sábado, 26 de septiembre de 2015

«Delicadeza», Liliana Heker



«Delicadeza»

Liliana Heker

[Buenos Aires, Argentina, 1943]

 

Uno de los siete cuentos del libro La muerte de Dios [2012].

Editorial Alfaguara




La señora Brun estaba terminando de arreglarse para ir a visitar a su amiga Silvina cuando advirtió que, por el surtidor del bidet, salía un poco de agua. Trató de cerrar bien las canillas pero no dio resultado. Las abrió a fondo para luego cerrarlas con el envión pero, por más que apretó, el chorro de agua caliente salía con tanta presión que casi llegaba al techo.


Volvió a abrir y cerrar la canilla de agua caliente; fue inútil: el chorro seguía saliendo. El baño entero estaba mojado y lleno de vapor y ella misma estaba empapada, de modo que no le quedó más remedio que cerrar la llave de paso del agua caliente, cambiarse de ropa y ponerse a la tarea de conseguir un plomero.


Nada fácil. El que siempre venía a su casa tenía trabajo comprometido para tres días, el del consorcio no dispondría de tiempo hasta la tarde siguiente. Por fin, un plomero cuyo teléfono le acababa de pasar el portero de al lado le dio su palabra de que iba a estar ahí en media hora.


La señora Brun bajó a preguntarle al portero de al lado si el plomero era de confianza.
–No lo conozco, señora –le dijo el portero–, pero hoy en día, ni en la madre de uno se puede confiar.
No era muy alentador pero ¿qué salida le quedaba? Llamó a su amiga Silvina y le contó el contratiempo.
–Por ahí es una cosa de nada y puedo ir más tarde –le dijo.


Precavida, guardó bajo llave la billetera y las joyas; también llamó a su marido para contarle el incidente y avisarle que estaba por venir un plomero al que no conocía. Ante cualquier situación anómala, su marido sabría a qué atenerse.


El plomero, un hombre enjuto de unos cincuenta años, llegó a la media hora, como había dicho. Lo que no le cayó muy bien a la señora Brun fue que viniera acompañado por otro, un muchacho grandote de pelo largo y enrulado, recogido en una cola de caballo.
–Ay, no sabía que iba a traerse un ayudante –dijo con mucha cordialidad–. Como parece un trabajo tan sencillito…
–Todavía no lo vimos, señora –dijo cortante el plomero.







Parece un tipo con pocas pulgas, pensó la señora Brun. Los condujo a los dos hasta el baño y explicó el problema.
–¿Dónde está la llave de paso? –dijo el plomero.
–¿Necesita abrirla? –la mirada del plomero la desalentó. Se apuró a decir–: Claro, claro, no se preocupe, ahora voy.
Fue hasta la cocina y abrió la llave de paso. Volvió y el agua salía a chorros. El ayudante manipulaba algo con una especie de llave inglesa, el plomero le daba indicaciones.


–Ay, me está empapando todo el baño –dijo la señora Brun.
–Es agua, señora –dijo el plomero–. Después se seca.
Ella suspiró.
–¿Le parece que...?
–Ahora hay que cerrar la llave de paso –dijo el plomero.
Ella fue corriendo, cerró la llave, y volvió.
–Necesito un trapo –dijo el plomero.
Fue a buscar un trapo. Cuando lo trajo, el plomero estaba trabajando.


–Secá un poco, por favor –le dijo al ayudante–. Es el cuerito del agua caliente –le dijo a la señora Brun–, pero además está rota la transferencia. ¿Sabía que estaba rota?
–No –dijo ella–, siempre anduvo perfectamente.
–¿Perfectamente? –dijo el plomero–. ¿Podía pasar del surtidor central a los chorros laterales?
–La verdad que no.
–Entonces no andaba perfectamente. Es la transferencia.
–¿Y va a demorar mucho el arreglo?
–Una media hora. Lo que sí, voy a tener que probar varias veces con la llave de paso. Mejor me dice dónde está.


A la señora Brun la insistencia del plomero le dio mala espina pero consideró preferible no contrariarlo. Con esta gente nunca se sabe, pensó que le iba a decir a su amiga Silvina cuando le contase, y lo guió hacia la cocina. Esperó. El plomero abrió la llave de paso, le gritó algo al ayudante, que le contestó, y al fin la cerró.
–¿Lo acompaño hasta el baño? –dijo la señora Brun.
El plomero la miró de manera inamistosa.
–Conozco el camino –dijo.


Ella esperó a que el hombre se alejase y fue hasta el escritorio desde donde, al menos, podía ver la puerta del baño. Tenía ganas de llamar a su amiga Silvina para contarle lo antipático que era el plomero, pero al fin decidió que lo mejor era no llamarla: con la puerta abierta los hombres la iban a escuchar y si cerraba no iba a poder vigilar la puerta del baño. No es que les esté encima, pensó que le hubiese dicho a Silvina; no me gusta eso de andar vigilando a la gente que trabaja, pero este plomero es un tipo tan raro, y encima con ese ayudante… Decime vos si el tipo tenía necesidad de traer un ayudante. Vieras qué manera de insistir en que la llave de paso la tenía que manejar él, ¿qué le iba a decir? Así que ahí lo tengo, circulando de acá para allá como Pancho por su casa.


Fue hasta el baño.
–Y, ¿cómo va eso? –preguntó con jovialidad.
–Bien –dijo el plomero–, en seguida va a estar.
–Ay, qué suerte, entonces voy a hacer a tiempo para ir a lo de mi amiga, pobre, está inmovilizada con un esguince de tobillo.


No hubo comentarios al respecto, ni por parte del plomero ni por parte del ayudante, así que la señora Brun esperó un poco y al fin se fue al dormitorio a preparar la ropa: pensaba cambiarse en cuanto se fuera el plomero, así se iba en seguida a lo de su amiga Silvina. Sacó del alhajero los aros que se iba a poner y fue en ese momento cuando se acordó de la cadenita con la lágrima: la había dejado en el botiquín del baño. como hacía siempre antes de entrar a la ducha. Trató de serenarse: el plomero no habría tenido ningún motivo para abrir el botiquín.


Fue hasta el baño y se quedó en la puerta; no quería parecer ansiosa.
–Y, ¿todo bien?–dijo–, ¿ya van terminando?
–Así es, señora –dijo el plomero.
–¿Después ya se van a su casa a descansar?
–Todavía no –dijo el ayudante.
–Ay, qué trabajo ingrato –dijo la señora Brun–, siempre alguna urgencia de último momento. Si me permiten, voy a buscar una cosita.



Entró en el baño y abrió el botiquín. Un hálito de pavor la recorrió de cuerpo entero: la lágrima no estaba.
Sin muchas esperanzas echó un vistazo a su alrededor por si había quedado sobre el vanitory o en alguna repisa. Nada. En el piso. Nada.
–Ay –involuntariamente exclamó.
El plomero la miró.
–¿Le pasa algo? –dijo.
–No, nada, es que me acordé de una cosa –dijo, y salió del baño.


Claro que estoy segura, pensó que le hubiese dicho a su amiga Silvina, siempre la dejo ahí antes de ducharme (por las dudas, iba registrando el alhajero, la cómoda, la mesita de luz), justamente la guardo en el botiquín para que no pueda caerse, imaginate, es un diamante de tres quilates. No, claro que no la uso para todos los días, te creés que estoy loca, 






con la inseguridad que hay; sólo para alguna salida especial, y siempre que vaya con Ricardo. Por eso justamente es que me la pongo cuando estoy en casa, que no hay ningún riesgo. Si no, cuándo la voy a usar. Y yo adoro esa lágrima.


Había terminado de buscar en todos los lugares posibles y nada. Qué tenía que hacer ahora. Por supuesto no puedo plantarme ahí y decirle “usted me robó mi lágrima”, pensó que le habría dicho a su amiga Silvina. Por delicadeza, te das cuenta, vos no podés ir así como así y acusar a un tipo de ladrón si no tenés pruebas. Además tiene un carácter… Capaz que se le sube la mostaza y me da un mazazo en la cabeza. Y ahí sí que te quiero ver, escopeta. Encima son dos; conmigo desmayada en cinco minutos me desvalijan la casa y si te he visto no me acuerdo.


La señora Brun estaba de pie en mitad del hall, preguntándose cómo debía actuar; por mucha delicadeza que tuviera, tampoco podía permitir que el plomero, así como así, se llevara su diamante. Muy probable que el tipo ni siquiera fuese un ladrón profesional: lo había visto en el botiquín, se había dado cuenta del valor que tenía, y ahí nomás lo había manoteado. En ese momento la señora Brun empezó a ver claro: lo que debía hacer era darle una oportunidad al tipo para que lo devolviera. 


Pegó un grito. De golpe, el plomero había aparecido ante sus ojos.
–¡A dónde va! –le gritó.
El hombre la miró, un poco sorprendido.
–A abrir la llave de paso –dijo.
–Ay, sí, claro, perdone: es que estaba pensando en otra cosa –dijo la señora Brun.
Caminó hasta el baño repasando lo que iba a decir. El muchacho de los rulos estaba manipulando la canilla de la transferencia.


–Abrí –se escuchó el grito del plomero desde la cocina.
El muchacho abrió la canilla de agua caliente. Salió un razonable chorro de agua. Hizo girar la transferencia: el agua salió por abajo. Cerró: el agua dejó de salir.
–Qué bien, eh –dijo la señora Brun. Hizo como que buscaba algo en el vanitory.
–¿Todo en orden? –dijo el plomero, que acababa de entrar en el baño.
–Sí –dijo el muchacho.


–¡Ay, Dios mío! –dijo la señora Brun. El plomero y el muchacho la miraron–. Si lo dejé acá, podría jurarlo –dijo con tono de angustia; esperó que le preguntaran algo, pero no–. Es que soy tan distraída, no tengo remedio. ¿Ustedes, por casualidad, no habrán visto un colgantito sobre la mesada?
Los dos hombres dijeron que no.
–Ay, me quiero matar. Tenía un valor sentimental tan grande para mí. Me lo regaló mi marido cuando nos casamos, era de su madre, pobre, murió tan joven.
–¿No lo habrá dejado en otro lado, señora? –dijo el plomero, un poco impaciente.
–No, seguro que no.
–Bueno, después lo busca bien –dijo el plomero–. Nosotros ya terminamos.


Es un cínico, pensó la señora Brun que le iba a decir a su amiga Silvina, pero yo ya lo tenía todo bien pensado; la cuestión era darles la oportunidad de que lo devolvieran.
–Dígame –dijo–, ¿no se puede haber caído por el desagüe de la pileta?
El plomero se encogió de hombros.
–Como poder, puede –dijo–. Depende del tamaño.
–Era chiquito –se apuró a decir la señora Brun. Total, si el tipo lo tenía en su poder no le iba a decir, no señora, yo sé que es enorme.
–Y, entonces puede –dijo el plomero.


–¿Usted no sería tan amable de fijarse? Yo mientras les preparo un cafecito.
El plomero intercambió con el ayudante una mirada que no escapó a la perspicacia de la señora Brun.
–Con algo fresco es suficiente, señora –dijo el plomero.
Ella se fue para la cocina. Pensó que era muy hábil de su parte dejarlos solos. Había que darles tiempo. Si no eran ladrones profesionales, capaz que se conmovían y, cuando ella volvía con los vasos, le decían: Acá lo tiene; estaba en el desagüe.


–¿Y? –dijo cuando volvió con los vasos.
El hombre había sacado la rejillita de la bacha.
–Acá no se ve –dijo.
–Pero qué contratiempo –dijo la señora Brun–. Fíjese que no puede haber desaparecido.
El plomero la miró inamistosamente.
–No, señora –dijo–, desaparecer no desaparece nada en este mundo.
–Entonces en algún lado tiene que estar –dijo la señora Brun.
–Y sí –dijo el plomero; miró la hora.
–¿Dónde? –dijo la señora Brun–. ¿Dónde le parece que puede estar?
–Y, si se fue con el agua capaz que está en el sifón.
–Ay, ¿no lo puede buscar ahí?
–¿Ahí, dónde? –dijo el plomero.
–En el sifón.


El plomero se encogió de hombros.
–Poder, puedo, señora. Pero hay que sacar la pileta entera.
–No importa –dijo la señora Brun–, no sabe lo importante que es para mí ese colgantito. Yo se lo agradecería tanto.
–Señora, a ver si nos entendemos: usted no va a tener que agradecerme. Yo hago lo que me pida, y después le cobro. Es mi trabajo.
–Claro, hombre, claro que es su trabajo. Faltaba más. Yo los dejo acá tranquilos. Saquen todo lo que tengan que sacar. Seguro que en el momento menos pensado me dan una buena noticia. Yo voy a andar por ahí cerca. Cualquier cosita me llaman.


Y qué querías que hiciera, pensó que le habría dicho a su amiga Silvina, ahora que ya llegué hasta este punto, tengo que darles la última oportunidad, ¿no te parece? Encima el tipo me mira con una cara de asesino… Qué sabe una cómo reacciona esta gente.
Caminó nerviosamente entre el escritorio y el living, escuchando los golpes. Se desvivía por entrar en el baño, pero no: tenía que darles tiempo para que lo conversasen entre ellos, capaz que recapacitaban: había leído que aun los peores criminales guardan un gramo de sentimiento.


Cuando los golpes dejaron de oírse entró en el baño: su hermoso vanitory con tapa de mármol estaba en el suelo, y había agujeros en los azulejos.
La señora Brun juntó las palmas como si rogara.
–Díganme que lo encontraron –dijo.
–Lamentablemente no, señora –dijo el plomero.


Ella se enfureció; pensó que esto ya se estaba pasando de castaño oscuro.
–¡Pero es imposible! –dijo con tono autoritario–. ¡Yo lo dejé acá, sobre esta mesada! ¡Revisen bien, en algún lado tiene que estar!
–Seguro, sí, en algún lado tiene que estar –dijo con calma el plomero.
Es un hombre perverso, pensó la señora Brun que le iba a decir a su amiga Silvina; goza atormentándome pero yo no me voy a rendir así nomás.
–Y entonces, ¿qué solución me da? –dijo.


El plomero, ahora sin el menor disimulo, clavó en la señora Brun una mirada fría y feroz.
–Podemos romper el baño hasta llegar a la caja, si quiere, a ver si en algún sector del caño aparece al fin su colgantito.


Quiere matarme, pensó la señora Brun. Me miraba con esa cara de asesino, pensó que le diría a su amiga Silvina, y yo me di cuenta de que, si llegaba a contradecirlo, me iba a matar.
–Sí, rompa, rompa –dijo–. Si me garantiza que así va a aparecer.
–Sí, señora, va a aparecer –dijo el plomero con ferocidad muy controlada–. Todo aparece tarde o temprano.
La señora Brun lo miró con miedo.
–¿Pero si tampoco entonces lo encuentran? –dijo, desesperada.


El plomero clavó los ojos en ella.
–Si rompemos hasta la caja y tampoco lo encontramos, ¿sabe lo que podemos hacer? –hizo una pausa. Matarla, pensó la señora Brun que iba a decir el plomero–. Vamos a seguir rompiendo hasta que lleguemos al río. Seguro que si no aparece acá, en el río va a tener que estar, ¿no le parece? Lo importante es que encontremos su colgantito.


–El río, tiene razón, el río –dijo la señora Brun, borracha de terror–. Seguro que si no está acá, en el río va a aparecer –con disimulo se fue desplazando hacia la puerta del baño–. Rompan, por favor, rompan hasta el río. Tranquilos, eh, trabajen muy tranquilos, que yo me voy a dormir. Sírvanse lo que gusten, mi marido después les paga.


Se encerró en el dormitorio en el momento justo en que empezaban los golpes. Se tomó una pastilla para dormir y se acostó. Apenas apoyó la cabeza se acordó de que la lágrima de diamante la había escondido ahí, debajo de la almohada, a los apurones porque el plomero había tocado el timbre justo cuando se la estaba sacando. Era un hecho que, si la lágrima estaba, su marido nunca iba a entender qué necesidad había de romper todo el baño, así que se levantó, fue hasta el balcón, y tiró la lágrima bien lejos, para que no volviera. Pensó si esto se lo contaría o no a su amiga Silvina.


Los golpes se oían cada vez más fuertes de modo que, antes de acostarse de nuevo, se puso algodones en los oídos. Ahora sí, que rompieran todo lo que quisieran. Hasta dar con la caja, o hasta llegar al río, o hasta que, de ese mundo seguro y confortable del que había disfrutado la señora Brun, no quedara piedra sobre piedra.

Fin


Liliana Heker [Buenos Aires, 1943]
 Una de las grandes narradoras argentinas



Los cuentos de este libro, La muerte de Dios [Alfaguara] son: La muerte de Dios [Primer despertar, Historia de Dios I, Segundo despertar, Historia de Dios II, Tercer despertar], El concurso, El visitante, Delicadeza, Con medalla, con goulash, con un atenuado clamor de alas, Tarde de circo y De la voluntad y sus tribulaciones.

Estuvo trabajndo en ellos diez años, y lo apreciamos en su prosa impecable. El título del libro no tiene nada que ver con los conceptos de Hegel ni con la proposición nietzschiana, nos cuenta en una entrevista, aunque juega con ella. 
Aquí tiene otro significado, el Dios del que habla Liliana Heker es personal, anecdótico, se le muere a una sola persona y no vamos a dar más detalles.

Elegí este cuento porque leí lo que contaba la autora: «Uno puede descubrir que en un libro hay un cuento que sobra o descubrir que queda un hueco, un texto que falta, un cuento que pide ser escrito para ese libro». Y esa ausencia, ese cuento que faltaba... lo buscó y buscó, hasta que apareció exactamente lo que quería. Así encontró «Delicadeza».

Una historia que, a partir de algo que podría ser considerado mínimo, casi de una cotidianidad desanimada, va tensando ese ambiente doméstico —revelándose gradualmente— hasta la exasperación.

La inseguridad como tema en sus dos acepciones: la de la personalidad y la de la calle, la de los medios, dirán muchos. La violencia y la paranoia, instaladas como algo lógico y natural.

Acá sería interesante leer a Andrea Cavalletti, el joven filósofo italiano autor de Mitología de la seguridad. La ciudad biopolítica [2010]. Escucharlo hablar de como se busca promover la seguridad para la población llamada «justa» o «verdadera población». Se hace en nombre de un peligro... Es una definición policíaca de la seguridad. Hoy lo importante no es, por ejemplo, la seguridad del trabajo, sino la seguridad respecto de la amenaza, real o /y exagerada.

También veo en la protagonista del cuento, la necesidad imperiosa de la mirada del otro, de la aprobación: la amiga, intelocutora ficticia. Y finalmente, salvarse a cualquier precio, aunque para ello se tenga que dormir un sueño eterno.
Una historia que nació de «una indignación» que comparto,... o compartimos muchos, me atrevería a decir. Todo dicho con esa fina ironía que no necesita de signos ortográficos redoblados ni emoticons, no vaya a ser que lo mal interpretemos.
Después, están las miles de lecturas y conjeturas, tantas como lectores se sumerjan en la historia y se sientan con ganas de dar su opinión.

C. G.

 

Mis notas, lecturas, datos informativos y links:


- Liliana Heker [Buenos Aires, 1943], autora de las novelas: Zona de clivaje [1987] y El fin de la historia [1996]; de los libros de no-ficción: Las hermanas de Shakespeare [1999, textos críticos] y Diálogos sobre la vida y la muerte [1980, entrevistas]; de los libros de cuentos: Los que vieron la zarza [1966], Acuario [1972], Las peras del mal  [1982],... todos reunidos en Cuentos [2004] y el excelente libro de relatos: La crueldad de la vida [2001].

Distinguida con numerosos premios [Konex de Platino, Primer Premio Municipal de Novela, Premio a la Trayectoria Letras de Oro de la Fundación Honorarte, etc.].

Fundadora junto a Abelardo Castillo, de las revistas de literatura El Escarabajo de Oro [1961-1974], y El Ornitorrinco [1977-1986].

Desde 1978, coordina talleres de narrativa en los que se han formado muchos de los excelentes narradores actuales de la Argentina.

Es sin lugar a dudas una maestra del relato, no hay otra representante mejor para hacer conocer esos «secretos del oficio» que ofrece FILBA en su programa este año.

De ella dice el escritor y periodista Augusto Munaro a propósito de su libro, La muerte de Dios [2011]: «Liliana Heker escribe con un estilo prolijo, cuidado, detallista,... donde trasciende su capacidad introspectiva. Los temas que recorren su obra son: el peso de la vida sobre el individuo, la muerte, la vejez, el transcurso del tiempo. Nos regala una soberbia lección del arte de narrar que asombra por tanta riqueza en estrategia creadora y en profundidad significativa».

Y siempre es un placer escucharla, además de leer su obra, es una de mis escritoras preferidas. Si hay algún lector que todavía no la conoce y quisiera iniciarse con uno de sus relatos, esta fue su oportunidad.
El cuento es para ella un género fundamental, «el que practico con continuaidad», dice, felizmente para los lectores.


-Lectura completa del libro:

https://books.google.com.ar/books?id=Kp1weaus1eIC&pg=PP1&lpg=PP1&dq=liliana+heker,+La+muerte+de+Dios&source=bl&ots=KS25DlirH3&sig=pTb2g8anmY_ehZviGs3kJzd6_EU&hl=es&sa=X&ved=0CFAQ6AEwCWoVChMIzpOftrGOyAIVg4WQCh1NUwfm#v=onepage&q=liliana%20heker%2C%20La%20muerte%20de%20Dios&f=false


- Entrevista a Liliana Heker: donde habla de cómo nació este cuento, entre otras opiniones acerca del trabajo de la creación, de la escritura.
http://archivo.losandes.com.ar/notas/2012/3/24/liliana-heker-juego-ficcion-631558.asp





martes, 22 de septiembre de 2015

FILBA 2015, miércoles 23 de septiembre de 2015, Bs. As. [1.er día]


FILBA 2015

Festival Internacional de Literatura

une tres ciudades, tres países:

Buenos Aires de Argentina, Montevideo de Uruguay 

y Santiago de Chile



El futuro como idea y como hilo conductor.
Correrse un poco hacia adelante, intuir los cambios que se vienen.

Del 23 al 29 de septiembre, 2015


Por tercera vez consecutiva el Filba Internacional se realiza en tres ciudades: Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile.
Festival literario que comenzó en el 2008 y se suma al otro gran acontecimiento literario que tenemos en Buenos Aires, la Feria Internacional del Libro.

Mañana comienza, tendrá lugar entre el 23 y el 29 de septiembre. Reune a 18 autores internacionales y alrededor de 100 autores de Argentina, Uruguay y Chile. Ellos participarán de las más de 60 actividades con variados formatos: paneles, performances, lecturas, recitales de poesía, slams [torneo de poeta / poesía oral interpretada], almuerzos literarios, entre muchas otras actividades.

Las sedes donde se está realizando estos encuentros del Festival FILBA en la Ciudad de Buenos Aires, son:
La Abadía, de Gorostiaga 1908.
La oreja negra, de Uriarte 1271.
Museo Malba, de Av. Figueroa Alcorta 3415.


*     *     *
 

Saber quién es quién entre tantos escritores destacados, conocerlos a través de su obra —lo que más nos importa a los lectores son los libros—, reseñas, imágenes y entrevistas.
De qué tratan las distintas presentaciones, talleres, lecturas y conferencias.
Aquí los protagonistas:

 

  Miércoles 23 de septiembre, pasen, lean, conozcan y disfruten,

libros y autores para agendar





Las entradas para las actividades en MALBA se entregarán en el mismo día desde una hora antes del comienzo de la primera actividad de la tarde. 

  • SECCIÓN TALLERES: taller «Historieta autobiográfica», 11 h, Biblioteca Malba. Participa: PowerPaola [Paola Gaviria, Ecuador, 1977 / creció en Colombia], actualmente publica una tira mensual en la revista cultural Arcadia [Colombia] y trabaja en la animación de su novela gráfica Virus Tropical. En este taller se verán ciertos códigos específicos de la historieta que nos ayudarán a comprender que a veces no es necesario saber dibujar bien sino tener las herramientas para poder contar nuestra propia historia.

PowerPaola, pseudónimo de Paola Gaviria
Historietista colomboecuatoriana radicada en Argentina y autora de la novela gráfica Virus Tropical, un diario ilustrado de sus experiencias personales publicado por Editorial Común. Ha expuesto en galerías de arte e ilustración además de haber realizado y colaborado con sus obras en múltiples formatos como el fanzine [abreviatura de fan's magazine, revista para fanáticos; publicación temática realizada por y para aficionados] y el cine.


«Vos ya tenés 18 años, vos verás cómo lo hacés», le dijo el padre un día, y ella ya  sabía que quería ser artista.

Le pidió prestada plata a su papá y empezó a estudiar Artes Plásticas, al tiempo que trabajaba como modelo. 

Si uno realmente está apasionado por algo tiene que buscar la forma de sobrevivir. 

Por muchísimos años, casi toda su carrera y después cuando se graduó, trabajó como mesera, cuidando ancianas, como niñera o trabajando en una cocina. Sabía que quería dibujar, lo tenía clarísimo y le angustiaba muchísimo el que no llegara un día en el que pudiera vivir  del dibujo solamente... .

 Si uno tiene pasión y disciplina, y está ahí todo el tiempo practicando, me imagino que algún día funciona.

¡Para conocerla!! y su obra, desde ya.

Escritor con un estilo original, encuadrado dentro de «la Nueva Novela Negra Cubana», autor de Monasterio, publicada recientemente.

Marcial Gala ha dedicado su vida a la literatura, y ha obtenido importantes premios en concursos provinciales y nacionales. Miembro de la Asociación de Literatura de la UNEAC [Unión de Escritores y Artistas de Cuba] en la provincia de Cienfuegos.
Sus libros de cuentos son: Enemigo de los ángeles, El juego que no cesa, Dios y los locos, El hechizado y Es muy temprano.




Sus novelas: Sentada en su verde limón, La catedral de los negros y Monasterio
Libros de poemas: Moneda de a centavo y Viendo volar un extraño pájaro de ala azul.
Más varias antologías y publicaciones en revistas.

Además de los dos premios mencionados, destaco el Premio Nacional de Talleres Literarios, Nacional Pinos Nuevos de cuento 1999, Premio de la Ciudad de Cienfuegos en cuento y primera mención del mismo premio con su cuaderno de poesía Viendo pasar un extraño pájaro de ala azul. Premio de la revista Matanza al mejor texto publicado en cuento y en poesía durante los años 2010 y 2011. En cuanto a novelas es Premio Nacional Sed de Belleza 1995 Ha participado en las ferias del libro de Ciudad de la Habana, de Guadalajara y de Santo Domingo, ha sido jurado de importantes premios nacionales cubanos, ha impartido talleres de narrativa y de poesía, tanto para jóvenes como para adultos y ha dado conversatorios sobre literatura y cultura cubana durante las ferias de México y Republica Dominicana.



3) Pablo Katchadjian [Buenos Aires, 1977], escritor y editor.

Pablo Katchadjian


Autor que se atrevió a engordar «El Aleph» de Borges, querellado por María Kodama. El ya famoso libro que tanta polémica despertó es El Aleph engordado. Dice Katchadjian que tiene una relación ambigua con Borges, «le gusta su obra, pero no se lleva bien con la monumentalización de su figura» [La voz].





Es uno de los escritores de la llamada nueva narrativa argentina, generación de autores nacidos entre los ’70 y ’80 que «ha renovado la tradición literaria de este país».

Autor de libros experimentales como El Martín Fierro ordenado alfabéticamente y El Aleph engordado —reescritura que le valió una disputa legal con la viuda de Jorge Luis Borges.

Ha publicado con editoriales independientes argentinas novelas como Qué hacer [Bajo la Luna] y Gracias [Blatt & Ríos].

También tres libros de poesía: El Cam del Alch, Dp canta el alma y, en colaboración con Marcelo Galindo y Santiago Pintabona, Los albañiles.


4) Tao Lin [1983, Alexandría, Virginia, EE. UU.], escritor de novelas y relatos, poeta y ensayista, descendiente de padres chinos taiwaneses.



Tao Lin
«La literatura debe mostrar los códigos socioculturales donde se puedan identificar y diferenciar los lugares por medio de los hábitos que adoptan los habitantes. Para eso, debe despegar lo particular de lo universal y, así, lograr mostrar las distintas tonalidades y funcionamientos que influyen en los actos y pensamientos en una persona cualquiera». T. L.

Ha publicado tres novelas, dos libros de poesía, una colección de relatos cortos. Su tercera novela, Taipei [2013, Editorial Vintage]. Libros traducidos al español: ÉÉÉÉÉ, ÉÉÉ, ÉÉÉÉ, Robar en American Apparel, Richard Yates y Taipei.


5) PowerPaola [Ecuador, 1977 / creció en Colombia], pseudónimo de Paola Gaviria [ya mencionada].


6) Gonçalo Tavares [Luanda, Angola, 1970], narrador, dramaturgo y poeta portugués, según la crítica, uno de los más destacados escritores en lengua portuguesa.


Gonçalo Tavares
 Las obras que podemos leer traducidas al español son: Un hombre: Klaus Klump [Mondadori, 2006], el primer libro de la serie de los llamados «Libros negros». «Un retrato bélico sobre la supervivencia, el triunfo de la hipocrecía y el olvido como arma de doble filo. El autor recurre a un ingenioso ejercicio de lógica al servicio de una idea: en la guerra, como en la paz, fortaleza y debilidad son términos inamovibles»; El señor Valery [2006], por el que recibió los premios Branquinho da Fonseca da Fundação Calouste Gulbenkian y el premio del diario Expresso; es el primero de una serie de libros dedicados a los habitantes del Barrio, una comunidad peculiar. 
«Cuando uno lee esta historia, no puede dejar de recordar a Lewis Carroll, ya que da la impresión de que detrás de nuestra lógica rutinaria se esconde otra, igual de válida. La obra de Tavares es un ejercicio de inteligencia, encanto y rigor lingüístico», dice José Antonio Gomes de Expresso. 

El señor Henri es otro de los personajes de su peculiar barrio de celebridades —inspirado seguramente en el poeta y pintor belga Henri Michaux [1899-1984]—, muy culto y que se tiene en muy alta autoestima, habla mucho de todo lo que sabe y le gusta ser el centro de atención.

La máquina de Joseph Walser [2007], elogiado por José Saramago cuando el joven escritor ganó el premio que lleva su nombre, es otra de las novelas cortas que junto a Un hombre: Klaus Klump y Jerusalem [2009, Premio Portugal Telecom de Literatura ], conforman los ya mencionados «libros negros».

De Biblioteca [2007] dice el conocido escritor español Enrique Vila Matas, quien es sin lugar a dudas uno de sus distinguidos valedores: «es un libro de viajes, pero en vez de por países se viaja por escritores. Se viaja por Kafka y se viaja por Borges y por Sylvia Plath y por Raymond Carver y por Patricia Highsmith y se viaja por Milan Kundera. Es un libro de misterio, porque Gonçalo M. Tavares escribe de los misterios de los que hablan los libros y de los misterios de la vida. Los misterios del cuerpo, del mal, del deseo y del dolor. Los misterios de las paradojas, de la naturaleza y del conocimiento. Es un libro de lector, como El Quijote, como Madame Bovary o como Las amistades peligrosas. Es un libro escrito con humor y con una prosa tan afilada como un bisturí». 

Historias falsas [2008] es el último de sus libros que menciono, y solamente aclaro que son nueve historias cuyas tramas —quizá lo menos importante— y personajes transitan entre la realidad, muy famosos ellos, y la ficción. Poca acción, mucha filosofía y sentimiento. Estilo austero, gran profundidad lograda en breves textos.
¡Para leer!!

La buena literatura portuguesa pasa, sin duda, por Gonçalo M. Tavares. De una originalidad impresionante, muy recomendado por la crítica y los lectores.


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Aquí están todos los escritores nombrados, ya en la charla. Foto Fundación Filba, 23 de septiembre, 2015
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  • Lectura. Conferencia Inaugural: Desfiguraciones 
SECCIÓN: FUTURO. 20 h, Auditorio Malba. Participan: Martín Kohan, Presenta: Eugenia Zicavo

un personaje con una amplia cultura, que se tiene en muy alta estima a sí mismo y que habla y habla sin parar sobre lo mucho que sabe, intentando ser siempre el centro de atención. - See more at: http://www.elladofriodemialmohada.com/2012/10/el-senor-henri.html#sthash.krARtVrR.dpuf
Martín Kohan
Sus trabajos han sido publicados en el extranjero [Italia, Reino Unido, Francia, Alemania] con gran éxito y ha recibido numerosos premios, como el premio Herralde de Novela 2007, el Premio Konex y el Diploma al Mérito como uno de los cinco mejores novelistas del periódo 2008-2010 de la Argentina.


Y esta fue su excelente conferencia inaugural:





El autor al parecer se inspiró en el poeta y pintor belga Henri Michaux para incluir a este personaje en su particular barrio de celebridades: no es que Tavares realice una pseudo biografía de Michaux, simplemente su figura le sirve como excusa para desarrollar a un personaje con una amplia cultura, que se tiene en muy alta estima a sí mismo y que habla y habla sin parar sobre lo mucho que sabe, intentando ser siempre el centro de atención. - See more at: http://www.elladofriodemialmohada.com/2012/10/el-senor-henri.html#sthash.krARtVrR.dpuf
El autor al parecer se inspiró en el poeta y pintor belga Henri Michaux para incluir a este personaje en su particular barrio de celebridades: no es que Tavares realice una pseudo biografía de Michaux, simplemente su figura le sirve como excusa para desarrollar a un personaje con una amplia cultura, que se tiene en muy alta estima a sí mismo y que habla y habla sin parar sobre lo mucho que sabe, intentando ser siempre el centro de atención. - See more at: http://www.elladofriodemialmohada.com/2012/10/el-senor-henri.html#sthash.krARtVrR.dpuSus novelas O homem ou é tonto ou é mulher y A colher de Samuel Beckett e outros textos fueron adaptados al teatro.
Martín Kohan [Bueno Aires, 1967], el escritor argentino, profesor de Teoría Literaria en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de la Patagonia, autor de las novelas Ciencias morales [2007, su novela más popular, llevada al cine con el nomre La mirada invisible], Cuentas pendientes [2010] y Bahía Blanca [2012], etc.; de los ensayos Narrar a San Martín [2005] y El país de la guerra [2014], inaugurará oficialmente la séptima edición del Festival, con la relectura de la nueva literatura argentina.


  • Performance. RYP. Ritmo y Poesía. SECCIÓN: FUTURO. 20:30 h, Auditorio Malba. Una intervención de poesía, danza y beatbox [percusiones vocales] cierra la inauguración y sienta el clima para los cuatro días que vendrán.
Participan: Milo Moya, Mariela Puyol, Tálata Rodríguez.
*     *     *

«Desde un inicio el Filba Internacional ha puesto un enfásis permanente en los escritores de América Latina. Intercambiar miradas que permitan potenciar las coincidencias y comprender mejor las diferencias de los países de la región es uno de los objetivos del festival».

Pero también es una muy buena ocasión para acercarse a escritores de países más distantes, como es el caso del joven y polémico Tao Lin, o la crítica de arte, además de escritora del famoso y osado La vida sexual de Catherine M., me refiero a ella misma, la francesa Catherine Millet. Volver a ver a Coetzee, ya es un visitante asiduo, siempre será un placer.

A no perderse los detalles e información sobre ente atractivo encuentro, de cerca los que están en alguna de las tres ciudades, o de lejos los que no hemos podido viajar.

C. G. 



Mis notas, links, información, entrevistas, sitios de interés: 


- Entrevista a PowerPaola:
http://mesagrafica.cl/web/2013/11/powerpaola-si-hay-trabajo-y-pasion-y-hambre-se-puede/


- Entrevistas a Andrés Burgos:
 http://www.letraslibres.com/blogs/serial/20-preguntas-andres-burgos
 http://blog.eternacadencia.com.ar/archives/45524


 - Reseña de Monasterio, Marcial Gala:
 http://www.universolamaga.com/monasterio-de-marcial-gala/


- Entrevistas a Pablo Katchadjian:
http://www.lavoz.com.ar/ciudad-equis/pablo-katchadjian-borges-esta-sometido-una-sacralizacion
https://sites.google.com/site/la3eraopinion/la-tercera-numero-4/entrevista-a-pablo-katchadjian


- La libertad total, Pablo Katchadjian: reseña.
 http://www.losinrocks.com/libros/resena-la-libertad-total-de-pablo-katchadjian#.Vf_34pdRJq8


- Taipél, Tao Lin: reseña.
 http://revistaterminal.cl/web/2015/04/taipei-una-novela-de-de-tao-lin/


- Tao Lin: entrevistas de El País Cultura y El Diario.es:
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/01/30/actualidad/1391108550_335994.html
http://www.eldiario.es/cultura/libros/TAO-LIN-pasivo-importas-nadie_0_218029099.html


 - Gonçalo M. Tabares, El barrio:
 http://cultura.elpais.com/cultura/2015/07/30/babelia/1438265209_426759.html

- La máquina de Joseph Walser, Gonçalo M. Tabares:
http://www.letraslibres.com/revista/libros/la-maquina-de-joseph-walser-de-goncalo-m-tavares


- Eugenia Zicavo: doctora en Ciencias Sociales. Socióloga. Periodista. Docente e investigadora en la Facultad de Ciencias Sociales [UBA-Instituto Gino Germani-CONICET] y UNTREF. Es conductora del programa televisivo Libroteca [Canal de la Ciudad], y columnista cultural en No somos Nadie [Radio Metro] y Suciopop [FM Nacional Rock]. Sus textos pueden leerse en medios nacionales e internacionales como revista Ñ, Perfil, Tiempo Argentino, Anfibia, El Planeta Urbano, La República [Uruguay] y en revistas académicas especializadas. Su crónica «Buenos Aires era una fiesta» integra la Antología de crónica Latinoamericana actual editada en 2012 por Alfaguara España, también publicada en Argentina. Su texto «Mi vida Palermo» forma parte del libro Con el corazón en la boca publicado en 2014 por Aguilar.


- Entrevista a Martín Kohan:
 http://www.confinesdigital.com/conf25/entrevista-a-martin-kohan.html


- Página oficial FILBA: parte de la información aquí expuesta.
 http://filba.org.ar/filba-internacional


- Blog FILBA:
 http://filba.org.ar/blog/











 












domingo, 13 de septiembre de 2015

Grazia Deledda, en el día de su nacimiento. Letras de Cerdeña.

Grazia Deledda 

[Nuoro, Cerdeña, 27 de septiembre de 1871- 

15 de agosto de 1936, Roma],

la scrittice sarda più conosciuta al mondo

Premio Nobel de Literatura 1926,

vida y obra unidas

 

Imaginémos en Cerdeña, en mi verde y desconocida Cerdeña, y comencemos...




 
Grazia Deledda

Autora de:

Paesaggi sardi [1896]

Escritora prolífica, autodidacta, encuadrada dentro del movimiento naturalista: «il verismo italiano».
                                      Pinta con palabras los paisajes de sus historias, llena esos lugares de sonidos, perfumes y pasiones. Sus personajes son de una sociedad agraria sarda de una época. En sus novelas y narraciones cortas, Deledda, fiel a sus orígenes con raíces profundas, — recordando que Cerdeña es cuna de la cultura nurágica [última etapa de la Prehistoria, Edad de los Metales]—, el paganismo y la superstición están presentes junto a las emociones reales.

De su primera obra se destaca Paisajes sardos. En esta y en otras narraciones, vemos como se mueve «la pequeña escritora»  —como la llamaban— en escenarios rurales o llanuras marinas, tiempos históricos de la nueva Italia unificada y de los cambios sociales, donde  busca reflejar el mundo isleño, la realidad de sus hombres y mujeres.
Sobre todo de sus mujeres, «con las cuales comparte códigos genéticos», dice la doctora en Filología italiana, M. Teresa Navarro Salazar.

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Cerdeña hoy y ayer


Visitando las numerosas islas de Cerdeña:

Parque Nacional del Archipiélago della Maddalena
[foto personal, domingo 23-8-15] 


Construcciones típicas de Cerdeña. Nuraghe S. Barbara. Macomer, Pcia. de Nuoro, donde nació la autora. Edificio megalítico [1000 a. C.]. Símbolo de Cerdeña y su cultura.




Elías Portolu [1903]



En Elías Portolu, una de las novelas de más suceso, encontramos una trama colmada de emociones y rica de situaciones imprevistas. Mantiene al lector en un constante estado de suspenso y anticipa un final impresionante. El protagonista llega al corazón de los lectores. Aparece uno de los pasajes más famosos y apreciados de su obra: es el que describe y transmite, con una maravillosa sencillez, una romería popular al monte Lula. Así comienza la historia:

Giorni lieti s'avvicinavano per la famiglia Portolu, di Nuoro. Agli ultimi di aprile doveva ritornare il figlio Elias, che scontava una condanna in un penitenziario del continente; poi doveva sposarsi Pietro, il maggiore dei tre giovani Portolu.
Si preparava una specie di festa: la casa era intonacata di fresco, il vino ed il pane pronti; pareva che Elias dovesse ritornare dagli studi, ed era con un certo orgoglio che i parenti, finita la sua disgrazia, lo aspettavano.¹

[Para la familia Portolu de Nuoro, se avecinaban días felices. En los últimos días de abril debía regresar el hijo Elías, que cumplía una condena en una penitenciaría del continente, después debía contraer matrimonio Pietro, el mayor de los tres jóvenes Portolu.
Se preparaba una especie de fiesta: el vino y el pan estaban listos, era como si... Elías volvíese de sus estudios. Terminado el infortunio, la familia lo esperaba con una especie de orgullo].

Costumbres y geografía de Cerdeña, «poética verista» e influencia del Decadentismo.

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«Te parecerá una novela, oh mi rubia y pequeña lectora, pero es una historia verdadera. Tan cierta es, que para contártela cambio los nombres de las personas y de los lugares donde suceden las cosas.
Imaginémos en Cerdeña, en mi verde y desconocida Cerdeña, y comencemos...»

Nell´azzurro [1890]²

Nell´azzurro [1890] 


«¡Infancia!... y quizá esta sea una palabra mágica y misteriosa, un jeroglífico oriental, implícito indistintamente ya sea en el alma como en la mente, del corazón, con dulces y vivaces recuerdos, y así esfumados entre la niebla del pasado, con sonrisas erráticas y suaves y sobresaltos de nostalgia y arrepentimiento, y... ¿olvido del presente?

No lo sé, lo que sí sé es que si tuviese solo por un día la lapicera de uno de nuestros grandes escritores, —de De Amicis por ejemplo—, la usaría rápidamente para escribir las memorias de mi infancia.

¡Cuántas impresiones agradables, graciosas, vivas en esta palabra: infancia. Recuerdos de amigos y de maestros, de juegos, de alegrías y dolores, paisajes huidizos, efímeros, trémulos en la verde niebla de un pasado indistinto; recuerdos de personajes típicos en su propia fealdad o belleza; miles de recuerdos, miles que forman parte todos de estos primeros años, recuerdos que a menudo agitan la mente en las horas de vigilia nocturna, entre los misteriosos brillos de la lámpara que se extingue y de la luna que emerge en el perfil de la montaña».

Memorie infantili [fragmento, mi traducción]


Nell´azzurro, Grazia Deledda [audiolibro]

Y si hay un paisaje, un mar que puede llevar este título hoy y siempre, «Nell´azzurro», seguramente es el de Cerdeña, azul en todas sus gamas:


Foto personal, tomada el 23-8-15

Y Grazia, o Cósima en su novela autobiográfica, así lo describe cuando, muy joven, deja su Nuoro natal...
 
A medida que se iba descendiendo hacia las llanuras marinas, el clima cambiaba por completo: 
allí abajo todavía se estaba como a principios de otoño; 
el cielo, despejado, se aclaraba verdoso y, de repente, Cósima lo vio reflejado en un espejo de agua que le recordó la alberca de la viña: era un estanque. 
De él se elevaron pájaros nunca vistos, grandes y con alas irisadas, como si brotaran del agua y dibujaran sobre el cielo una especie de arco iris: 
quizá era un espejismo, 
pero a ella le pareció un gozoso auspicio.

Cósima [extracto, mi traducción] .


Foto personal, tomada el 23-8-15


Foto personal, tomada el 23-8-15

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Sabía que si quería conseguir alguno de sus libros, tendría que salir de los glamorosos Porto Rotondo y Porto Cervo. Y así llegué a Santa Teresa Gallura: 



Una calle típica de Santa Teresa Gallura. Foto personal, tomada el 23-8-15

Allí, además de probar las deliciosas especialidades como la miel amarga [parece una contradicción] de madroño, ingrediente imprescindible no solo para postres.


Y en mi recorrido, encontré lo que buscaba, una librería. Esta, con una vieja tradición, tuve suerte.

30, Piazza Vittorio Emanuele, Santa Teresa di Gallura

Entonces sí, apareció lo que buscaba:

Este hermoso libro publicado en edición compartida. Es de la editorial de la Torre di Cagliari, que se ocupa de la difusión en Cerdeña. Dado la importancia de la obra para la cultura nacional, además de la sarda, la difusión en otros lugares de Italia, estuvo a cargo directamente de la editorial Newton Compton.




Creencias mágicas y hechicerías, fiestas populares antiguas, supersticiones y ritos de otros tiempos con sus significados etnográficos.
 



La Fiesta del Redentor, una fiesta que se prepara cada agosto desde hace muchísimos años. En la actualidad, los jóvenes nuoresi visten los trajes dei nonni y la ciudad se adorna con luces y colores para esta tradicional fiesta de la fe.




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Leer este libro es conocer las tradiciones populares de Nuoro y especialmente de Barbagia, una vasta región montañosa de la Cerdeña central, «la salvaje»; otro mundo, uno de tradiciones y costumbres de miles de años, con esos encantos que me gusta descubrir:



Es tener otra mirada. 
Por lo general, conocemos la Cerdeña soñada de las playas y los veraneos, del jet set internacional, pero... ¿por qué no probar y descubrir otras caras de la segunda isla del Mediterráneo? 
Ingresar nel cuore della Sardegna con Grazia Deledda, la sua figlia.
  


Un vieja ciudad de provincia, pequeña, la misma de siempre según pasan los años, con esa sensación un poco vacua, la atmósfera que Grazia Deledda tan bien transmite. [Nuoro: viejas casas de Seuna].... en nuestros bosques, sobre las montañas de granito, en los fértiles valles: surcos de plata. Son los arroyos en las verdes llanuras de pasturas floridas, tras los plácidos silencios del cielo y del campo solitario...

Tradizioni popolari di Sardegna
Grazia Deledda 
[extracto; mi traducción]

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          ¿Qué hace que hoy la estemos leyendo y valorando?
 Grazia Deledda es una de las grandes escritoras contemporáneas, además de la única italiana en haber ganado el Premio Nobel de Literatura, como ya he mencionado.
          Descubrirla en este viaje, fue conocer algo más del ambiente sardo, algo muy diferente de lo que se nos presenta a primera vista. 
          Fue saber, a través de sus relatos introspectivos, de una mujer que nació en una sociedad patriarcal que marginaba a la mujer, en una isla donde todo llegaba tarde, lejos de los países donde ya se gestaban los cambios.
          Sin embargo, ella fue alguien que supo desarrollar su vocación de escritora, encontrar su espacio, enfrentar a la opinión pública —sus temas no eran los convencionales ni adecuados para una señorita de su tiempo. Y supo demostrar su evolución, tanto a nivel humano como literario. 
          Fue conocer a alguien que en un período de su vida olvidó casi todo y a todos. Pero cuando logró recordarlo, cuando vuelve, revive lo bien que se había sentido en esa vida casi salvaje, tan lejos del mundo que frecuentara luego.
          Fue pasearme por la infancia de la niña de los bosques umbrosos y solitarios con el rumor de los torrentes, correr por las llanuras ardientes entre los olivos y por las montañas llenas de sol, juegos sin muñecas, casi sin amigos: sus amigos fieles eran los corderitos blancos y los grandes perros del tío Bastiano.
          Y así, entender algo de cómo todo esto y más, mucho más que desconzco, formaron su carácter ardiente y decidido, alimentaron su espíritu de escritora, su fantasía. En definita, fue percibir sus emociones y liberación interior.
          Hasta el próximo encuentro.

Cecilia Olguin Gianelli  


Notas


-  ¹ Elias Portolu [1903]:
http://digilander.libero.it/testi_di_deledda/deledda_elias_portolu.html
http://www.rodoni.ch/busoni/bibliotechina/autoriinrete/deleELIAS.pdf
Riassunto:
 http://cultura.biografieonline.it/riassunto-di-elias-portolu-romanzo-di-grazia-deledda/

- ² Nell´azzurro [1890]:
 http://digilander.libero.it/testi_di_deledda/deledda_nell_azzurro.html
 http://livros01.livrosgratis.com.br/lb000272.pdf

- Autobiografía y novela:
http://religionycultura.org/2004/229/RyC229_3.pdf

- Cósima, Grazia Deledda: autobiografía novelada.
- Cósima quasi Grazia

- Estudio Universidad Complutense Madrid, Dra. Dª. Aurora Conde Muñoz, Departamento de Filología italiana:
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/italiano/cv_profesores/%28CV_Conde_Munoz%29.pdf

- Datos de la autora y su obra:
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=deledda-grazia

Nació en Nuoro, Cerdeña, el 27 de septiembre de 1871. Falleció en Roma, el 15 de agosto de 1936.
Escritora italiana, ganadora del premio Nobel de Literatura en 1926.

Su familia era numerosa y tenía un buen nivel económico. El padre, Giovanni Antonio, pequeño empresario y terrateniente, fue poeta aficionado y alcalde de Nuoro en 1892. La madre, Francesca Cambosu, era una mujer muy religiosa que crió a sus hijos con extrema rigurosidad moral. 

Después de haber realizado sus estudios de educación primaria, recibió clases particulares de un profesor huésped de un familiar suyo, ya que las costumbres de la época no permitían que las jóvenes recibieran una instrucción que fuera más allá de la escuela primaria. Posteriormente, profundizó como autodidacta sus estudios literarios. 
 
Empezó a destacarse como escritora con algunos relatos que publicó en la revista «L'ultima moda». Su primera obra de éxito fue En el azul [1890].

Sus primeras obras oscilan entre la narrativa y la poética. De ellas destaca Paisajes sardos [1896]. Tras casarse con Palmiro Madesani, funcionario del Ministerio de la Guerra al que conoce en Cagliari en octubre de 1899, la escritora se traslada a Roma y tras la publicación de Almas honestas [1895] y de El viejo de la montaña [1900], además de sus colaboraciones en la revista «La Sardegna», «Piccola rivista» y «Nuova Antologia», la crítica empieza a interesarse por sus obras.

En 1903 publica Elias Portolu que la consagra como escritora e inicia una buena serie de novelas y obras de teatro: Cenizas  [1904], La hiedra [1906], Hasta el límite [1911], Colombi e Sparvieri [1912], Cañas al viento [1913], El incendio en el olivar [1918], El Dios de los vientos [1922]. Cenizas fue también una película de 1916, interpretada por Eleonora Duse.  

Su obra fue alabada por Luigi Capuana [1839-1915] y Giovanni Verga [1840-1922], además de por otros escritores más jóvenes como Enrico Thovez [1869-1925], Pietro Pancrazi [1893-1952] y Renato Serra [1844-1915]. 
En Elías Portolu [1903] evoca la Cerdeña decadente de principios del siglo XX. Su mundo es poético, pero primitivo y cerrado. La sociedad que describe es arcaica, sus personajes están  dominados por conceptos intransigentes y supersticiosos, son de una moralidad sumamente convencional.

Su narrativa está basada en sus propias experiencias y las de su gente: vivencias de amor, dolor, muerte, relaciones, moralidad, ética, el pecado y la culpa, la conciencia, el destino y una inevitable fatalidad.

Sus influencias literarias fueron sus lecturas, época del verismo literario, tendencia surgida en Italia [1875 y 1896] entre un grupo de escritores, principalmente narradores y comediógrafos... los personajes de las historias, las situaciones y emociones eran reales, de la vida cotidiana. Un mundo campesino pobre y supersticioso en muchos casos, prejuicioso aunque sano moralmente. Es bastante regionalista, con descripciones, de ambientes naturales o cerrados, detallados minuciosamente.

Una narración que abandona al narrador omnisciente propuesto por Manzoni [I promessi sposi] y adopta la impersonalidad narrativa donde el narrador no participa emotivamente en los acontecimientos: ni condena ni enjuicia, tampoco aprueba. Las consecuencias se revelan de modo espontáneo.
En definitiva, un narrador que aspira a ofrecer una fotografía literaria del conjunto social.

- Historia de la Literatura italiana contemporánea, Assumpta Capms, capítulo 3:
http://ir.nmu.org.ua/bitstream/handle/123456789/132540/68006dd7f057c18bb14092cfcb755203.pdf?sequence=1

Los escritores elegidos por Grazia Deledda eran: Giovanni Verga [1840-1922], el mayor exponente de la corriente literaria verista, Gabriele D´Annunzio [1863-1938], símbolo del Decadentismo, y León Tolstoi [1828-1910], adscrito dentro del realismo.

El vínculo entre lugares y personas está latente en sus historias, también los estados de ánimo y el paisaje, el de su «áspera» Cerdeña natal, que sin embargo no aparece siguiendo los esquemas veristas regionales ni tampoco tienen la coloración de D'Annunzio, sino que aparecen a través de los mitos.

La crítica, sin embargo, la ha encasillado en uno u otro -ismo: regionalismo, verismo, decadentismo... Algunos críticos sin embargo prefieren reconocerle una poética propia y original, integrada en el contexto del Siglo XX europeo, en la que todo aparece sin que llegue a pertenecer a ningún movimiento en exclusiva.

Sus obras son: En el azul / Nell´azzurro [1890], Flor de Cerdeña / Fior di Sardegna y Los caminos del mal / Le vie del male [1892], Relatos sardos / Racconti sardi y Almas honestas / Anime oneste [1895], El viejo de la montaña / Il vecchio della montagna [1900], Elias Portolu [1903], Cenizas / Cenere [1904], La hiedra / L´edera [1890], Cañas al viento / Canne al vento [1913], Marianna Sirca [11915], La madre [1920], La huida a Egipto / La fuga in Egitto [1925], El sello del amor / Il sigillo d´amore [11926], Cosima [1937, póstumo], El cedro del Líbano / Il cedro del Líbano [1939]

- Obra de Grazia Deledda:
 http://digilander.libero.it/testi_di_deledda/index.html

- Cultura nurágica: surgió hacia el 1700 a. C. en Cerdeña [edad de Bronce media]. Nació y se desarrolló en Cerdeña, se difundió también por Córcega. Este período llega hasta el siglo II, cerca de los albores del Imperio romano.  
Debe su nombre a los nuragas, características torres-fortalezas en las que se aplica el principio de la falsa cúpula, originario del Mediterráneo oriental. Los nuragas son los vestigios más elocuentes y fueron el fruto de la evolución de una cultura megalítica preexistente, constructora de dólmenes y menhires.

Las torres nurágicas son unánimemente consideradas como los monumentos megalíticos más grandes y mejor conservados de Europa. Es discutido cuál sea su función: algunos han visto en ellas tumbas monumentales, otros casas de gigantes, fortalezas, hornos para la fusión de metales, prisiones o templos de culto al sol. Parece que hay un acuerdo moderno en considerarlas como estructuras defensivas que incluyen graneros y silos.

Pueblo de guerreros y navegantes, los sardos comerciaban con los otros pueblos mediterráneos y su cultura ha producido no sólo los característicos complejos nurágicos, sino también los enigmáticos templos de acqua sacra, las tumbas de los gigantes y las particulares estatuillas de bronce.

Durante mucho tiempo su cultura vivió con otras civilizaciones extrañas a la isla, como la fenicia, la púnica y la romana, sin llegar a ser absorbida por ellas. [W, edit.]

- Los misterios de Cerdeña, Marcelo Dos Santos: http://axxon.com.ar/rev/158/c-158divulgacion.htm

- Civiltà nuragica, Paolo Melis: http://www.sardegnacultura.it/documenti/7_70_20060320131352.pdf