viernes, 14 de febrero de 2014

Leer amor: Baudelaire, P. Shelley, F. Hölderlin, E. Dickinson, A.Pizarnik, F. Pessoa, W. Whitman, O. Paz, J. L. Borges, O. Picardo

Día de San Valentín o, cualquier otro día

Día del amor y la amistad, también de los enamorados

 

Leer amor

 

Leer amor no es para cualquiera, aunque estemos en el aire propicio de febrero y ... juguemos a eso que nunca sucedió.

Haría falta ... salirse un poco de las cosas o, tener a alguien que te desate un poco los ojos.

 

con los libros de poemas ... podés hacer muchas figuras
 


El perfume
(Le parfum)

Lector: ¿recuerdas haber respirado
con embriaguez y deleite goloso,
de incienso un grano en la iglesia oloroso,
o de un sahumerio el almizcle arraigado?

Mágico encanto con que nos excita
en el presente, aún vivo el pasado.
Así el amante en un cuerpo adorado,
(ainsi l´amant sue un corps adoré)
coge la flor del recuerdo, exquisita.

Tal sus cabellos, sensuales, pesados,
sahumerio vivo, incensario de alcoba,
salvaje y fiero un olor exhalaban,

y sus vestidos aterciopelados,
por su frescor juvenil impregnados,
vago perfume de pieles dejaba.

Charles Baudelaire
 



Prometeo Liberado
(Prometheus Unbound)

Allí los voluptuosos ruiseñores
están despiertos todo el mediodía.
Si uno decae de dicha o de tristeza,
y por las ramas quietas de la yedra,
enfermo por amor, cae y se muere
en el seno anhelante de su amada,
otro desde la flor balanceante,
atento para asir el final lánguido
del último sonido, alza en lo alto
las alas de la débil melodía,
hasta que un nuevo anhelo la sostiene
y los bosques se callan. Luego se oye
un batir de alas en el aire turbio,
y alzándose cual flautas desde un lago,
los sonidos inundan el cerebro
del que escucha, con tanta suavidad
que acaso la alegría se hace pena.
(So sweet, that joy is almost pain.)

 
Percy Bysshe Shelley


Diotima a Hiperión


Desde que tú te fuiste, querido Hiperión, había pasado la mayor parte del tiempo encerrada. Pero hoy he vuelto a salir.

En el aire propicio de febrero he cosechado vida y traigo para ti lo cosechado. También me ha hecho bien la fresca tibieza del cielo, también he vuelto a sentir, identificada con ellas, el nuevo júbilo del mundo de las plantas, puro, siempre igual, donde todo se entristece y vuelve a alegrarse a su debido tiempo.

¡Hiperión, Hiperión mío! ¿Por qué no seguimos nosotros también los tranquilos caminos de la vida?
¡Invierno y primavera, verano y otoño son nombres sagrados, pero nosotros no los conocemos! ¿No es pecado estar triste en primavera? Y, sin embargo, ¿por qué lo hacemos?

...................................................

¡Toda yo era un suspiro cuando empecé a escribirte, amado mío! Ahora soy toda alegría. Cuando se habla de ti, vuelve la felicidad. ¡ Ya ves! Así debe seguir siendo.
¡Adiós!

Friedrich Hölderlin

 

Yo oía ...

Yo oía, como si no tuviera oído
hasta que una vital palabra
llegó de un largo camino de la vida
y fue entonces cuando advertí que oía.

Veía, como si tuviera puestos mis ojos
en otras órbitas, hasta que algo
y ahora sé que era la luz, porque
se acomodó en ellos, llegó.

Vivía, como si yo estuviera afuera,
mi cuerpo solo adentro
hasta que una fuerza me detectó
me colocó la médula adentro.

Y el espíritu se volvió al polvo
"Viejo amigo, tu me conoces",
y el tiempo salió a dar la noticia
y encontró la eternidad.


*     *     *




Píntame un cuadro ...

Píntame un cuadro del sol_
para colgar en mi cuarto_
y hacerme creer que siento calor
cuando otros lo llaman "¡qué día"!

Dibújame un tordo_en una rama_
para que lo oiga, soñaré,
y cuando los huertos cesen su canción_
retira la simulación_mía_

¿Dime si realmente_hace calor a mediodía_
si es el botón de oro_que se desliza_
o las mariposas_que florecen?
Sacude_entonces_la escarcha_del prado_
y arranca el paño bermejo_del árbol_
y deja que juguemos_eso que nunca sucedió.


 Emily Dickinson, traducción de Silvina Ocampo
 

  
Amantes

una flor
                                           no lejos de la noche
                                     mi cuerpo mudo 
               se abre
                                      a la delicada urgencia del rocío.


*     *     *


Presencia

tu voz
en este no poder salirse de las cosas
de mi mirada
ellas me desposeen
hacen de mí un barco sobre un río de piedras
si no es tu voz
lluvia sola en mi silencio de fiebres
tú me desatas los ojos
y por favor
que me hables
siempre

Alejandra Pizarnik 
 



Con la atracción de este Amor y la voz de esta Llamada
(With the drawing of this Love and the voice of this Calling)

No dejaremos de explorar
y el fin de nuestra búsqueda será
llegar adonde comenzamos
y el lugar conocer por vez primera.
Por la desconocida puerta 
que recordamos, cuando lo único
que en la tierra quede por descubrir
sea lo que fue el principio; en la fuente
del río más largo la voz
de la cascada oculta y de los niños
en el manzano, no buscada
y así desconocida, pero oída,
oída a medias, en la calma
que reina entre dos olas de la mar.
Aprisa, aquí, ahora, siempre ...
Estado de perfecta sencillez
(que cuesta todo, nada menos)
y todo acabará bien y las cosas
todas se arreglarán cuando las lenguas
de llama se entrelacen
en el coronado nudo de fuego
y sean la rosa y el fuego uno.
(And the fire and the rose are one.)

T. S. Eliot



Ven a sentarte conmigo, Lidia ...

Ven a sentarte conmigo, Lidia
a orillas del río.
Con sosiego miremos su curso
y aprendamos que la vida pasa,
y no estamos cogidos de la mano.
(Enlacemos las manos.) 

Pensemos después, niños adultos,
que la vida pasa y no se queda,
nada deja y nunca regresa,
va hacia un mar muy lejano,
hacia el pie del Hado,
más lejos que los dioses.

Desenlacemos las manos,
que no vale la pena cansarnos.
Ya gocemos, ya no gocemos,
pasamos como el río.
Más vale que sepamos pasar
silenciosamente y sin desasosiegos.

Sin amores, ni odios, ni pasiones
que levanten la voz,
ni envidias que hagan a los ojos
moverse demasiado,
ni cuidados, porque si los tuviese
el río también correría,
 y siempre acabaría en el mar.

Amémonos tranquilamente,
pensando que podríamos,
si quisiéramos,
cambiar besos y abrazos y caricias,
mas que más vale estar sentados
el uno junto al otro
oyendo correr al río y viéndolo.

Cojamos flores, cógelas tú y déjalas
en tu regazo, y que su perfume suavice
este momento en que sosegadamente
no creemos en nada,
paganos inocentes de la decadencia.

Por lo menos, si yo fuera sombra antes,
te acordarás de mí
sin que mi recuerdo te queme
o te hiera o te mueva,
porque nunca enlazamos las manos,
ni nos besamos
ni fuimos más que niños.

Y si antes que yo llevases el óbolo
al barquero sombrío,
no sufriré cuando de tí me acuerde,
a mi memoria has de ser suave
recordándote así, a la orilla del río,
pagana triste y con flores en el regazo. 

Fernando Pessoa (Ricardo Reis)


Una hora de locura y de dicha
(One hour to madness and joy)

¡Una hora de locura y de dicha! ¡Oh, locura furiosa, no me encierres!
(¿Qué será esto que me desata en tormenta?
¿Qué significan mis gritos entre los relámpagos y huracanes?)

¡Oh, beber los delirios místicos más hondamente que otro alguno! 
¡Oh, salvaje y tierno dolor! (Hijos míos, os los dejo en herencia,
Yo tengo mis razones para contarlos, hombre y mujer.)

¡Oh, entregarme a ti, quienquiera que seas, y que tú te entregues a 
mí, a despecho del mundo!
¡Oh, regresar al Paraíso! ¡Oh, pudorosa y femenina!
¡Oh, atraerte a mí, o hacer que sientas por primera vez el beso de un hombre!

¡Oh, el enigma, el enigma triple, el estanque oscuro y profundo,
desatados e iluminados!
¡Oh, volar a la región en la que hay por fin espacio y aire
suficientes!
Librarse de previas ataduras y convenciones, yo de las mías, tú de las tuyas,
¡Descubrir una nueva indolencia insospechada en lo mejor de la 
Naturaleza!
¡Librarme, al fin, de la mordaza!
Sentir, hoy o cualquier otro día, que me basto tal como soy.
¡Oh, algo no demostrado! ¡Oh, algo en un sueño!

¡Escapar de las anclas y de las trabas de los demás!
¡Avanzar libremente! ¡Amar libremente! ¡Lanzarme temerario y 
peligroso!

¡Desafiar a la destrucción con burlas y con invitaciones!
¡Ascender, llegar al cielo del amor para mí prefijado!
¡Elevarme allí con mi alma embriagada!
¡Perderme, si es preciso!
¡Colmar el resto de mi vida con una hora de locura y de libertad!
¡Con una breve hora de locura y de dicha!
(With one brief hour of madness and joy.)

Walt Whitman
 Custodia

El nombre
Sus          sombras 
El hombre          La hembra
El mazo                             El gong
La i                                                     La o
    La torre                                                           El aljibe
El índice                                                                       La hora
El hueso                                                                                         La rosa
El rocío                                                                                 La huesa
El venero                                                                         la llama
El tizón                                                                  La noche
El río                                                           La ciudad
La quilla                                            El ancla
El hembro                La hombra
El hombre
Su cuerpo de nombres
Tu nombre en mi nombre En tu nombre mi nombre
Uno frente al otro uno contra el otro uno en torno al otro
El uno en el otro
Sin nombres

Octavio Paz

Amorosa anticipación

Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta
ni la costumbre de tu cuerpo, aún misteriosos y tácito de niña,
ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios
serán favor tan misterioso
como mirar tu sueño implicado
en la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del
sueño,
quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige,
me darás esa orilla de tu vida que tu misma no tienes.
Arrojado a quietud,
divisaré esa playa última de tu ser
y te veré por vez primera, quizá,
como Dios ha de verte,
desbaratada de ficción del Tiempo, sin el amor, sin mí.

Jorge Luis Borges (Luna de enfrente)


Vos

Este soy desde los dedos del pie
hasta lo que mi mano alcanza:
la cara que entrecierra los ojos,
la escritura inexacta del que no soy
y tus pezones redondos y canela
también.

Antes que demandara la carne
su realidad medida y su sueño
mis manos creen cada vez que te tocan
haberte conocido.

No existe otra memoria de mí mismo
ni soy otro recuerdo que el que vos/
contiene:
historia de la mesa de al lado
y humillación de conocerme
en la mirada ajena.

Y si no te nombro, no te olvido.
El aire sostiene todo.
Esta página la letra.
Vos estás en cada cosa.

Osvaldo Picardo (Una complicidad que sobrevive)


  



 
Hasta otro poema, hasta otro momento.
Espero que lo hayan disfrutado,
C. G.



Mis notas:

Charles Baudelaire: (1821-1867) El notable poeta francés, nacido y fallecido en París, Francia, fue uno de "los malditos", les poètes maudits,  junto con Verlaine, Rimbaud y Mallarmé. Fueron poetas y escritores simbolistas que incorporaron el mal como esencia del hombre, y lo expresaron en su obra poética.

"Enemigos de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva". El mundo era un misterio a descifrar (W) . Esencial el uso de la sinestesia ( asimilación conjunta o interferencia de varios tipos de sensaciones de diferentes sentidos en un mismo acto perceptivo), el poeta busca relación, oye colores, ve sonidos, saborea con el tacto.






Además de poeta, Baudelaire fue ensayista, crítico y traductor pionero de Edgar Allan Poe.

Este poema, "El perfume", pertenece al libro "Las flores del Mal" (1857). Libro donde el poeta entrama y revela los lazos entre el mal y la belleza (la belleza del horror), la felicidad y el ideal inasequible, la violencia y la voluptuosidad, entre el poeta y su lector ("Lector: ¿recuerdas ...", "Hipócrita lector,-mi semejante,-¡mi hermano"), entre los artistas a través de tiempo.

Temas espinosos, trascedentales y escandalosos para la época, eran acompañados por otros que expresaban la melancolía, el deseo de lo que está en otro tiempo, en otro lugar.

Exaltando los sentidos, los aromas que despiertan la pasión y los placeres, en El perfume experimentamos una sensación física de felicidad; también el recuerdo de momentos mágicos ya vividos y que son alimento del alma en el presente.
Una atmósfera entre espiritualidad y sexualidad. Una aproximación sensual y masculina al amor. Un trasladarnos al pasado a través de un aroma.

Se dirige directamente a nosotros, nosotros somos su interlocutor, nos involucra.
Con una salvedad, no a cualquier "nosotros", no, el se dirige a un lector especial, está en nosotros querer descubrirlo.

Dice el ensayista alemán Walter Benjamín: "Baudelaire confiaba en lectores cuya lírica los ponía en dificultades...con la fuerza de voluntad y capacidad de concentración, ... no los de placeres sensibles entregados al spleen (estado de melancolía sin causa definida; témino popularizado por B.) que anula el interés y la receptividad. Extraña encontrar a un poeta que se dirija a semejante público, el más ingrato. B. confiaba en un lector del tipo del descrito en el poema inicial de Las flores del mal. Su mirada era de gran alcance. El lector al cual se dirigía le sería proporcionado en la época siguiente."


*     *     *


-Percy Bysshe Shelley: había nacido en un pequeño pueblo en West Sussex, en el distrito de Horsham (Field Place), un 4 de agosto de 1792. Una aldea rodeada de bellos paisajes de campiña, a sólo 15´de Londres.
Sin embargo, fallece en Viareggio, Italia (demasiado joven, tenía sólo 30 años), el 8 de julio de 1822.






Inglaterra no le brindaba el buen clima que su delicada salud necesitaba (ataque pulmonar grave). Abandona su país en 1818 (tenía 25 años) para no regresar nunca más a su patria.
Dejaba atrás amigos con los que estaba muy unido, pero también muchas preocupaciones que no podía solucionar. Muchas de ellas relacionadas con esos amigos y su abundante generosidad. Excepto uno o dos, no había tenido de ellos, compensación alguna.

En Italia se sintió maravillado con la visión que tuvo, ese cielo claro y brillante lo inspiraron a escribir las cartas más hermosas del mundo. Sus largas descripciones muestran con que profundidad apreciaba la naturaleza y el arte de este país.

Fue famoso por sus obras (Ozymandias, Oda al viento del Oeste, A una alondra, La máscara de Anarquía), también por su amistad con los otros dos representantes del Romanticismo inglés: Lord Byron (1788-1824) y John Keats (1795-1821). Ellos también fallecieron jóvenes y lejos de su patria.

La esposa de Percy Shelley, Mary Shelley, famosa principalmente por ser la autora de la novela gótica Frankestein, es la que escribe la interesante Nota Preliminar de Prometeo liberado, de donde es el verso publicado más arriba. Escena II, Segundo Semicoro.


Edición Bilingüe, Ediciones Hiperión, España, Colección dirigida por Jesús Munárriz
Versión española de Alejandro Valero
Nota preliminar de Mary Shelley, Prólogo del autor


En Italia, el espíritu poético del que indudablemente estaba dotado, despertó con toda su fuerza y belleza. Fue entonces que meditó sobre Prometeo liberado.
De los griegos, fue Esquilo (525.456 a. C.), antes que Sófocles o Eurípides, quien acaparó su atención.
El autor de Prometeo encadenado (hay dudas sobre su autoría) fascina a la imaginación abstracta de Shelley, alimenta su creatividad y exalta sus ideales. De esta manera recrea y reescribe el mito de Prometeo.

Siguió algunas figuras clásicas y tomó a Saurno como principio del bien, a Júpiter como el del mal usurpador y a Prometeo como el regenerador que, "incapaz de devolver a la humanidad la inocencia primitiva, utiliza el conocimiento como arma para vencer el mal y así guiar a la humanidad desde el estado de inocencia ignorante hasta el estado de virtud mediante la sabiduría". 

Él y su esposa viajaron por muchas ciudades de Italia (Milán, Roma, Pisa, Liorna, los baños de Lucca, Venecia, Nápoles), pero fue en su vuelta a la hermosa Roma, en la primavera de 1819, que se dedica a tiempo completo a la composición de esta obra.
Meciona en su prólogo a las grandiosas ruinas de los baños de Caracalla, como lugar elegido como estudio.

El drama de tres actos lo concluyó en Florencia, agregándole un cuarto acto.

"La principal característica de la teoría de Shelley sobre el destino de la especie humana era que el mal no es inherente al sistema de la creación, sino que es algo accidental que podría ser expulsado."

Shelley creía que la humanidad sólo tenía que desear que no existiera el mal para que este desapareciera.
En el plano político, era un republicano y amaba la democracia. Todos los seres humanos debían tener los mismos derechos. 

"El hombre podía perfeccionarse hasta el punto de poder expulsar el mal de su propia naturaleza y de la mayor parte de la creación".

El bien contra el mal, la perpetua dualidad que Shelley no dejó de explorar. Encuentro de contrarios que sellaron su poética.

Leer este largo poema dramático, en cuatro actos, donde se desarrolla el mito de Prometeo, es una experiencia sosegada, enaltecedora, ... es algo que embellece y llena de amor.
Por esa razón lo incluí en esta selección.

Son los tranquilos dominios de esta poesía donde el autor se refugió, que servirán a muchos para también  escapar de pensamientos dodorosos, de injusticias e incomprensión. Un espacio individual para forjar un discurso propio.
Recomiendo comprar este libro, si es que aún no lo tienen, y tenerlo en la mesa de luz, para siempre.

C. G.


























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