mismo, con los labios pintados y el pelo corto.
Sus cuadros, como este, tienen casi todos figuras femeninas, muchas veces desnudas y
siempre llenas de fuerza. Algunas son de un erotismo dulcísimo. Otras
son intensas, impetuosas y dramáticas. No hay una sola escena casera.
Hay músicas, pensadoras, y muchos homenajes a mujeres bravas: Cleopatra,
Diana, la Galatea, María Magdalena, Judith, Dalila, Betsabé…
Jael y Sisara de Artemisia Gentileschi |
La historia:
Sísara, el general cananeo ha sido derrotado por las tropas israelitas comandadas por Barac.
Acude a esconderse, confiado, a la tienda de Yael, una nómada no israelita cuyo marido [al que parece no tener muy en cuenta] ha establecido alianza con los cananeos.
Sísara, agotado, le pide agua y cobijo.
Yael le da leche, lo acuesta, lo cubre… y le clava en las sienes una estaca de las que servían para sujetar la tienda.
Se cumple así la profecía de Débora —profetiza y juez que había llevado a los israelitas a la batalla:
el enemigo no muere por la espada de Barac sino a manos de una mujer.
Sísara, el general cananeo ha sido derrotado por las tropas israelitas comandadas por Barac.
Acude a esconderse, confiado, a la tienda de Yael, una nómada no israelita cuyo marido [al que parece no tener muy en cuenta] ha establecido alianza con los cananeos.
Sísara, agotado, le pide agua y cobijo.
Yael le da leche, lo acuesta, lo cubre… y le clava en las sienes una estaca de las que servían para sujetar la tienda.
Se cumple así la profecía de Débora —profetiza y juez que había llevado a los israelitas a la batalla:
el enemigo no muere por la espada de Barac sino a manos de una mujer.
* * *
- Las sirenas, del padre de la escultura moderna, Auguste Rodin [París, 1840-1917, Meudon, Impresionismo] es una de las esculturas exhibidas. Una pieza, que como todas las de Rodin, pide a sus visitantes una mirada pausada y constante.
El poeta austríaco Rainer Maria Rilke [Praga, 1875-1926, Val-Mont, Suiza] escribió un libro con su nombre, Auguste Rodin, y así demostró la gran admiración que sentía hacia la figura del escultor francés.
«En el verano de 1902 el poeta Rainer Maria Rilke se desplaza a París con el fin de encontrarse con el afamado escultor Auguste Rodin y escribir sobre él un trabajo monográfico para la Universidad de
Breslau [Polonia]. En realidad ésta es sólo la excusa que permite a Rilke acercarse como artista al gran creador francés para aprender de él todo lo posible. Lejos del concepto romántico de inspiración, Rodin plantea la constancia en la observación de las cosas, pues la belleza para él está en todas partes.
Bajo su influencia Rilke entra en la etapa de los "poemas-cosa" y escribe dos libros impregnados de gran plasticidad: "Nuevos poemas" [1907] y "La otra parte de los nuevos poemas" [1908]. Pese a su pretendido objetivismo estos libros tienen sobre todo un carácter simbolista, pues para Rilke la realidad se afianza a través de la voz y la visión del poeta». [Óscar P. Hurtado].
«En el verano de 1902 el poeta Rainer Maria Rilke se desplaza a París con el fin de encontrarse con el afamado escultor Auguste Rodin y escribir sobre él un trabajo monográfico para la Universidad de
Breslau [Polonia]. En realidad ésta es sólo la excusa que permite a Rilke acercarse como artista al gran creador francés para aprender de él todo lo posible. Lejos del concepto romántico de inspiración, Rodin plantea la constancia en la observación de las cosas, pues la belleza para él está en todas partes.
Bajo su influencia Rilke entra en la etapa de los "poemas-cosa" y escribe dos libros impregnados de gran plasticidad: "Nuevos poemas" [1907] y "La otra parte de los nuevos poemas" [1908]. Pese a su pretendido objetivismo estos libros tienen sobre todo un carácter simbolista, pues para Rilke la realidad se afianza a través de la voz y la visión del poeta». [Óscar P. Hurtado].
Hay otro libro del mismo autor: Cartas a Rodin, y se trata de la correspondencia entre el joven poeta y el escultor ya consagrado de sesenta y un años. Refleja la relación de estas dos figuras máximas de la poesía y del arte a
finales del siglo XIX y principios del XX.
El artista no debe ser un esclavo del modelo ni del material
la imagen es superior al
material con el que está construido.
Les sirènes, bronce, 1900, Rodin. Museum of Fine Arts, Budapest
Museum of Fine Arts, Budapest 2015
|
* * *
- Tres barcos de pesca 1886 de Monet [París, 1840-1926, Giverny, Impresionismo].
«El hado de Monet fue la luz: cómo responder ante sus instantáneos requerimientos mudables, cómo registrarlos, cómo representarlos, cómo, en fin, fijarlos. ¡Menudo drama ese de grabar espacialmente el paso del tiempo en su más sutil temblor brillante!», lo dice maravillosamente el crítico de arte Francisco Calvo Serraller.
Three Fishing Boats, 1886, Monet, Museum of Fine Arts Budapest |
La escritora ingles Eva Figes [Berlín, 1932-2012, Londre] escribió la extraordinaria novela, Luz y Monet en Giverny. En ella nos retrata un día en la vida del pintor francés en su
residencia de Giverny, su personalidad como artista y como persona. Con
un lenguaje y una prosa tan luminosa como los colores que utilizaba el
artista en su famoso jardín.
Un pintor, un artista para conocer a través de Figes, el que se mantuvo hasta el fin de sus días en su obsesión por desvelar el misterio de la luz... Hoy le podríamos decir que sus estrellas reflejadas en espejos del agua tienen una luz que ha traspasado muchas vidas, y las ha emocionado profundamente.
Una lectura exquisita.
A. Machado libros |
* * *
- Otra de las obras maestras presentadas en la exposición de Milán es Magdalena penitente [e/1576 y 1578, Manierismo] de El Greco [Candía, 1541-Toledo, 1614].
«Tirso, mis aventuras rimaría,
y en el fondo espectral de su locura,
con la mano en el pecho, el Greco habría
copiado la altivez de mi figura.»
Francisco Villaespesa [España, 1877-1936]
Y uno de los notables prosistas de esta generación que reparó en el Greco fue José Ortega y Gasset [1883-1955], que, en Renan. Teoría de lo verosímil [1909], toma a nuestro pintor como modelo para explicar una concepción de la creatividad: desde los cuadros del Greco, esa realidad fuera de todas las leyes, inexplicable, irreductible a conceptos, indócil a la sujeción de las mismas palabras [...].
Son bellísimas algunas imágenes que Ramón Gómez de la Serna [1888-1963] nos ha dejado en El Greco [el visionario iluminado], obra fechada en 1935:
Es día de frío, pero a El Greco le gusta pintar bajo el
hielo y la luz del polo porque así se siluetean mejor los ángeles y
consigue nubes azulencas de sierra nevada que convierte en pliegues de
manto o túnica.
El Greco pintó mucho sus santos orantes metidos en
bloques de hielo y así están los que duermen junto a Jesús y el ángel en
La Oración del Huerto. Ya sabía él que en el glacial elemento sólido,
carambanal y transparente, adquirían inmortalidad las figuras.
El médico humanista, historiador y pensador español, Gregorio Marañón y Posadillo [1887-1960] nos ofrece en Elogio y nostalgia de Toledo su visión de El Greco: Toledo es la causa última de la genialidad del pintor, el
marco espiritual donde conviven el ascetismo contrarreformista con las
evocaciones de las culturas árabe y judía, motivo que hace eclosionar su
talento hasta el punto que le permite encontrar el registro estilístico
adecuado para expresar su pensamiento a través de la pintura.
En esta tierra de España, la semilla semita del Greco,
conservada como en un silo, a través de sus viajes por Europa, iba a
alcanzar el ambiente inigualado para su germinación.
«En el Greco se dio la triple fortuna: su genio encontró su
ambiente, que era, inexcusablemente, el de Toledo, y lo encontró en la
hora en que podía germinar». G.M.
* * *
- Los tres últimos cuadros son: Villa at the Campagna in Rome [1645-1646], de Claude Lorrain [Francia, 1600-Italia, 1682], perteneciente al período del arte barroco, en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en el paisajismo:
Villa at the Campagna in Rome. Museo de Bellas Artes de Budapest, Hungría. |
El gusto del paisaje
Paisajes alegóricos, bucólicos e idealizados por pintores, escritores y poetas.
La Arcadía —provincia de la antigua Grecia, con el tiempo:país imaginario— tema artístico desde la antiguedad, tanto en las artes visuales como en la literatura, descrito por poetas y escritores como lugar donde reina la sencillez, la felicidad y la paz, vida en total comunión con la naturaleza, un ambiente idílico.
- Una pareja casada del pintor flamenco Anton van Dyck [Bélgica, 1599-Reino Unido, 1641], especialmente dedicado a retratos. Pintura barroca, realista y naturalista que dota al cuadro de contenido sugerente, poesía y evocación de lo antiguo.
La armonía no era tan así, ya lo sabemos, entre el Rey y el Parlamento había mucha tensión y la Guerra Civil de 1942 se asomaba. Pero Van Dyck moriría antes, no la vivió, ni tampoco el exilio del Rey y su ejecución.
También fue el retratista predilecto de la alta burguesía flamenca y de la aristocracia genovesa. Sin dejar de lado los eminentes personajes políticos y de la iglesia.
Fue un artista muy original, el más influyente del siglo XVII, y su técnica fue seguida por grandes pintores, fundó la «escuela inglesa de pintura».
Alumno y admirador de Rubens —él y Tiziano fueron su inspiración—, pintó en los Países Bajos, Italia e Inglaterra.
Portrait of a Married Couple, Museum of Fine Arts Budapest |
Hay una novela histórica muy recomendada, El pintor de Flandes, de Rosa Ribas. Transcurre en Madrid, siglo XVII,
reinado de Felipe IV. Aventuras e intrigas alrededor de un cuadro
encargado a Paul van Dyck, hermanastro de Anton van Dyck.
Y dos libros más: Vida de Anton van Dyck, de Giovanni Pietro Bellori y Anthony van Dyck, de Victoria Charles. Ambos son estudios históricos de su vida y obra.
- El último: del pintor y grabador italiano Giambattista Tiepolo [1696-1770], considerado el último gran pintor de la era barroca y una de las figuras más importantes del rococó italiano:
Apparizione di San Giacomo Maggiore
nella battaglia di Clavijo, 1749-50
Museum of Fine Arts Budapest |
Se vivía en Venecia por entonces —siglo XVIII— un extraordinario auge literario, aunque resultaba insólito si se tiene en cuenta cómo se empobrecía el territorio por la situación política y económica.
Había sido una de las principales potencias del mundo, con un papel político esencial, pero a partir del siglo XVI comenzó su declive político y territorial, con la paradoja del enorme desarrollo artístico.
Este desarrollo se producía también en otros campos artísticos, como la música, el teatro y las artes plásticas.
La Serenissima, como era llamada la hermosa Venecia antes de caer en manos de Napoleón, era una de las capitales de la cultura europea. Formaba parte del itinerario formativo, allí llegaban en el Gran Tour porque era costumbre abordar el conocimiento in situ, al lado de los maestros. El consecuente intercambio tenía ricos beneficios, sin lugar a dudas Venecia y París eran las ciudades protagonistas.
A los nombres recuperados de Tiziano [? 1473-1576], uno de los mayores exponentes de la Escuela veneciana y Paolo Veronese [1528-1588], figura central del Manierismo veneciano, se sumaron: Sebastiano Ricci [1659-1754], Giovanni Piazzetta [1683-1754] y Giovanni Battista Tiepolo [1696-1770], todos maestros de las grandes decoraciones sagradas y profanas.
Canaletto [1697-1768], Bernardo Bellotto [1721-1804] y Francesco Guardi [1712-1793], englobados dentro del género pictórico llamado vedutismo. Típico del Settecento italiano y desarrollado principalmente en esta ciudad, se enmarcaba dentro de paisajismo: vistas urbanas en perspectiva, imágenes panorámicas, casi postales.
Vedutta en italiano significa «vista».
The Molo and the Piazzetta San Marco, Venice, Giovanni Antonio Canaletto. Style: Baroque. Genre: Veduta |
Pietro Longhi [1701-1785] y Giandomenico Triepolo [1727-1804], dedicados a la sátira social y a escenas constumbristas.
Y finalmente una mujer, solo para completar el paneo, Rosalba Carriera [1675-1757], retratista.
Qué pasa con la literatura
Es un momento interesante en la historia de la literatura italiana en general y en Venecia en particular. Tan activa, artísticamente hablando, con su pensamiento ilustrado que la define, tiene un lugar fantástico para la mujer educada en la libertad de elegir y desarrollar su destino.
El nuevo espacio social formado por una clase emergente de burgueses, permitía que todos participaran, también el sector femenino que siempre quedaba fuera.
Ellas tienen la osadía intelectual para decir lo que consideran debe transmitirse, y saben como hacerlo.
Ser veneciano resultaba una suerte, lo decía Goethe. Los habitantes de Venecia gustaban de la escritura y de los juegos, de los placeres y de la gloria, chi no sa viver a Venezia, no sa viver in nissuna parte del mondo, lo escribe el padre de la comedia italiana, el dramaturgo Carlo Goldoni [1707-1793] en La buona moglie.
Un grupo de mujeres interesantes, e interesadas en la cultura, tendieron una red social de manifestaciones literarias en salones y academias, en el mundo periodístico y en el de la edición. A veces con matices políticos o sociales, siempre aprovechando cada oportunidad de intervenir en las esferas culturales.
«Sintieron que tenían un compromiso al que debían responder». Y lo hicieron, con las palabras, la música, la pintura,... en fin, todas las manifestaciones artísticas donde el ser humano, hombre o mujer, se siente verdaderamente libre.
Una de estas mujeres fue la escritora, poeta y libretista véneta, Luisa Bergalli [1703-1779]. Escribió varios libros: Agide, Teba y Avventure del poeta, y se casó con un hombre diez años menor. También traductora, ayudó con esta actividad a la economía familiar.
Además de escribir estas obras, es muy destacable una antología, Componimenti poetici delle più illustri rimatrici di ogni secolo [1726] donde reúne una selección de poemas de distintas autoras.
Estas poetisas son predecesoras literarias que, según Bergalli, marcaron un camino, y recuerdan a las generaciones futuras el gran esfuerzo personal que les fue necesario.
* * *
Admirar las maravillas de los siglos XVI, XVII y XVIII, ese fue el propósito, y adelantar en nuestras lecturas, ¿por qué no?, ir más allá de la propuesta.
Pasear por el Barroco [Caravaggio], Italia hacia 1630, pasar al Simbolismo [Moreau, Redou], que seguramente lo relacionamos más en su faceta literaria, Francia en la década de 1880 [Rimbaud, Verlaine, Baudelaire], ir hacia el Expresionismo [Egon Schiele], llegar a las vanguardias con el Impresionismo [Monet, Renoir, Cézanne], luego vendrá el Neo y el Postimpresionismo [Seurat, Gauguin, Van Gogh].
Pasear por el Barroco [Caravaggio], Italia hacia 1630, pasar al Simbolismo [Moreau, Redou], que seguramente lo relacionamos más en su faceta literaria, Francia en la década de 1880 [Rimbaud, Verlaine, Baudelaire], ir hacia el Expresionismo [Egon Schiele], llegar a las vanguardias con el Impresionismo [Monet, Renoir, Cézanne], luego vendrá el Neo y el Postimpresionismo [Seurat, Gauguin, Van Gogh].
Distintas «lecturas» del color, de la imagen grabada, pintada, esculpida,... y la imagen escrita.
Y lo que no se muestra ni se escribe.
Armonías y emociones, temas de la vida o de la ficción expresados e interpretados según la época y según quien lee.
Paseos inferenciales y correrías intertextuales, dice Umberto Eco.
El cruce entre filosofía, literatura y pintura es una realidad que observamos frecuentemente. Hay escritores que pintan paisajes con palabras, pintores que transmiten con el lenguaje de las formas y colores y obras que nos recuerdan a los padres de la filosofía.
Cabe aclarar que es nada menos que Leonardo da Vinci quien sirve de modelo para representar a Platón y Miguel Ángel a Heráclito.
La escuela de Atenas, Rafael Sanzio |
Platón junto con Aristóteles —principales representantes de la filosofía antigua— son las figuras centrales de la obra.
Maestro y alumno mantienen una charla en una sesión entre los filósofos clásicos, debaten en la búsqueda de la verdad.
Con su dedo, Platón apunta hacia arriba, así alude al mundo de las ideas.
O relacionemos la obra del genial pintor austriáco, discípulo de Gustav Klimt, Egon Schiele [1890-1918]. Imposible no recordar al Fonchito
de Los cuadernos de don Rigoberto, de Mario Vargas Llosa.
Esta obra está al finalizar uno de los primeros capítulos de la novela, que tiene nueve en total. Y ya estamos recordando a
Lucrecia y su empleada Justiniana, imitando las poses bajo la dirección atenta del
«agrandado» Fonchito, niño-ángel-demonio... la vida haciéndose arte.
Los cuadernos de don Rigoberto [1997], Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010. |
* * *
Visitar personalmente esta muestra o acceder a ella por internet es una experiencia para no perderse.
Ahora, relacionar estas obras del mundo de la plástica con la literatura es solo un juego. Son pensamientos que vienen a la memoria, recuerdos, vínculos en mi caso de lectora y admiradora de la pintura y escultura.
Umberto Eco introduce en su artículo* la palabra presuposición. Un texto [y una pintura] nunca lo dice todo, presupone lo ya sabido por el lector, así se llenan los vacíos, se conecta con lo ya leído [lo depositado en la enciclopedia semántica]. Y da un excelente ejemplo con una de las obras más famosas de El Bosco —El carro de heno—, que recomiendo leer... la pintura nos dice lo que se ve, pero también lo que no se ve y anteriormente hemos depositado en el tesoro de la enciclopedia y de la intertextualidad.
La correspondencia entre estas y otras manifestaciones artísticas es motivo de estudio académico que ha sido bautizado como «Artes comparativas», y los resultados de estas investigaciones serán los encargados de mostrar —a los que tengan interés— las respuestas de un trabajo riguroso, con la sistematicidad de sus búsquedas profesionales.
Yo simplemente digo que el escritor de antes preparaba sus cuadernos, hojas, papeles, lápices, plumas o lapiceras. El de ahora, prende ordenadores y conecta con innumerables sitios que lo ayudan con el material. De igual manera los pintores andaban con sus caballetes a cuestas o preparaban sus estudios con decorados artificiales, y ahora se valen de técnicas modernas para intensificar sus expresiones y avanzar por campos de la experimentación.
Ambos grupos inspirados en historias, búsquedas, muchas veces compartidas.
Ya el tiempo transcurrido y los expertos profesionales los agruparán en corrientes determinadas con nuevos rótulos y dirán si son o no «genios».
Todos los artistas, escritores y poetas buscan la luz adecuada, metafóricamente hablando, que les permita ver con mirada creadora.
Nosotros disfrutamos del proceso, a veces, y de la obra terminada, siempre.
Apreciamos el talento y el esfuerzo y si es posible lo compartimos... de esta manera los ayudamos a que sigan iluminados para otros que aún no los han distinguido o que quizá los tienen un poco olvidados, para que los visualicen y escuchen lo que tienen para decirnos.
Sin dejarnos intimidar por la inmesidad de sus nombres y todo lo que ello supone.
Arte y literatura, el pincel y la tinta hablándonos en un lenguaje superior, a cada uno de manera individual no única, felizmente —presuponer quiere decir tantas cosas.
Umberto Eco introduce en su artículo* la palabra presuposición. Un texto [y una pintura] nunca lo dice todo, presupone lo ya sabido por el lector, así se llenan los vacíos, se conecta con lo ya leído [lo depositado en la enciclopedia semántica]. Y da un excelente ejemplo con una de las obras más famosas de El Bosco —El carro de heno—, que recomiendo leer... la pintura nos dice lo que se ve, pero también lo que no se ve y anteriormente hemos depositado en el tesoro de la enciclopedia y de la intertextualidad.
La correspondencia entre estas y otras manifestaciones artísticas es motivo de estudio académico que ha sido bautizado como «Artes comparativas», y los resultados de estas investigaciones serán los encargados de mostrar —a los que tengan interés— las respuestas de un trabajo riguroso, con la sistematicidad de sus búsquedas profesionales.
Yo simplemente digo que el escritor de antes preparaba sus cuadernos, hojas, papeles, lápices, plumas o lapiceras. El de ahora, prende ordenadores y conecta con innumerables sitios que lo ayudan con el material. De igual manera los pintores andaban con sus caballetes a cuestas o preparaban sus estudios con decorados artificiales, y ahora se valen de técnicas modernas para intensificar sus expresiones y avanzar por campos de la experimentación.
Ambos grupos inspirados en historias, búsquedas, muchas veces compartidas.
Ya el tiempo transcurrido y los expertos profesionales los agruparán en corrientes determinadas con nuevos rótulos y dirán si son o no «genios».
Todos los artistas, escritores y poetas buscan la luz adecuada, metafóricamente hablando, que les permita ver con mirada creadora.
Nosotros disfrutamos del proceso, a veces, y de la obra terminada, siempre.
Apreciamos el talento y el esfuerzo y si es posible lo compartimos... de esta manera los ayudamos a que sigan iluminados para otros que aún no los han distinguido o que quizá los tienen un poco olvidados, para que los visualicen y escuchen lo que tienen para decirnos.
Sin dejarnos intimidar por la inmesidad de sus nombres y todo lo que ello supone.
Arte y literatura, el pincel y la tinta hablándonos en un lenguaje superior, a cada uno de manera individual no única, felizmente —presuponer quiere decir tantas cosas.
C. G.
Mis notas, lecturas, links, sitios de interés:
- Perspectivas de una semiótica de las Artes Visuales, Umberto Eco:
http://www.criterios.es/pdf/ecoperspectivassemiotica.pdf
- Elementos de semiología, Roland Barthes:
http://monoskop.org/images/2/24/Barthes_Roland_Elementos_de_semiolog%C3%ADa_1971.pdf
- Perspectivas de una semiótica de las Artes Visuales, Umberto Eco:
http://www.criterios.es/pdf/ecoperspectivassemiotica.pdf
El carro del heno, El Bosco, 1516 |
- Elementos de semiología, Roland Barthes:
http://monoskop.org/images/2/24/Barthes_Roland_Elementos_de_semiolog%C3%ADa_1971.pdf
- Historia del Arte del siglo XVIII al siglo XX, Universidad de Londres:
http://www.panoramadelarte.com.ar/archivos/historia_xviii_xx.pdf
- Historia del Arte. El arte Barroco. Monografía:
http://www.monografias.com/trabajos16/arte-barroco/arte-barroco.shtml
- Verosimilitud y ficción, José ortega y Gasset refiriéndose a El greco:
http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Sobre%20Literatura/Verosimilitud%20y%20ficci%C3%B3n.htm
- Verosimilitud y ficción, José ortega y Gasset refiriéndose a El greco:
http://hispanoteca.eu/Literatura%20espa%C3%B1ola/Sobre%20Literatura/Verosimilitud%20y%20ficci%C3%B3n.htm
- Arte Contemporáneo. Simbolismo:
http://www.arteespana.com/simbolismo.htm
- Arte Contemporáneo. Expresionismo:
http://www.arteespana.com/expresionismo.htm
- Las Vanguardias Artísticas Históricas:
http://www.um.es/aulasenior/saavedrafajardo/trabajos/vanguardias.pdf
- La influencia de Rodin en la vida de Rilke: Óscar Hurtado, Universidad Complutense:
PDF. https://revistas.ucm.es/index.php/DICE/article/download/.../11829
- Trabajos previos a la exhibición, preparación de las obras:
http://www.artslife.com/en/2015/09/15/esclusiva-da-raffaello-a-schiele-la-mostra-e-lo-svelamento-della-salome-in-anteprima/
- La influencia de Rodin en la vida de Rilke: Óscar Hurtado, Universidad Complutense:
PDF. https://revistas.ucm.es/index.php/DICE/article/download/.../11829
- Trabajos previos a la exhibición, preparación de las obras:
http://www.artslife.com/en/2015/09/15/esclusiva-da-raffaello-a-schiele-la-mostra-e-lo-svelamento-della-salome-in-anteprima/
- Colección integral de Friedich Schiller: sumario dinámico y detallado. Contenidos: De la
Gracia y la Dignidad, Guillermo Tell, Intriga y Amor, La Doncella de
Orleáns, Maria Estuardo, Poesia Ingenua y Poesia Sentimental y de la
Gracia y la Dignidad.
Friedrich Schiller [1759 – 1805] fue un poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán. Junto a Goethe es el dramaturgo más importante de Alemania, así como una de las figuras centrales del clasicismo de Weimar. No es sólo autor de dramas intensos de lenguaje e imágenes potentes [Die Räuber, Don Carlos, o Wilhelm Tell], también acercó a los lectores en lengua alemana los ideales dieciochescos de razón, humanidad y libertad. Fragmento del libro: http://www.amazon.es/Colecci%C3%B3n-integral-Friedrich-Schiller-ebook/dp/B00KITQI0O#reader_B00KITQI0O - Individuo y naturaleza en Schiller, La noción de juego: http://www.raco.cat/index.php/Materia/article/viewFile/89863/115024 - Jardines del clasicismo y el romanticismo: el jardín paisajista, Adrian von Buttlar: En el jardín paisajista, creado en Inglaterra en las primeras décadas del siglo XVIII, se refleja la tensión entre Arcadia y Utopía, entre la nostalgia por el paraíso perdido y la imagen ideal de una sociedad auténticamente humana y liberal. Con la pretensión de borrar los límites con el paisaje abierto y de integrar todas las bellezas naturales –colinas, valles, praderas, arroyos, lagos, bosques-, se busca hacer realidad las visiones de una naturaleza ideal en cuadros tridimensionales y transitables que imitan a las representaciones clásicas de paisajes en pintores y poetas. En nombre de la naturaleza, el jardín se libera de las restrictivas normas de la simetría arquitectónica. Pero esta revolución de la jardinería no debe interpretarse sólo en función de un cambio en el sentimiento de la naturaleza, sino como un elemento más de las transformaciones intelectuales y políticas de la época. Así, el trasfondo histórico explica no sólo las modificaciones estilísticas, sino también la función social del jardín en su paso del idilio privado de los aristócratas ilustrados al parque público del siglo XIX. Adrian Von Buttlar estudia en este libro las ideas, las formas y la evolución del jardín paisajista en Inglaterra, Francia y Alemania, más su extensión a América. Victoria Soto Caba completa esta visión con una historia del jardín paisajista en España, donde, si bien no alcanzó el desarrollo que tuvo en otros países europeos, cuenta con ejemplos y experiencias de gran interés. - Escribir en Venecia en el siglo XVIII, Teresa Gil García: http://www.escritorasyescrituras.com/revista-detalle.php/12/143/escribir-en-venecia-en-el-siglo-xviii?PHPSESSID=8e846e3ca05c8bb9859b24aca51cf36a - Arte y Literatura, aisgnatura universitaria: https://www.uclm.es/dep/historiadelarte/docencia/cu/Arte_Literatura_ECTS.pdf | ||