viernes, 8 de marzo de 2013

«Rosshalde», Hermann Hesse


Rosshalde


La vida de un hombre, que es artista, pintor, que vive su arte con una dedicación casi absoluta, que no percibe [y si lo hace, se va habituando] el deterioro, la ausencia de felicidad que van minando su transcurrir; existe un momento de claridad, doloroso, en que el rumbo puede cambiar .........

Hermann Hesse

[1877-1962, alemán nacionalizado suizo]



Traducción de Alberto Luis Bixio
Editorial Sudamericana [bajo el sello Debolsillo]
Título original en alemán: Rosshalde [1956]



Esta novela de 217 páginas, escrita por el famoso poeta, novelista y pintor alemán, ganador del Premio Nobel de Literatura 1946, Hermann Hesse transcurre en este lugar .... que lleva el título del libro, Rosshalde.

Rosshalde no es una localidad, es el nombre de una finca. Podría ser en algún lugar de Alemania o Francia.

La historia que comienza con el personaje principal, está contada en tercera persona, narrador omnisciente.

El protagonista se llama Johann Veraguth, es un pintor famoso, y es el que se había ocupado de la reconstrucción de esta vieja mansión.
Cuando la compró, era una residencia señorial abandonada con jardines desbordados y edificaciones deterioradas.

Entre esos trabajos, estuvo el de construir su estudio de pintor y dos habitaciones en un lugar que ya existía; era una pabellón un poco alejado de la casa principal, en medio del jardín.
Allí trabajaba y .... vivía, "como un hombre soltero".

En la mansión vivía su mujer e hijo menor de siete años, Pierre. Al mayor lo habían mandado a estudiar lejos.
Tenían problemas familiares y esa distribución de alojamiento parecía ser la mejor opción.

Pierre era el preferido de ambos, [también de la servidumbre] y el punto de conexión entre ellos.... moviéndose entre uno y otro sector como verdadero amo. Con total libertad y de una manera natural, no veía los límites ni esa separación de vida de sus padres. Era lo mismo correr por la mansión y sus jardines bien cuidados, de la madre, como por el atelier, los bordes del lago y los jardines salvajes, territorio paterno.



Residencia en la Selva Negra al borde de uno de sus maravillosos lagos.



  Los dos sitios eran sí respetados por el señor y la señora Veraguth, quienes respondían solo a invitaciones previas para visitar el lugar del otro, salvo los almuerzos en el comedor de la residencia, que eran una costumbre diaria.

El pintor disfrutaba al llevar a su hijito de la mano, cuando éste lo iba a buscar para comer; desde ese lugar suyo, a la casa grande de su esposa .......nada lo conmovía más, ese contacto dulce y saber que acomodaba su paso al pasito menudo.

El niño se sentaba entre ellos dos, seres extraños el uno para el otro, con total naturalidad.

A veces venían invitados, a uno u otro sector. Los del señor hablaban en francés.
Y otras era él quien visitaba a colegas en el Alto Rin.

Era su costumbre salir a comer a la ciudad, allí se reunía con amigos, disfrutaba de las cálidas noches de verano (junio) y de las caminatas de regreso, por los senderos a través del bosque, nadaba en el lago de madrugada y .... miraba la pintura en la que estaba trabajando, con sus claros ojos grises.

Esa era la costumbre adquirida: se acostaba con esa imagen; al dormirse había desechado todas las otras  imágenes y pensamientos. Solo el lienzo con esa última obra en proceso veía con los ojos cerrados. En ese momento, era la pintura de una barca muy oscura y una misteriosa luz crepuscular.......


Monet, Impression, Sunrise, óleo sobre lienzo, 1873
Private collection


Trabajaba con una disciplina infatigable.
De una manera muy poética describe el autor el proceso creativo:

"......preparó los tonos de la pintura sobre la paleta, distintos; las partes que representaban el agua y la atmósfera .... una luz fría .... ;flotaban en la penumbra crepuscular los sombríos matorrales y estacas de la orilla; irreal, aparecía la barca del pescador ..... ;el conjunto era frío y triste casi hasta la ferocidad, pero sereno e intangible, sin otra significación simbólica que la significación sencilla sin la cual no puede existir ninguna obra de arte y que no solo nos hace sentir el carácter incomprensible de la Naturaleza, que así nos veja, sino que además nos la hace amar con cierto sentimiento de dulce asombro."


*     *    *


Johann recibe, emocionado y complacido, una carta de su amigo Otto, anunciándole su próxima visita. Estas noticias y su hijo Pierre, eran lo que le ocasionaba más alegría, además de su arduo trabajo, claro.

Pero esa alegría ponía más en evidencia su miserable vida, su falta de amor. El relajamiento moral en que había caído desde hacia veinte años.
En un sentido había perdido a su hijo mayor y a su mujer.

(Nada sabemos todavía los lectores)

Otto era un hombre que viajaba por el mundo, de carácter fuerte y personalidad viváz; gran conocedor del arte pictórico; Johann lo admira y respeta su opinión.

Adele pasaba muchas horas con su pequeño ....... a veces él los contemplaba charlar en la terraza, hablando de las las abejas y las flores.

En el balcón de la habitación Eugene Manet en Bougival, 1888
Berthe Morisot


Observaba a Adele, alta y vigorosa, con una expresión seria y desencantada en un hermoso rostro sereno; a veces la encontraba resplandeciente con su piel blanca bronceada, otras se daba cuenta que había perdido su belleza y eso lo apenaba, le parecía una gran injusticia.

El niño, de hermosas y delicadas facciones, la entretiene (como también a veces a él) con sus preguntas originales .... _¿cómo se llaman las abejas? ....

Casi siempre quedaba desilusionado con la respuesta de los adultos, con sus "lecciones" y "conclusiones" para todo momento.

Le gusta mirar las pinturas de su padre, pero a medias. Prefiere esa que tiene en su casa ..... todo allí es rojo y amarillo, se ven hermosos los niños, las señoras y las flores. Sí, sí, lo prefiere a esa barca negra y aburrida.


Amapolas, Claude Monet, 1873
Museo D´Orsay, París
Pierre era así, hablaba con una gran franqueza.

*     *     *


Un día llega Otto, el querido amigo de Johann. Se va a hospedar unos días en la residencia, como había prometido.
Con su rostro bronceado y alegre, los ojos claros y grises, mira y saluda a cada uno de los habitantes de la Rosshalde.

Todos están felices con su llegada. Disfrutan con los relatos de ese mundo exótico donde vive y con los originales regalos; también con su manera alegre y sana de ser, ¡tan jovial!

Es un hombre soltero, amante de los viajes y la libertad. El café de bienvenida se hace en el salón de la señora Veraguth. Lugar que el pintor no visitaba hacia meses.

Johann le había preparado, personalmente, sus habitaciones en la planta baja de la finca. Ya todo estaba listo, desde los libros hasta el detalle de una vieja fotografía de la época de colegio que habían compartido.

Los regalos maravillaron al niño. Abrir esos baúles fue una fiesta. Descubrir las fantásticas caracolas, el elefante tallado en madera, el juego chino de figuras móviles, los pergaminos, estampas chinas de dioses y demonios, ..... todo le ocasionaba un entusiasmo supremo.
Pero lo que realmente más lo conmovía, era ver el rostro alegre y rejuvenecido de su padre.
_¡qué contento estás, papá!_le dijo_Nunca te he visto tan contento.


*     *     *


El pintor estaba ansioso para que su amigo viese su última obra (el cuadro de la barca) y le diese su opinión. 
_Éste es quizás tu mejor cuadro_le dice.

También agrega el orgullo que siente por la fama que ha logrado, hasta fuera de los límites de Francia.
Johann acepta los sinceros cumplidos, pero nunca se sintió "un grande".

"_Los grandes pintores son como los reyes y príncipes; nosotros seríamos como los ministros y generales. Nosotros trabajamos con ahínco y tratamos de aprehender la naturaleza del modo más profundo y serio que nos sea posible. Los reyes, en cambio, son hermanos y camaradas de la naturaleza, juegan con ella y hasta pueden crearla. Nosotros sólo podemos imitarla. Pero, desde luego, los reyes aparecen muy rara vez; apenas uno cada cien años."

*     *     *


Los amigos comparten hermosos momentos: caminatas, comidas, nadan en el lago como en los viejos tiempos, y charlan de todo, sobre pintura y sus vidas tan distintas.
Todavía falta el encuentro con el hijo mayor, Albert, con el que el autor crea una gran misterio. 
_Ya lo verás_le dice Johann a Otto_Lo verás todo. No tendré necesidad alguna de explicarte. 

*     *     *


Hay otro misterio. 
Johann se complace muchísimo al escuchar las historias y descripciones de la lejana tierra donde Otto habita, la India.
"sin saber hasta que punto esos sentimientos responden a secretos designios de Otto"
Creemos percibir una intención por parte del amigo.

El pintor sentía un sentimiento de avidez por esos lugares, las imágenes de esas islas, los mares tropicales, la exuberante vegetación, todo lleno de color, de gente medio desnuda. Toda esa paz y lejanía frente a sus actuales pesares. Todo allí parecía ser puro e inocente.
¡Si tan solo pudiese recuperar esa manera de mirar al mundo de su juventud!



Nave nave Moe
Paul Gauguin, 1894, Impresionismo, óleo sobre lienzo
Museo del Hermitage, San Petersburgo

Y Otto tenía la esperanza de que su amigo se decidiera a pasar una larga temporada con él.
Los álbumes y las fotografías salidas de uno de los baúles del viajero que parecía inagotable, maravillaron a Johann. Nunca se imaginó el esfuerzo que había atrás. Estas imágenes constituían "su anzuelo".

Entonces acá me detengo con el relato. Es cuando Johann va a confesar en que momento artístico se encuentra. Además le va a contar al amigo de su situación familiar, sobre todo  donde radica el misterio de su relación con su esposa e hijo mayor.

Ya sabremos de los dos hermanos, qué siente uno por el otro, cómo pasan sus días y qué comparten, cada uno, con sus padres.
Sentiremos lo que nos cuenta Johann de su esposa; cómo ve él a Adele, y cómo lo ve ella. No tendremos una sola imagen, sino muchas y a veces algo contradictorias (como suele suceder en la vida real).
Compartiremos "el nervio" creador del artista, esa magia; y la personalidad de un hombre introspectivo, bastante solitario y de buenos principios.

A esta publicación sigue otra. Aconsejo no leerla hasta leer el libro completo, ya que allí revelo más información del argumento y el final de la novela, para poder reflexionar sobre la totalidad.

                                                                                                          C. G.

Personajes:

-Johann Veraguth, pintor
-su esposa, Adele Veraguth
-Pierre Veraguth: el hijo pequeño, de siete años
-Albert Veraguth: el hijo mayor
-Otto Burkhardt, amigo del pintor
-Robert: el criado del señor

Algunos datos:

-Alto Rin: Haut-Rhin; departamento de Francia, situado en la región de Alsacia; limita al este con Alemania, situada a la otra orilla del río Rin.


El autor: 


Fuente: Gret Widmann /SuhrkampVerlag


Hermann Hesse, Alemania, 2-7-1877-Suiza, 9-8-1962; escritor, poeta, novelista y pintor alemán, recibió la nacionalidad suiza en 1924; premio Nobel de Literatura en 1946.
Fue un buscador durante toda su vida. Y lo demuestra su obra.
La superación de las crisis personales en busca de su propia identidad, es uno de los puntos focales en la obra de Hesse.
La relación con esta novela, es quizá su propia vida. Ya que problemas en su vida familiar, lo llevaron a viajar con un amigo a Ceilán e Indonesia. A su vuelta se mudó a Berna con su familia, pero sus problemas de pareja no se resolvieron.

Frase del autor:

"Para hacer realidad lo posible, es necesario probar de vez en cuando lo imposible", Hermann Hesse


Pinturas de:

-Claude Monet, (París 1840, Giberny 1926), pintor impresionista francés.
El cuadro Amapolas, revela la pasión por el color.
-Paul Gauguin: (París, 1848-Atuona, Islas Marquesas, 1903) Los personajes de esta pintura se sitúan en un paisaje idílico, inventado por el artista, en que destaca el colorido arbitrario que emplea; las tonalidades han sido aplicadas con planitud, siguiendo el modo "a la estampa japonesa"; el primitivismo de las figuras fue uno de sus objetivos.
-Berthe Morisot, (Bourges,1841-París, 1895) pintora impresionista francesa, esposa de Eugène Manet.

Elegidas por gusto personal y por pensar en ellas cuando leía los párrafos. Por ejemplo, cuando Pierre nombra a "un pintor francés que se retiró a pintar a una zona tropical" (pág. 146). También por la relación de la época y nacionalidad que me imaginé del protagonista, aunque creo que podría ser alemán y no francés como pensé en un principio (el médico le nombra su exposición en Munich, pág. 155) como el autor, del que no quise poner sus pinturas. En otro párrafo Otto dice: "tu fama va más allá de los límites de Francia".
Y por "la luz", "la naturaleza", y "el color", grandes protagonistas en las conversaciones y pensamientos sobre pintura.

Visita y consulta:

Portal Hermann Hesse, Schriftsteller, Maler & Nobelpreisträger, biografía, galería virtual con sus pinturas, literatura, museos con sus documentos, archivos fotográficos, retratos e imágenes de su entorno familiar hechos por su hijo menor, el fotógrafo Martín Hesse.

Me gustó .....

la historia de este artista que a veces parece tan seguro de su calidad, de su genuino valor, y otras reconoce sus limitaciones y su plafón, a pesar del reconocimiento de los demás.
El lenguaje cuidado, poético a veces, sin caer en el empalagamiento.
La "rutina", el back stage del que crea una obra. "Esa tensión de horas y horas, la fatiga, el sosegado cansancio, la embriaguez de entregarse, el goce más profundo y el consuelo más efectivo."
El misterio que crea el autor, desde las primeras páginas, queriendo saber uno, cuál es la causa tan grave, que separa, que obliga a este matrimonio a vivir separados y juntos a la vez.
¿Qué es lo que sucedió con el hijo mayor para que lo hayan tenido que mandar a estudiar lejos? ....como si hubiese sido la única salida.
¿Porqué el autor nos advierte que en Otto, nada que tenga que ver con enaltecer el lugar donde vive, es casual y espontaneo? ¿cuál es su intención?

Es verdad que en un momento, la historia transmite un agobio, una gran pesadez que me hizo acordar a Sándor Márai. Es la escena donde los dos amigos se sinceran, en el atelier, con una botella de buen vino acompañando.
No puedo hablar ahora de esta sensación porque develaría lo que creo es el nudo de la historia.
¡Qué capacidad del autor para crear esta atmósfera asfixiante!

Después este clima cambia. Siempre hay una gran reflexión por parte de los protagonistas, sabiendo nosotros, los lectores, cuales son sus pensamientos, qué es lo que piensa uno del otro.

Y nosotros también tendremos nuestras opiniones sobre ellos, y debates personales.

                                                                                                                             C. G.

                                                             





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