Sándor Márai
[Hungría, 1900-1989, EE.UU.]
Un recuerdo en el día de su nacimiento
Un 14 de abril en el antiguo Reino de Hungría —hoy Eslovaquia.
Cuando leemos las obras de Sándor Márai, sabemos más de nosotros mismos.
En su novela El último encuentro [1942], dos amigos se encuentran después de muchos años, como dos viejos cómplices que temen las sombras de la noche.
A nosotros nos llegó tarde, ya que recién fue publicado en español en 1999.
La amistad, ese vínculo que tiene tantas idas y vueltas. La traición, los valores, las confidencias. Experiencias que dos personas van construyendo.
Audiolibro
https://www.youtube.com/watch?v=AOV7sRMg7kQ
Márai nos enfrenta a un escenario que, con las propias variantes, podríamos haber vivido —o vivir, si aún somos jóvenes, porque todo requiere tiempo transcurrido, y la amistad más que nada. «Al final, al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida, porque son muy pocas las personas cuyas palabras concuerdan con su existencia».
El último encuentro, teatro 2009
La Comedia, Buenos Aires
Los actores:
Hilda Bernard, Fernando Heredia y Duilio Marzio
Dirección: Gabriela Izcovich
Este libro lo dejaremos a mano, para volver a estos sinceramientos, los de los dos amigos y los de nuestras propias reflexiones.
Iremos ahora a otra de mis novelas preferidas, abrimos La mujer justa [1941]. Tres voces, tres amores. Una historia de amor, pasión y ocultamiento. Un libro íntimo y sabio, sacude.
La mujer justa, teatro
Alternativa
Actores: Graciela Dufau, Arturo Bonin y Victoria Oneto
Dirección: Hugo Urquijo
Con una prosa que nos recuerda a Márai poeta, y un conocimiento de las conductas humanas que nos conmueve, comenzamos por habitar una elegante confitería de Budapest. Acá, en clima de confidencia, una amiga le cuenta a otra lo que acaba de descubrir.
Otra confidencia, también Budapest, esta vez son dos amigos. Uno le cuenta a otro cómo y porqué ha dejado a su esposa.
Ahora nos trasladamos a Roma, sin glamour ni alta burguesía, una pequeña pensión. Una mujer, Judith, le cuenta a su amante sobre el hombre rico con el que estuvo casada.
Lectura del libro
ivoox
https://www.ivoox.com/mujer-justa-1-audios-mp3_rf_153939_1.html
Tres monólogos perfectamente equilibrados, con sus matices propios, que reconstruyen una historia. Y nosotros, los lectores, pensaremos en algunos sentimientos negativos: el resentimiento entre distintas clases sociales, entre otros muchos temas. Porque Márai va de lo individual a lo universal. La dicha nunca está garantizada, tiene es halo de pesimismo que también es atractivo.
Estas son solo dos de sus novelas, las más conocidas; luego iremos hacia Divorcio en Buda [1935], La herencia de Eszter [1939], La amante de Bolzano [1940], La hermana [1946], y el resto de su obra.
Lenguaje cuidado, buen ritmo, personajes y temas más que interesantes, una Europa de entreguerras, un ambiente y una época, ¡leamos a Sándor Márai!
Volvamos a sus libros si nos gusta lo rico y placentero de la relectura. Sus personajes reflejan el impulso trascendente, miedos y pulsiones que los exceden y, ¿cómo huír de la mediocridad?, ¿cómo reconocer, en esa huída, al amor como motor de la vida?
El amor, casi un heroísmo. En fin, preguntas, planteamientos que, en algún lugar perdido, nos formulamos todos.
Hasta el próximo encuentro,
Cecilia Olguin Gianelli
Notas & Lecturas
- Las mujeres en El último encuentro. Universidad EAFIT, Colombia. Judith Nieto:
https://www.redalyc.org/pdf/774/77411622008.pdf
- La intensa vida de Sándor Márai, Luis F. Moreno Claros. Babelia. El país.:
https://elpais.com/diario/2005/11/12/babelia/1131754629_850215.html
- Sándor Márai. El orden y la nostalgia por el centro europeo. Foro de literatura:
https://www.unimet.edu.ve/wp-content/uploads/2020/05/S%C3%A1ndor-M%C3%A1rai-el-Orden-y-la-Nostalgia-por-el-Centro-Europeo-10-febrero-2014.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Conversar de libros, y de los caminos a donde ellos nos llevan, dar una opinión, contar impresiones, describir una escena, personaje favorito, nunca contarlo todo, aunque a veces, elijamos ir un poco más allá, y no está mal, no a todos les molesta.
.................................
.................................
..................................