viernes, 9 de octubre de 2015

Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura 2015


Svetlana Alexiévich

Premio Nobel de Literatura 2015

[Stanislav, Ucrania, 31 de mayo de 1948]




Los últimos 30, 40 años los ha ocupado en el mapeo del hombre soviético y postsoviético.
No en narraciones de acontecimientos, sino en historias de emociones.

De los eventos históricos que tratan sus libros nos ofrece un mundo emocional.
Miles de entrevistas a niños, mujeres y hombres, historias de seres humanos de los que no sabemos mucho.

Al otorgarle el premio la Academia destaca: sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo.

Es Svetlana Alexiévich, de 67 años, ensayista, escritora bielorrusa y prestigiosa periodista, la primera en ganar un Premio Nobel de Literatura.







Y sexta en el número de escritores en lengua rusa. Los que la precedieron fueron: Iván Bunin en 1933, quien aprendió a leer y escribir con El Quijote, autor de Días malditos [1870-1953]; Boris Pasternak en 1958, autor de la famosa novela llevada al cine Doctor Zhivago, también se destacó por su poesía, Mi hermana la vida [1890-1960]; Mijail Shólojov en 1965, El don apacible, también adaptada al cine, [1905-1984]; Alexsandr Solzhenitsyn en 1970, autor de la impactante  Archipiélago Gulag, enseñándonos el significado del término e instalándolo, más allá del acrónimo ruso [1918-2008], y por último, el poeta Joseph Brodsky en 1987, descubierto y apadrinado por Anna Ajmátova, ciudadano estadounidense, [1940-1996].


Muy valorada por sus pares, crítica y lectores, Svetlana Alexiévich, paradójicamente, no puede publicar sus libros en su propio país, gobernado por el dictador Alexander Lukashenko [actual presidente de Bielorrusia, desde 1994, ¡dos décadas!].
La escritora lo llamó «una censura artera».
Critica abiertamente su gobierno, un sistema económico de estilo soviético y el uso de la pena de muerte.



Svetlana Alexiévich. Berlín, 2014





República de Belarús. Antiguamente, Rus Blanca. Europa Oriental. Hasta 1991 formó parte de la URSS [Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas]


En unos meses, cuando algo de su obra, escrita en idioma ruso, esté traducida al español [sí está traducida a otros idiomas], conoceremos de ella lo más importante y la valoraremos en sus trabajos literarios periodísticos, desconocidos por la mayoría... aunque leídos a toda velocidad por este acontecimiento.

Conoceremos un testimonio crítico más de la antigua Unión Soviética y de los efectos negativos que aún vive su pueblo.

Dice la crítica y el periodismo especializado: «Ha retratado en lengua rusa la realidad y el drama de gran parte de la población de la antigua URSS, así como los sufrimientos de Chernóbil, la guerra de Afganistán y los conflictos del presente». 

Muy crítica con el Gobierno bielorruso ha dicho recientemente: «Respeto el mundo ruso de la literatura y de la ciencia, pero no el mundo ruso de Stalin y Putin».

Ha cultivado su propio estilo literario al que denomina «novela de voces». El narrador es un hombre de todos los días, el de acá al lado, el común... el que generalmente no tiene voz ni voto, el mismo que se ha llevado su propia historia a la tumba, desde la Revolución, hasta Chernóbil pasando por la caída del imperio soviético.

Un estilo que combina literatura y periodismo, un collage donde los testimonios individuales tienen un valor y fuerza preponderantes. Estos relatos en primera persona, otorga a los grandes acontecimientos a los que se refiere, el componente preciso e individual, una singularidad que los humaniza y los lleva a un terreno íntimo.

Este procedimiento lo usó por primera vez en La guerra no tiene rostro femenino [War's Unwomanly Face, 1983], una de sus obras claves, considerada obra maestra del periodismo de investigación, que conoceremos en noviembre, por la editorial Debate.

A  partir de una serie de entrevistas aborda el tema de las mujeres rusas que participaron en la II Guerra Mundial como soldados de infantería, francotiradores, doctoras y enfermeras. Grabaciones que obtuvo trabajando como periodista de un diario local en la década de 1970.
La publicación del libro estuvo largo tiempo restringida, la razón fue su focalización en tragedias personales y el no poner el acento en el rol del Partido Comunista.
Fue finalmente publicado en 1985 bajo la reforma perestroika.

El estreno de la obra teatral con la adaptación de este libro, en Moscú, 1985, supuso un gran impulso en la Glásnost [término que significa transparencia o dar a publicidad, utilizado por Gorvachov, (perestroika) en contraste con el secretismo anterior].



War's Unwomanly Face, Maxim Gorki Theater Berlín, 2013


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Svetlana Alexiévich vuelve a usar esta técnica testimonial de primera persona para legitimar la desesperación de esas madres de soldados rusos que habían perdido a sus hijos en la invasión soviética a Afganistán [Guerra de Afganistán, 1978-1992].

El libro se llama Zinky Boys / Los chicos de cinc [1989] y el nombre hace alusión a los ataúdes de zinc en que les eran devueltos los cuerpos a sus familiares.

Son entrevistas presentadas como narraciones cortas, sin interpolaciones de la autora. Las personas hablan por sí mismas. Logra escapar de las disciplinas periodísticas y literarias, y de esta manera descubre la manera de presentar su material y crear su propio efecto.



Zinky Boys, Svetlana Alexiévich

 

Voices from Chernobyl: The Oral History of a Nuclear Disaster / Voces de Chernóbil. Crónica del futuro fue publicado en 2014 por Editorial DeBolsillo, otro de sus trabajos esenciales.



Debolsillo, 2015; 408 páginas


Un libro estremecedor que da voz a los que sobrevivieron al desastre nuclear de la central de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986, cuando el reactor número cuatro explotó.
Voces que fueron silenciadas y olvidadas por su propio gobierno.

Un relato impactante sobre las secuelas que la conocida catástrofe sin precedentes dejó en personas que lo vivieron. La manipulación de la información por parte de las autoridades soviéticas y los protagonistas que hacen oír su drama.
Fue la mayor catástrofe nuclear de la historia de la humanidad, no sucedió hace tanto.
Parece que hemos olvidado la amenaza que el fallido proyecto soviético representaba para el resto del mundo.



Publicado por primera vez en ruso en 1997, Voces de Chernóbil fue traducido en 2005 al inglés para su edición estadounidense. Allí obtuvo el Premio del Círculo de Críticos.




Siglo XXI, 2006; 300 páginas


Este cortometraje basado en su libro Voces de Chernóbil fue nominado para un Oscar en 2010:








Otro de sus libros imprescindibles es Enchanted with Death / Cautivados por la muerte [1994], que trata sobre los intentos de suicidio tras la caída del comunismo. La reacción de las personas que no podían abandonar sus ideales socialistas ni acepar e incorporarse al nuevo orden del mundo.

Finalizo con Second Hand Time / Tiempo de segunda mano [2013], su libro más reciente. Una nueva historia polifónica —marca registrada de Svetlana Alexiévich—. Para este libro grabó, una vez más, cientos de testimonios soviéticos, enfocándose en esa pérdida de equilibrio con la vida por los cambios políticos y sociales. Los tiempos de post-perestroika era un mundo desconocido y hostil para muchos.

La adaptación al capitalismo no fue fácil, y en algunos aspectos, decepcionante. Muchos cayeron en la pobreza extrema, se cometieron suicidios, asesinatos y homicidios étnicos.
Una obra de no-ficción que retrata la mentalidad soviética de más de 20 años después de la caída del comunismo.
Galardonado con el prestigioso Premio Medicis de Ensayo, Francia en 2013.



*     *     *



Su influencia literaria y humaniraria nos la señalan por el lado del escritor y crítico, Doctor en Filosofía y Filólogo ruso, Ales Adamovich [1927-1994]. Con él comparte su postura contra la guerra y su coraje y honestidad para expresarlo, libre de cualquier compromiso político o económico.

Dice en su blog que fue él quien puso los varios títulos a su estilo: collective novel, novel-oratorio o novel-evidence. Gente hablando de sí mima y un coro épico.

«Traté de encontrar un método literario que se aproximara lo más posible a la vida real. La realidad siempre me ha atrído como un imán. Quería capturar en papel las voces reales, las confesiones, testimonios de testigos y documentos. Esa es la forma que escucho y veo el mundo, como un coro de voces individuales y un collage de detalles cotidianos. De esta manera y no de otra todo mi potencial mental y emocional se realiza en plenitud. De esta manera puedo ser al mismo tiempo una escritora, periodista, sociológa, psicóloga y... predicadora».

Para conocer su voz, más de su pensamiento e ideas [en idioma inglés] de alguien que ha profundizado en el conflicto y sus consecuencias:







Ya tenemos una aproximación, una idea de quien es Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura 20015, por ahora podemos leer su obra en inglés y algunos extractos. El único libro traducido al español actualmente es Voces de Chernóbil [Siglo XXI y Edit. Debate], en noviembre tendremos su otra gran obra también mencionada, La guerra no tiene rostro femenino [Edit. Debate].

A pesar de todo su gran trabajo, dice que vive con un sentimiento de derrota, por pertenecer a una generación que no supo llevar a cabo sus ideas, y nos hace recapacitar sobre la nuestra y la de nuestros intelectuales.

Así piensa y así trabaja, abordando sus temas con gran pasión y profesionalismo, usando su propia  técnica de montaje documental., dejando fluir las voces en torno a las experiencias del «hombre rojo» o el «homo sovieticus» y también postsoviético.

Celebro este premio que me parece va mucho más allá del valor literario, es escritura de no ficción, son las voces que nunca se escuchan las que aparecen en sus páginas.
Una faceta emocional verídica pocas veces reflejada.




Svetlana Alexiévich trabajando en su casa de Berlín. Perseguida por el régimen dictatorial de Aleksandr Lukashenko que la hizo salir de Bielorrusia, vivió en París, Gotemburgo y Berlín, entre otras ciudades.

Svetlana Alexiévich en su casa en Minsk, Bielorrusia, donde pudo regresar en 2011.



Espero que pronto podamos tener sus libros, y saber, aprender qué nuevo tipo de hombre puede emerger de entre los escombros.
Termino con sus palabras:

Busco vida para observar, matices, detalles. 
Porque mi interés en la vida no son los acontecimientos como tales,
no las guerras como tales, no Chernóbil como tal,
no el suicidio como tal.
Lo que me interesa es qué le pasa a la persona, al ser humano de nuestro tiempo.
Cómo se comporta y reacciona.
Cuánto del hombre biológico hay en él, cuánto del hombre de su tiempo, cuánto del hombre. 

Svetlana Alexiévich
 
 

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Mis notas, fuentes, lecturas y links:


 - Svetlana Alexiévich website:
http://www.alexievich.info/indexEN.html


Extract Voices from Chernobyl by Svletana Alexiévich:
http://www.theguardian.com/environment/2005/apr/25/energy.ukraine

  
- El País Cultura: 9 de octubre de 2015.
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/10/08/actualidad/1444297840_159906.html


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