lunes, 16 de noviembre de 2015

Edward Hopper y Emily Dickinson en la película "Shirley. Visions of Reality", de Gustav Deutsch

Cine, pintura y literatura

Un cuadro de Edward Hopper, una mujer leyendo un libro de Emily Dickinson en un tren, una película

 

  Shirley: Visions of Reality [2013]

 

[Shirley: visiones de la realidad]

 Gustav Deutsch

2015

 

No pintaría — un cuadro —
más bien sería uno
su brillante imposibilidad 
de extenderse — en delicias —
y averiguar cómo los dedos sienten
la rara — celeste emoción —

 Emily Dickinson, c. 1862 [505, extr.]
 


La primera escena nos señala el rumbo 

 

Miremos ahora los preparativos, el making-of, del prestigioso director austriáco, Gustav Deutsch* y de Hanna Schimek —su directora de arte— para esta y otras escenas: la primera es Shirley sentada en un tren leyendo un libro de Emily Dickinson, una representación de las trece pinturas de Edward Hopper que seguramente nos quedará en el recuerdo.

Muchas veces prestar atención a estos preparativos puede ser más importante que la misma película.



No puedo bailar en puntas de pie —
nadie me lo enseñó —
pero a menudo, en mi mente,
un júbilo me posee.

 Emily Dickinson, c. 1862 [326, extr.]


 
Escuchar la música y ver como Shirley abre el libro de Emily Dickinson es empezar a disfrutar de una estética:



Fotografía de la primera escena




Por muchas razones nos gustará esta 1.ª escena, una de ellas es porque empiezan nuestros primeros descubrimientos: ver que la portada del libro tiene a la misma Shirley como modelo —la actriz protagonista que nos acompañará todo el film.

Es una de las famosas pinturas de Hopper, con otro libro por supuesto, pero cabe aclarar que Emily Dickinson fue su poeta preferida.

Veamos la pintura original y sigamos disfrutando de los enigmáticos y maravillosos versos:



Chair Car, 1965. Edward Hopper



 Y la escena es prólogo y será epílogo del film.

Para ese entonces —casi al finalizar la película— ya sabremos también que la foto se la toma Stephen, la pareja de Shirley, en una escena muy significativa.

Podríamos interpretar al tren como metáfora del paso del tiempo, está al principio y al final de la película, la vida como trayecto.

Cada una de estas secuencias se detiene unos segundos para tener tiempo de observar los detalles, los gestos y reconocer la obra pictórica.




Behind-the-scenes o making-of de la película*
Shirley. Visions of Reality
de Gustav Deutsch








Shirley. Visiones de una realidad se estrenó en 2013 en la Berlinale [Festival Internacional de Cine de Berlín], dentro de la sección Forum, donde se proyenctan las propuestas más vanguardistas, innovadoras y conceptuales del certamen. Despertó gran expectativa entonces en Berlín y en otras ciudades del mundo en las siguientes presentaciones y festivales, ganando numerosos premios. 

Su director, Gustav Deutsch [Viena, 1952], polifacético creador austriáco —pintor, fotógrafo, arquitecto, videocreador, músico y cineasta— crea esta hermosa y particular narración fílmica a partir de los cuadros del famoso pintor estadounidense, Edward Hopper [1882-1967, EE. UU.]. 

.


Píntame un cuadro de sol —
para colgar en mi cuarto —
y hacerme creer que siento calor.

 Emily Dickinson, c. 1860 [188, extr.]






El poder cognitivo de la imágen



La protagonista de la historia, de esta propuesta artística-cinematográfica que abarca un periódo desde 1930 hasta... mediados de los 60, es una actriz también en la ficción, pero de teatro, norteamericana, una típica mujer de su época.

La embarga una sensación... un sentimiento que iremos descubriendo, se siente muy sola y descontenta, desilucionada con su vida y con la sociedad que la rodea.

Ni bien empieza la película, nuestra percepción y memoria se ponen en acción, tan estimulante resulta su sensibilidad estética y los sucesos del mundo que escuchamos.



Hay un cierto sesgo de luz,
en las tardes de invierno —
que oprime, como
la profundidad de las catedrales —

celestial herida, nos da —
no podemos encontrar la cicatriz,
sino la diferencia interna,
donde está el significado —.

  nadie puede describirlo — nadie —. 

 Emily Dickinson, c. 1861 [258, extr.]


  

Morning Sun, 1952. Edward Hopper



Josephine, la esposa de Hopper es la modelo del cuadro original. Shirley, en el poster de la película emulando el cuadro, está en una habitación escasamente amueblada del Western Motel, fumando tranquila, sumida en sus pensamientos.
En las pinturas de Hopper siempre se refleja la sensación de soledad en ambientes mayormente urbanos [hoteles, oficinas, bares, cines] o casas aisladas, calles desiertas, personajes solitarios aunque estén en compañía de otros, cabizbajos o en actitud tranquila de tomar sol y observar por una ventana, provocando cierta inquietud en el espectador.

Las obras elegidas por el director austriáco corresponden en época con la vivida por Shirley, fueron pintadas durante los mismos años que recrea.


*     *     *


On ne sait jamais qu'on part — quand on part —
On plaisante, on ferme la porte
Le destin qui suit derrière nous la verrouille
Et jamais plus on n'aborde.* 

[Nunca sabemos que nos vamos cuando nos estamos yendo —
cerramos la puerta, bromenado —
el destino que viene detrás nuestro la clausura
y nunca jamás se vuelve a entrar por allí].

Emily Dickinson, c. 1861 [1523, extr.]




Escena de la película basada en el cuadro Hotel Room, 1931






Shirley ha llegado a París, y se instala en este hotel que encuentra «tan sencillo para ser francés».
Medita sobre su viaje y de cómo deberán cambiar las cossas a su regreso a Nueva York.

Lee un programa de actividades, consulta el horario del tren que tomará el día siguiente y recita unos versos en francés mientras por la ventana abierta se escuchan los sonidos de la noche, la música de cabaret y de las campanas que dan las once —quizá son las del Notre Dame.

¿Hay algún lugar más anónimo e impersonal que una habitación de hotel en un país extranjero? La soledad de las grandes ciudades es uno de los temas importantes de las pinturas de Hopper [abajo muestro la original].

Los colores netos realzados por la luz que entra por la ventana, y las formas geométricas hacen resaltar la armoniosa figura femenina, acompañada por un libro y pensativa.







Hotel Room, 1931, Edward Hopper


*     *     *



Aprendimos el amor perfecto —
el alfabeto — las palabras —
un capítulo — luego el libro extraordinario —
luego — la revelación concluyó —
pero en los mutuos ojos
una ignorancia se avistó —
más divina que la de la infancia —
y cada uno para cada uno, —un niño —
trató de exponer
lo que ninguno — comprendió —
¡ay! ¡que la sabiduría es tan grande —
y la verdad — tan diversa.

 Emily Dickinson, c. 1862 [568, extr.]





 El actor Christoph Bach y la actriz, bailarina y coreógrafa Stephanie Cumming, en una de las escenas, basada en el cuadro:
Room in New York [1932]



Una de las escenas de la película, basada en Room in New York, 1932




Acá Shirley está con su pareja Stephen, un reportero gráfico. Los dos son atractivos, se los ve tranquilos, armoniosos, sin embargo como atrapados en su propia monotonía.



El alma elige su íntima sociedad —
luego — cierra la puerta —
a su divina mayoría —
que ya no está presente —

 Emily Dickinson, c. 1862 [303, extr.]




La escena tiene lugar en su casa y ella se pregunta —monólogo interior— cómo le pueden interesar a él ciertas cosas, estar contento con su trabajo fotografiando hechos tan horribles, captar con intencionalidad la realidad de los acontecimientos... estar siempre en el lugar de la escena.

Ella es una mujer que se interesa por lo que sucede a su alrededor, pero de otra manera, lamenta por ejemplo que la gente siga con sus rutinas superficiales, salidas a cócteles, restaurantes de moda,... sin aparentemente percatarse de lo que hay debajo de esa superficie glamorosa.

Shirley sabe que él la comprende y respeta sus opiniones comprometidas, aunque no termina de descubrir cómo repercutirá en su relación de pareja su trabajo con el Group Theatre, al que desea unirse.

En cuanto al teatro, ella demuestra un gran interés por los nuevos métodos de interpretación, los más auténticos y libres. También cree que al teatro le cabe su responsabilidad social, debería ocuparse de las tragedias de la vida cotidiana y no al revés.

Siempre está la ventana abierta que trae la vida de la calle, rompe la claustrofobia hasta que alguno de los dos la cierra y todo es silencio entre ellos... ¿Quién apagó la vela?*




Room in New York, Edward Hopper, 1932



*     *     *


Antes éste era el lugar de la esperanza,
que ahora es mi esperanza.
La semilla del desengaño creció
dentro de una alegre cápsula,
demasiado distante para detener los pies
que pisaron esta pasarela de bálsamo —
ante ellos yace un mar ineludible —
el camino que anduvieron está cerrado.

Emily Dickinson, c. 1873 [1264, extr.]




Escena de la película, basada en New York Movie,1939.



Escuchamos la voz inconfundible de Humphrey Bogart y vemos imágenes de una película que se está proyectando en un cine, el cine dentro del cine.
Nos sorprendemos cuando descubrimos que la acomodadora que recita de memoria los diálogos de la mítica Callejón sin salida [Dead end, 1937] es nada menos que Shirley.

Todo el desencanto hacia ese lugar que fue esperanza está acá, en su monólogo interior. La gran desilución hacia el sistema hollywoodiense, sus falsedades e hipocresías, la fabricación de estrellas sin talento y la capacidad para arruinar a los que lo tienen pero sucumben ante el señor dinero.

Actores y escritores que pierden sus ideales, sus principios básicos. Por eso ella prefiere ser una simple acomodadora... así como el Tomás de La insoportable levedad del ser [Milán Kundera], ¿recuerdan? prefiere ir a limpiar vidrios o conducir camiones aún siendo médico... ella decide desmarcarse de todo y esperar su momento.


New York Movie, 1939. Edward Hopper. MoMA


*     *     *


sus graciosas opiniones — inspeccionar —
su pensamiento indagar 
sobre temas que conciernen a nuestras mutuales mentes —
la literatura del hombre —

Emily Dickinson, c. 1862 [371, extr.]


Escena de la película, basada en Office at Night, 1940.


La atractiva Shirley, usando un sugerente vestido azul [lo apreciarán en los sutiles movimientos de la película] está ahora trabajando en una oficina del periódico de Steve. Piensa que este empleo le puede servir de entrenamiento para interpretar su nuevo papel en el teatro.

Sonidos de la calle que llegan a través de la ventana se mezclan con los propios del lugar de trabajo y sirven de fondo para su monólogo interior contado en primera y tercera persona, alternando la Shirley actriz y la real, un juego perspicaz de la narración llevada al cine.

La luz agudiza las sensaciones —refinamiento y sensualidad—, y es mucho más que una simple iluminación, como explicó el mismo artista: «es una metáfora, una emoción, es algo que viniendo desde afuera da forma y aclara un interior oscuro».



Office at Night, 1940, Edward Hopper


*     *     *

Una escena rica, divertida y muy alegórica

Shirley está feliz



Diré cómo el sol nació —
en cintas sucesivas —
las cúpulas nadaban en amatista —
la noticia, corría como ardillas —
las montañas desataron sus copetes —
los pájaros cantores — comenzaron —
me dije silenciosamente a mí misma —
¡eso habrá sido el sol!

Emily Dickinson, c. 1860 [318, extr.] 




Escenas de la película, basada en Hotel lobby, 1942.
 


Aquí también está Shirley leyendo, en este caso es el libreto de The skin of our teeth [La piel de nuestros dientes, 1942], —título muy audaz si los hay— del dramaturgo y novelista estadounidense Thornton Wilder [1897-1975].

Ella trata de memorizar la letra, ya que en dos meses representará a la criada llamada Sabrina. La obra es dirigida por el mítico Elia Kazan.

Lo nombro  —especialmente lo señalo para que lo recuerden— porque va a ser parte de un alegato de Shirley [manifestando su rechazo] y porque, además de haber sido uno de los directores más distinguidos e influyentes en Broadway y Hollywood, miembro del Group Theatre y uno de los fundadores del Actor´s Studio, quedó tristemente vinculado en época del mccarthismo y caza de brujas, con el Comité de Actividades Antinorteamericanas, habiendo delatado a colegas y amigos, antiguos compañeros del Partido Comunista.



 La actriz Tallulah Banhead como Sabina en The skin of our Teeth

The Skin of our Teeth, Plymouth Theater, Nov. 18, 1942. Playright: T. Wilder. Director: Elia Kazan


La pareja que completa la escena en este vestíbulo de hotel está esperando un taxi y si no me equivoco es la primera secuencia donde no hay monólogo interior, reemplazado esta vez por la voz de los personajes.  

Shirley, compenetrada con su lectura, relaciona a la pareja madura con el matrimonio Antrobus de la obra de Wilder.
Está feliz y muy atractiva como siempre, con un vestido turquesa que deja ver sus lindas piernas.  Esta sensual, sugestiva visión no pasa desapercibida para «Mr. Antrobus», quien sin embargo nunca se muestra libidinoso. Su esposa se da cuenta de cómo se le escapa el ojo y lo reprende indignada.

Muchos se sorprenderán con lo que sigue —si no prestaron atención al libreto mencionado—. El director juega.

Sí, llamará la atención los sonidos que se escuchan: rugidos de dinosaurios [también hablan] y mamuts. En la obra: «son las dos simpáticas bestezuelas que estropean el jardín de la familia Antrobus; ellos ofrecen su leche y la criada», representada por Shirley, «es quien ordeña al mamut...»

En la película de Deutsch sentimos como si ese plácido vestíbulo de hotel, transmutara en selva y escenario de teatro.
  
Shirley está muy entusiasmada con esta inclasificable obra, simbólica, compleja, una alegoría que abarca cinco mil años y que ronda los temas sobre la condición humana, la existencia del hombre a través de las distintas épocas, teniendo a la literatura, la filosofía y la religión como pilares de la civilización.

Será todo un desafío representar a cuatro mujeres diferentes, que van desde una sirvienta de la Edad de Hielo a una empleada de Bingo. Ella y la familia Antrobus [aludiendo a anthropos= hombre] con sus dos hijos, superan no solamente el hielo, la inundación y la guerra, son también arquetipos, personajes de la historia que se recicla, de la humanidad que debe vérselas siempre con la tentación y decadencia.


El pasaje del libreto que estudia Shirley es uno donde se reflexiona sobre la vida y la muerte, la capacidad del ser humano para reponerse a la adversidad, lo efímero de la existencia, la oportunidad de disfrutar la vida mientras se pueda.

Entonces, alejándose de una actuación convencional, traspasando la cuarta pared, Shirley / Sabina, detiene la escena. sale de su personaje y le habla a la audiencia, se queja de la complejidad de la obra y NOS dice: 


«Mi consejo para ustedes es que no pregunten por qué o dónde, sino simplemente disfruten de su helado, mientras esté en su plato. ¡Esta es mi filosofía!».

El director de escena de la obra de teatro juega acá un papel diferente a cualquier otro director. Se convierte en el solucionador de problemas, siempre está a mano para arreglar las situaciones de actores quejosos o ausentes a último momento. También él sale de su anonimato y da sus explicaciones a la audiencia sorprendida.

A pesar de lo enigmática y confusa que puede resultar esta breve explicación de la obra de Wilder [ganador de tres premios Pulitzer], The skin of our teeth*, fue y es un éxito. Cada vez que se representa la tragicómica obra o se lee el libro —relacionado con Finnegans Wake de James Joyce—,  despierta siempre una mezcla de entusiasmo, sonrisas y perplejidad ante las verdades del absurdo.





Hotel lobby, 1942, Edward Hopper



*     *     *



Entre esta última escena y la siguiente, estarán las que representan a los cuadros:
  •  Morning Sun [1952], ya mostrado al principio por ser afiche de la película. Recordarán a la mujer sentada sobre la cama mirando por la ventana y tomando el sol de la mañana. Shirley está muy concentrada en sus pensamientos: la obra donde trabaja con el  Living Theatre [teatro experimental de NY, 1947, que revolucionó todos sus aspectos, comprometido social y políticamente] ha sido suspendida por ser considerada  subversiva. En su monólogo cita a los fundadores de la compañía: Julian [Beck] y Judith [Malina]. Le aflige el país dividido, la denuncia entre compañeros. No puede creer que Elia Kazan sea uno de los «soplones», el mismo que diez años antes dirigiera la obra de T. Wilder. Como casi siempre los ruidos de la calle acompañan, y una música para resaltar, la de John Cage. Los espectadores experimentamos el fuerte contraste entre la placidez del cuadro y el fuerte tema de su monólogo. 

Los sonidos y la experiencia del silencio






*     *     *


  • Sunlight on Brownstones [1956], es cuando Shirley toma sol en la mañana en una casa de campo con Stephen. Ella reflexiona sobre su vida juntos. La música que acompaña esta secuencia es un blues de Big Mama Thornton.
  • Con la obra Western motel [1957], se muestra a un Stephen distinto, tomándole fotos a Shirley en un hotel de paso. Ella posa para él, juega a ser otra, actúa de modelo por primera vez. Siguiendo sus órdenes lo ve casi como a un extraño, se siente sensual al obedecer, se desnuda, lo provoca. Una de las fotos será la usada como portada del libro de Dickinson.


*     *     *



  Consonancia con el nombre del cuadro



Veía como si tuviera puesto mis ojos
en otras órbitas, hasta que algo
y ahora sé que era la luz, porque
se acomodó en ellos, llegó.
...
Y el espíritu se volvió al polvo
«Viejo amigo, tú me conoces»,
y el tiempo salió a dar la noticia
y encontró la eternidad.

Emily Dickinson, c. 1865 [1039 a, extr.] 




Escena de la película basada en el cuadro Excursion into Philosophy, 1959


Apenas un momento antes de esta escena, Shirley estaba leyendo el Mito de la caverna, uno de los pasajes más famosos de Platón [libro VII de su diálogo La República / Politeia, Atenas S. IV a.C.].

Cuando escucha que Stephen está por entrar a la habitación, deja rápidamente el libro, se da vuelta y finge dormir.
El se sienta a su lado, se lo ve triste, lee la página que dejó ella... este fragmento filosófico que los vincula de alguna manera, más allá de la interpretación metafórica.

Los hombres prisioneros desde su nacimiento, en cavernas, atados por cadenas en el cuello y las piernas, sin poder girar sus cabezas solo pueden mirar una pared del fondo. El exterior está allí, un muro, una hoguera y la salida. Lo único que ellos conocen de ese otro mundo son las sombras proyectadas en ese muro, gracias a la iluminación de la hoguera.

Lo que perciben tiene una procedencia dudosa. ¿Importa? ellos no tienen las imágenes en la memoria, no necesitan despojarse del recuerdo que habla John Cage.

A ver qué dice Emily Dickinson:

Percibir un objeto cuesta
la exacta pérdida del objeto —
percibirlo en sí mismo es una ganancia
que responde a su precio —

un objeto absoluto — no existe —
la percepción lo embellece
y luego reconviene perfecciones
los sitúa más lejos —

c. 1866 [1071] 


El desconocimiento puede ser prisionero o esclavo encadenado en algún lugar oscuro: la ignorancia. Buscar la luz es la posibilidad de encontrar el conocimiento en su complejo y simple aprehender.
La luz es un tema en las pinturas, en la poesía y en la película.





Excursion into Philosophy, 1959, Edward Hopper

*     *     *


Ebria de aire — estoy —
pervertida de rocío —
rodando — por interminables días de verano —
en posadas de incandescente azul —

Emily Dickinson, c. 1865 [214, extr.] 



Escena de la película basada en el cuadro A woman in the sun, 1961


Desnuda como símbolo de pérdida o del deshacerse de sus cargas. Shirley escucha —como si sus oídos pudieran traspasar paredes— ruidos de hospital y a Stephen hablando con su médico de la posibilidad de quedarse ciego.

Se levanta distraída, tiene un cigarrillo que olvida encender, descorre las cortinas y deja que el sol entre por la ventana y la entibie. Mira lejos, como llevada por sus sueños que están más allá de ese lugar.



A woman in the sun, 1961, Edward Hopper

*     *     *

Si rememorar fuera olvidar,
entonces no recordaría.
Y si olvidar fuera rememorar.
qué cerca de olvidar estaría.
Y si echar de menos, fuera divertido
y llorar, alegría,
¿cuán dichosos serían los dedos
que juntaron esto hoy.
Emily Dickinson, c. 1858 [33]
 



Escena de la película basada en Intermission [Intervalo, 1963]



En esta escena Shirley está en el cine mirando la película Una larga ausencia [1961]. En el intervalo ella cree ver a Stephen sentado detrás. En la película se habla de la pérdida de memoria, de un hombre que no reconoce a su propia esposa. 
Ella piensa [siempre en monólogo interior] lo duro que debe ser esa situación, se identifica con la protagonista de la película.

Tanta simplicidad y sin embargo cuánto sentimiento,... echar de menos,... cuánta poesía en estas imágenes de olvidar y recordar, la música de la película francesa acompaña lo que está mirando Shirley y su propia decisión de dejar su casa y a su marido.
La actitud corpal y expresión en sus ojos nos lo dicen todo.




Intermission [Intervalo, 1963]. Edward Hopper


 *     *     *



En este caso, la protagonista es una mujer estadounidense, podría ser de cualquier otro país, hombre o mujer, cualquiera que se sintiera en algún momento de su vida atrapado dentro de sí mismo.

Las imágenes traspasan el cuadro, lo que nos dice Shirley y lo que vemos a su alrededor traspasa la cuarta pared y cada espectador completa el cuadro o la escena.

Aunque pensativa, abstraída y contemplando en silencio, o leyendo, parece decirnos algo, «no estoy acá», es lo que yo escuché.
Shirley, como Emily, revela sus más íntimos sentimientos, pensamientos y emociones.

Al lenguaje puramente fílmico, se une el literario con el monólogo interior y con la presencia de alguna manera de Emily Dickinson, la poeta preferida de Deutsch y Hopper. También se alude a lecturas filosóficas, como las de Platón, temas musicales y discursos.

Cada cuadro / escena adquiere una cualidad simbólica, tanto en la pintura como en el monólogo de Shirley, haciendo que el mundo interior de la mente, de su pensamiento sea tan palpable como el mundo exterior, contextualizado por la voz de un locutor de radio que va dando las noticias más relevantes del mundo, una agitada época política y social y el consabido «american dream».
Escuchamos un fondo de noticiero radiofónico desde el principio de la película. Nos ubica en tiempo y lugar.

Se sigue en este film una estructura repetida trece veces, y trece son los cuadros que incorpora Gustav Deutch de Hopper, representados por la existencia de una mujer, Shirley.
Supone un cambio en su trayectoria de collager hacia la de kinetographer, como prefiere llamarse a sí mismo.







Fin de mi comentario

 

Esta no es la única película donde encontramos la relación del cine con la pintura, lo sabrán mejor  mis amigos cinéfilos. Recuerdo haber visto hace unos años en otro festival El molino y la cruz. Qué maravillosa recreación en una pequeña población de los Países Bajos, el pintor flamenco Pieter Brueghel pintando el famoso cuadro Camino al calvario. Los padecimientos de un pueblo, una sociedad sometida y los paralelismos, personajes saliendo de los cuadros.

Claro, en este caso, el director Lech Majewski también es escritor, poeta, compositor, fotógrafo,... un artista. Entonces son diferentes pero no tanto —Deutsch es más simbólico—, cada uno con su estilo, pero respondiendo a una profunda formación y sensiblidad artística.

Me voy despidiendo con uno de los temas musicales de este film, tan atípico e inclasificable, como dicen, fascinante.
El sonido y la música tienen un rôle muy importante en el clima que se crea.
Este tema lo escucha Shirley en la radio en una de las escenas: 



Hound Dog, un blues de Big Mama Thornton






Pintura realista,... no pretendamos encontrar el significado real de los cuadros de Hopper, como con ciertas lecturas, es una interpretación personal.
Un realismo sereno, tanto en las pinceladas como en las palabras escritas para que hablen los pensamientos introspectivos que conforman gran parte del argumento.

La actriz, austera en su exteriorización, ordenada y sencilla en las determinaciones, «yo quiero algo que todavía no sé», dice John Cage, y ese querer alcanzar la imposibilidad puede que sea la meta de Shirley.
 


«Esperanza» es algo con plumas —
que se posa en el alma —
y canta una melodía sin palabras —
y nunca se detiene —totalmente —

 Emily Dickinson, c. 1861



Vuelvo a mi frase del comienzo, «nuestra percepción y memoria se ponen en acción», así me pareció al ver que el director trabaja con extractos de películas existentes, datos históricos, culturales y sociales reales, pero también me doy cuenta al finalizar que nos propone un juego: mirar como el que nada recuerda —como el viajero que se sorprende ante lo nuevo—, descubrir la nueva tonalidad, cómo a cada paso todo cambia porque la luz es diferente.

Literatura y pintura. La vida y la historia que las inspiran. Reflejado todo en el arte hecho uno, disciplinas que se influencian unas a otras y se fusionan, expresando en este caso el estado más puro del desencanto y la desconexión, la fe en el cambio, con un optimismo sin alarde, ese que no se anuncia ni proclama.

C. G.


 Mis notas, aclaraciones, información


- Entrevistas al director: he leído muchas en otros idiomas, elijo una:
 http://www.filmdeculte.com/people/entretien/Entretien-avec-Gustav-Deutsch-17424.html


- Poemas de Emily Dickinson: de mi elección, no aparecen literalmente en el fim:

 Selección y traducción de Silvina Ocampo. 
Prólogo de Jorge Luis Borges
Tusquets Editores



- Berlinale:
 http://www.berlinale.de/en/HomePage.html


- Kinetograph: cinetógrafo: cámara para fotografar objetos en movimento.


- Behind-the-scenes o making-of de la película Shirley. Visions of Reality, de Gustav Deutsch:
 https://www.youtube.com/watch?v=9oAQatBmX40


- Car l´adieu, c´est la nuit, Emily Dickinson: Edition bilingue français-anglais.


- Poema c. 1861, [259]:
¡Buenas noches! ¿Quién apagó la vela?
[...]


- The Skin of Our Teeth, Thornton Wilder: fue traducida como La Piel de Nuestros Dientes. Pero la realidad es que si uno investiga un poco, descubre que la expresión «skin of my teeth» aparece en un pasaje de la Biblia y ha llegado hasta nuestros días para describir una situación de la que uno escapa por los pelos. Seguramente, el traductor pensó que La Piel de Nuestros Dientes sonaba con mucha más fuerza y garra que un simple «Por los Pelos». [Revista Providence, Madrid].


- The Skin of Our Teeth: opinión de la Revista Time.
http://www.twildersociety.org/works/the-skin-of-our-teeth/

-Princeton University Princeton, NJ, USA:
 http://www.lurj.org/issues/volume-3-number-1/teeth



- El Mito de la Caverna, Platon:
 http://bibliotecasolidaria.blogspot.com.ar/2009/09/el-mito-de-la-vaverna-de-platon.html










 

1 comentario:

  1. Cecilia!!!Recién hoy pude venir al cyber para bajar esta maravilla,ya que es muy "pesada" o sea larga para bajarla en mi celu, que no lo hace. He desempolvado en mi recuerdo nombres increíbles como Tallula Bankhead ( creo que venía del cine mudo, lástima ya no esté mi madre...) y el recuerdo del Tomas de Kundera, y cierta música francesa y la del conjunto de los negrso geniales y el típico noticiero de aquellas radios...casi me hacés llorar, bueno ya lo estoy haciendo!!! No tengo palabras para tu labor, Ceci, pero te voy a pedir algo, porque esto me ha terminado de conmover como continuación de la peli: alguna tarde de invierno, de esas tristes y grises, cuando no queremos ni tenemos ganas de nada, dejame compartir contigo algún momento de este blog para charlarlo hasta que......me eches!!! Gracias, es poco.

    ResponderEliminar

Conversar de libros, y de los caminos a donde ellos nos llevan, dar una opinión, contar impresiones, describir una escena, personaje favorito, nunca contarlo todo, aunque a veces, elijamos ir un poco más allá, y no está mal, no a todos les molesta.
.................................
.................................
..................................