martes, 22 de enero de 2013

segunda parte de La Condición Humana, André Malraux

La Condición humana, André Malraux

"La liberté n´est pas un échange, c´est la liberté."


La experiencia del ser humano de vivir acontecimientos, reaccionar y hacerles frente .....
"La condición humana" es tema importante en religiones, filosofías, psicología, literatura, arte en general.
Considerarlo, bucear en él, creer en la evolución o no creer que los cambios existen....es algo en que nos puede interesar reflexionar.
Teniendo muy en cuenta el momento histórico y la realidad social. Aquí el primer tercio del siglo XX, continente asiático .....
Andrè Malraux escribió esta excelente novela. Y aunque transcurra en el marco de la Revolución Comunista China de 1927, vemos, a través de sus personajes, distintas conductas, maneras de pensar y vivir, que bien podrían ser propias a otros tiempos y a otros lugares.
Narrada en tercera persona, narrador omnisciente (es aquel que lo sabe todo, lo que piensan los personajes, lo que sienten, e incluso conocen su pasado).

PARTE SEGUNDA

Extractos/fragmentos con mínimas modificaciones: C.G.


En esta segunda parte conoceremos: a Ferral, ¿qué hacía este francés en China?, los intereses comerciales de occidente, ¿cuál era el ambiente social y político?, a Martial, el director de policía francesa, ¿acomodaticio él y sus hombres?, ¿qué sucedía en Han-kow?, ¿quién fue/qué papel jugó Chiang Kaishek?, Chen y la lucha armada, su soledad, la adrenalina revolucionaria, ¿para qué luchaban unos, para qué luchaban otros?, el valor (o no valor) de la vida; las alianzas y el respeto o no de los contratos, la corrupción, la traición.......


el núcleo de la novela (para mí)




                                                              22 de marzo

                                                                                                     
                                                                                                           11 de la mañana

"Esto marcha mal", pensó Ferral. Su auto_el único Voisin de Shanghai, pues el Presidente de la Cámara de Comercio francesa no podía emplear un coche americano_corría a lo largo del muelle.
A la derecha, bajo los estandartes: "No más doce horas de trabajo al día.", "No más trabajo para los niños menores de ocho años", millares de obreros de las hilanderías estaban en pie, acurrucados sobre la acera, en un desorden completo.
El auto pasó por delante de un grupo de mujeres, reunidas bajo un cartel en que se leía: "Derecho de asiento para las obreras".



mujeres defendiendo sus derechos (Hemeroteca La Vanguardia)


_Hasta el arsenal se hallaba vacío: los metalúrgicos, en huelga.
La multitud de los manifestantes se perdía, ..... El coche abandonó el muelle y entró en la avenida de las Dos Repúblicas.
Apenas podía avanzar, empotrado ahora en el movimiento de la multitud china que se volcaba hacia el refugio de la concesión francesa.
El chofer pudo, por fin, volver a introducirse en una de las calles, también llena de gente, pero donde el estruendo del claxon rechazaba a la multitud.
Llegó a los vastos edificios de la policía francesa.
Ferral subió la escalera casi corriendo.

A pesar de sus cabellos echados hacia atrás, de su indumentaria chinesca, y de su camisa de seda gris, su semblante conservaba algo de su juventud.
La fuerza estaba en como concordaban la nariz respingada y el mentón medio bolsudo, mal afeitado aquella mañana: los empleados de los servicios de distribución de agua estaban en huelga, y el agua calcárea llevada por los coolies, disolvía mal el jabón.

En el fondo del despacho de Martial, director de policía, un indicador chino, hércules paternal, preguntaba:_¿Nada más, señor Jefe?
_Merecería usted que se le pusiese en la calle: ¡la mitad de sus hombres revientan de complicidad! Yo no le pago para mantener cuadrillas de revolucionarios que no se atreven a decir francamente que lo son: la policía no es una fábrica de producir coartadas.
A todos los agentes que trafiquen con el Kuomintang, écheles usted a la calle.

_Buenos días, señor Ferral.
_Buenos días, Martial. ¿Qué hay?
_Para guardar la vía férrea, el gobierno se ve obligado a inmovilizar millares de hombres. No se puede hacer nada contra un país entero, ¿sabe?, a menos que se disponga de una policía como la nuestra. La única cosa con la cual el gobierno puede contar es con el tren blindado y con sus instructores blancos.
_Una minoría soporta aún a una mayoría de imbéciles. En fin; bien está.
_Todo depende del frente. Aquí van a tratar de sublevarse. Y tal vez les cueste caro, porque apenas están armados.

Ferral no podía hacer otra cosa que escuchar y esperar, que era lo que más detestaba en el mundo.
Las negociaciones entabladas por los jefes de los grupos anglosajones y japoneses, por él y por algunos consulados, continuaban sin conclusión.
Aquella tarde, quizá .....

En manos del ejército revolucionario Shanghai, sería preciso que el Kuomintang eligiese al fin entre la democracia y el comunismo.

Las democracias tienen siempre buenos clientes.
Por el contrario, sovietizada la ciudad, el Consorcio Francoasiático_y con él todo el comercio francés de Shanghai_se derrumbaría.

Ferral suponía que las potencias abandonarían a sus nacionales, como había hecho Inglaterra en Hankow.* 
Su objetivo inmediato consistía en que la ciudad no fuese tomada antes de la llegada del ejército y en que los comunistas no pudiesen hacer nada solos.

_Cuántas tropas hay, Martial, además del tren blindado?
_Dos mil hombres de policía y una brigada de infantería, Ferral.
_¿Y de revolucionarios capaces de hacer otra cosa que no sea charlar?
_Armados, algunos centenares apenas ..... Como aquí no hay servicio militar, no saben servirse de un fusil: no lo olvide usted.
Esos muchachos eran dos o tres mil en febrero **, contando a los comunistas .... Son, sin duda, un poco más numerosos ahora.
Pero, en febrero, el ejército del gobierno no estaba destruido.
_Cuántos le seguirán?_continuó Martial_ Hay que conocer la psicología de los jefes ....

Ferral no podía soportar que Martial atribuyese a su perspicacia los informes de sus indicadores.

_¿Y por la parte de Han-Kow?_preguntó Ferral.
_Hemos recibido informaciones esta noche. Allí hay 220.000 obreros sin trabajo, con los cuales se puede hacer un nuevo ejército rojo ....

Desde hacía semanas las existencias de tres de las Compañías que Ferral controlaba se pudrían al lado del suntuoso muelle: los coolies se negaban a realizar todo transporte.

_¿Qué noticias hay acerca de las relaciones de los comunistas con Chiang Kaishek? ***

.................................

Ferral respondió un llamado.
Martial no se atrevía a preguntarle nada.
Que Ferral no le pusiese al corriente de sus proyectos, con los miembros más activos de la cámara de comercio internacional y con los jefes de las grandes asociaciones de comerciantes chinos, le parecía a la vez insultante y frívolo. Sin embargo, si es vejatorio para un director de policía....lo es más aún perder el puesto.

(¿Quién era Ferral?)

Nacido en la República, Ferral era el hijo de un gran jurisconsulto, con la memoria repleta de señores como Renan, Berthelot y Víctor Hugo; catedrático, por oposición, de historia a los 27 años; director a los 29, de la primera historia colectiva de Francia, diputado muy joven; Presidente del Consorcio Franco-Asiático; poseía en Shanghai una potencia y un prestigio por lo menos igual al del cónsul general de Francia, del cual era, además, amigo.

El director, pues, era con él respetuoso y cordial. ......le explica lo poco que había gastado y lo mucho que había hecho.

_La cuestión del dinero estaría resuelta mediante la toma de Shanghai_dijo Ferral_Las aduanas le darían 7 millones de piastras al mes.....

_Sí, pero se dice que Moscú ha transmitido a los comisarios políticos la orden de que hagan batirse a sus propias tropas delante de Shanghai. La insurrección podría aquí, acabar mal....
_¿Para qué esas órdenes?
_Para hacer derrotar a Chiang Kaishek, destruir su prestigio y sustituirle por un general comunista, a quien correspondería entonces el honor de la toma de Shanghai. Es casi seguro que la campaña contra Shanghai ha sido emprendida sin el asentimiento del Comité Central de Han-Kow.

Ferral era interesado, aunque escéptico.
Los comunistas del ejército revolucionario inspiraban temor a la burguesía.
Detrás de Chiang estaba un ejército victorioso y toda la pequeña burguesía china.

Ferral se retiró, bajó la escalera y se cruzó con una rusa del Cáucaso, la querida de Martial.

Subió a su auto, se abrió camino en medio de una multitud contra la corriente, esta vez. Amenazado en sus empresas, sentía en que punto era vulnerable. No había elegido el combate; se había visto obligado a emprender sus negocios chinos para facilitar salidas nuevas a su producción de Indochina.
El desarrollo de tan vastos negocios era inseparable de los gobiernos. Desde su juventud_todavía en el Parlamento había sido presidente de la Sociedad de Energía Eléctrica y de Aparatos, que fabricaba el material eléctrico del Estado francés, después había organizado la transformación del puerto de Buenos Aires_, siempre había trabajado para ellos.
Íntegro, con esa integridad orgullosa que rechaza las comisiones y recibe los pedidos, había esperado de las colonias de Asia el dinero que necesitaba después de su caída; porque no quería jugar de nuevo, sino cambiar las reglas de juego.

Habiendo permanecido a la cabeza de uno de los poderosos grupos financieros franceses, había hecho aceptar al Gobierno General de la Indochina, la ejecución de 400 millones de trabajos públicos. La República no podía rehusar al hermano de uno de sus más altos funcionarios (Director del Movimiento General de Fondos) la ejecución de aquel programa civilizador. Fue excelente y .... sorprendió en aquel país .....
Ferral sabía obrar.
Una buena acción nunca se pierde: el grupo pasó a la industrialización de la Indochina.
Hasta con el proyecto de una nueva sociedad china en cada bolsillo, no pensaba más que en París.
Volver a Francia lo bastante rico ..... reanudar el juego político.

Pero ahora no se trataba de tales sueños .....
Chiang Kaishek marchaba sobre Shanghai con el ejército revolucionario; la multitud, cada vez más densa, se aglomeraba a sus puertas.....las sociedades del Consorcio Franco-asiático: afectadas por la guerra y por la amenaza comunista. (Ese era el panorama para Ferral)


Lo que importaban se quedaba en sus almacenes de Hong-Kong o de Shanghai; lo que exportaban, en las de Han-Kow y, a veces, en el muelle.

Se sintió amenazado en medio de esa multitud, con el auto parado, sin chofer ni ayudante, los comerciantes, los tenderos, los artesanos ..... con postigos....no quedaba ya ni un solo almacén abierto: la huelga general comenzaba.
Había que marcharse cuanto antes ..... llamó a pousse (carro de culí), el coolie no le respondió.... la multitud .... los niños huían .... "temen a las ametralladoras"_pensó. Caminó hacia su casa tan de prisa como podía ..... las sirenas ....
La ciudad entera estaba en acecho.


                                                                                                                       Una de la tarde



_Menos cinco_dijo Chen.
Los hombres de su grupo esperaban. Eran todos obreros de las hilanderías, vestidos de azul.
Todos afeitados, todos delgados, todos vigorosos .... con sus fusiles, revólveres de los Shang-Tung (el barco), granadas, cuchillos, bayonetas, latas de petróleo y rollos de alambre .... todos bajo el uniforme del odio y de la decisión.

No era de los suyos. Si moría aquel día, moriría solo. Para ellos todo era sencillo: iban a la conquista de su pan y de su dignidad....por lo menos sabía que el más fuerte de los lazos es el combate.
Y el combate estaba allí.



Barrio popular de Shanghai, 1927; foto de: Library of Congress


No llovía aún; la tristeza de aquella calle vacía, que un perro atravesó en dos saltos, como si algún instinto le previniera lo que se preparaba, era tan profunda como el silencio. 

Cinco tiros de fusil sonaron en una calle próxima ..... luego otro, y otro más.
"Esto comienza"_dijo Chen.
Un tumulto llenó de golpe la calle, producido por gritos entremezclados, disparos de fusil, relinchos furiosos, caídas ......

A todo correr, ganaron en algunos minutos una calle más importante. Todos los almacenes estaban cerrados. En el suelo, tres cuerpos; al final de la calle, unos veinte jinetes (había muy poca caballería en Shanghai) vacilantes, sin ver a los insurgentes. Chen no podía pensar en atacarles; sus hombres estaban demasiado mal armados.
Pudieron llegar al puesto, los agentes jugaban a los naipes, con los fusiles y los máuseres en el armero.

El suboficial que los mandaba abrió una ventana y gritó:
_Todos los que me escuchan son testigos de la violencia que se nos ha hecho. ¡Ya veis que somos obligados a ceder ante la fuerza!

Las apariencias estaban cubiertas y la justificación teatral se había hecho en buen momento.
Aquel "aceptaba el papel".
Chen distribuyó las armas. Salieron, todos armados.

Los policías recogieron los naipes y comenzaron a jugar de nuevo.
_Si resultan vencedores_dijo uno_, quizá se nos pague este mes.
_En cambio, si son vencidos, acaso nos digan que hemos hecho traición.
_Hemos cedido ante la fuerza, todos somos testigos; no somos responsables.
Se levantaron y fueron a continuar su juego en una tienda próxima, cuyo propietario no se atrevió a echarlos.


                                           *         *        *        *        *



Alegre y desconfiado, Chen caminaba hacia uno de los puestos centrales: "Todo va bien_pensaba_, pero éstos son casi tan pobres como nosotros ....."
Los rusos blancos y los soldados del tren blindado se batirán.
Detonaciones lejanas, sacudían el aire hacia el centro de la ciudad....el humo que el viento disipaba en la misma dirección en que corrían los insurrectos, como si el cielo participase de la insurrección.

El nuevo puesto era un antiguo hotel de un solo piso; dos centinelas, uno a cada lado de la puerta, con la bayoneta calada.
Chen sabía que la policía especial estaba alerta desde hacia tres días, y sus hombres destrozados a causa de esa guardia perpetua.
Allí había algunos oficiales, unos cincuenta mauseristas de la policía, bien pagos, y diez soldados.

¡Vivir, vivir, por los menos durante los ocho días siguientes!

Chen se había detenido en la esquina de la calle.
Las armas se encontraban, sin duda, en los armeros del piso bajo, que precedía al despacho de un oficial. Él y dos de sus hombres se habían introducido allí varias veces, durante aquella semana.

Eligió diez hombres sin fusil, hizo que ocultasen los revólveres, y avanzó con ellos. Los centinelas les vieron acercarse.
_¿El teniente Shuei-Tun?_dijo Shen.
En cuanto los primeros hombres estuvieron en el corredor, los centinelas sintieron contra las costillas los caños de los revólveres. Se dejaron desarmar; aunque mejor pagados que sus miserables colegas, no lo estaban lo bastante para arriesgar sus vidas.
Nada había sido visible desde las ventanas.

Desde el corredor, Chen distinguió los armeros, provistos de los fusiles. Se lanzó hacia ellos con el revolver levantado. Si los policías hubieran sido decididos, el ataque habría fracasado.

Entraba un nuevo grupo de hombres de Chen. Comenzó una nueva distribución de armas.
"En este momento_pensó Chen_, doscientos grupos, en la ciudad, obran como nosotros.
Si tienen suerte ...."

Apenas tomaba el tercer fusil, cuando oyó venir desde la escalera el ruido ..... alguien subía corriendo ..... salió ..... un disparo desde el primer piso; era uno de los oficiales que había visto a los insurrectos.
El combate iba a comenzar.
Intentar tomar la escalera por asalto era como suicidarse: los policías poseían, sin duda, granadas de mano. Las instrucciones del Comité militar, consistían en que, en caso de fracaso parcial, prendiesen fuego, tomasen posiciones en las casas vecinas y pidiesen ayuda a los equipos especiales. Ninguna otra cosa se podía hacer.

_¡Prended fuego!
Los hombres con las latas de nafta empezaron a derramarla ..... salían con lentitud por esos chorros
irrisorios.
Chen miró por la ventana: almacenes cerrados, tejados podridos, la calle vacía.

Todo combate era absurdo.
Un estruendo. Disparaban sobre ellos desde fuera.
Segunda descarga.
Todos los hombres de Chen estaban echados boca abajo y tenían a los prisioneros atados en un rincón. Que estallase una granada, y arderían.
Chen sacó del bolsillo una bandera azul del Kuomintang, en el instante que salía al corredor recibió un golpe en los riñones, .... le penetraba hasta el vientre ....

Se levantó, no estaba herido, pero ..... faltó poco para que una segunda explosión le derribase de nuevo. Desde las ventanas del primer piso, los policías sitiados les lanzaban granadas de mano.
Aterrorizados por la explosión algunos de sus hombres, saltaban afuera; otros, habían muerto. Bajo los disparos de los policías, dos habían caído en medio de la calle, con las rodillas en el pecho, como conejos, hechos una bola; otro, con la cara convertida en una mancha roja.

Los oficiales arrojaban la segunda granada, estallando a la izquierda de Chen. Había unos cuerpos en el suelo: gemidos ...... en el rincón, uno de los prisioneros, con una pierna arrancada, aullaba a los suyos: "¡No tiréis más!"
Aquel hombre que aullaba con la pierna arrancada, no podía continuar atado.
"Eso a mí no me importa_pensó Chen_; es un enemigo."
El sentimiento que experimentaba era mucho más fuerte que la lástima: era él mismo, aquel hombre atado.

_¿Qué cuerno hago aquí? Su angustia era ser herido en el vientre; sin embargo, aquello era menos intolerable que ver a aquel atado ....
Sin poder obrar de otro modo, fue hacia él, con el cuchillo en la mano. El prisionero creyó que quería matarlo; Chen encontró, por fin, las cuerdas, deslizó su cuchillo .... y las cortó.
En la habitación, los restos impregnados de nafta, encendidos por las granadas, comenzaban a arder.
No había agua.
Los heridos, los suyos, quedarían carbonizados.....¡Salir, salir! ... no había perdido la lucidez.
Chen trataba de salir de allí, .... recibe un golpe en el brazo izquierdo, sangraba de nuevo, pero no le dolía.

Encuentra en el pasadizo al jefe del tchon, un chino afeitado, grande .... que levantó las cejas resignado: _Esperamos un camión blindado_dijo_Hemos tomado la mitad de los puestos.
_¿Nada más?
_Ya es bastante ......

Los escombros ardiendo .... los heridos aullando ..... las detonaciones ..... las sirenas, los ruidos de la guerra perdidos en el aire lúgubre.

Un sonido lejano ..... el camión llegaba; con todo el barullo del blindado mal hecho.
Chen expuso la situación al jefe del equipo de socorro. Era el equipo de jóvenes burgueses; hubiera preferido a uno del grupo de Katow, odiaba a la burguesía china; el proletariado era, al menos, la forma de su esperanza.
Ambos_el militar, el jefe con los cabellos hirsutos y su bigote recortado, y Chen, rechoncho y cárdeno_examinaron el puesto: no disparaban más, excepto cuando alguno de los insurrectos abandonaba su escondite.

_Dónde están las otras secciones?_preguntó, de nuevo, Chen.
_Casi todos los puestos están tomados. El principal, por sorpresa, a la una y media. Allí hemos tomado 800 fusiles. Ya podemos enviar refuerzos .... ustedes son el tercer equipo a quienes socorremos.
Estamos bloqueando ahora los cuarteles, la estación del Sur, el arsenal. Necesitamos el mayor número de hombres para el asalto. Y quedará el tren blindado.

La idea de los doscientos grupos que operasen como el suyo exaltaba y turbaba a la vez a Chen. A pesar de ..... todo, la violencia le daba la sensación de una acción solidaria.

El oficial distribuyó granadas, y diez hombres se fueron por los tejados para tomar posiciones sobre el puesto. Emplear contra los policías su propia táctica: hacer entrar los explosivos por las ventanas.

Lograron tirar cuatro granadas, sólo dos cumplieron su objetivo. Dos de los insurrectos habían caído sobre su propia trampa; hicieron entonces una cadena, dándose las manos, hombres de los grupos burgueses kuomintang y obreros comunistas, ...._¡Haced la cadena!, gritó Chen.
En cinco minutos entraron tres granadas por las dos ventanas.
_¡La del medio!_gritó el cadete. Chen lo miró, apenas se protegía, era valiente pero no se compenetraba con sus hombres. Chen lo estaba, aunque no lo bastante.

No lo bastante.

A pesar de la intimidad con la muerte, a pesar de aquel peso fraternal que ahora lo sostenía y que le descuartizaba el brazo, .... no era de los suyos.
Chen logra, con los músculos extenuados y con una desesperación sin límites, alcanzar con su granada, la ventana del medio.
..........
El fuego cesó. El cadete entraba en el puesto y Chen le siguió.... no había más que muertos, carbonizados.
_Ahora, a la estación del Sur_dijo el oficial_.
En el camión o corriendo .... la gran mancha de sangre abandonada resultaba inexplicable, en medio de la calle desierta.

En el camino, Chen ve como un anciano que les interceptaba la calle con cuatro caballos muertos y tres cadáveres, llora la pérdida de las bestias: _¡Cuatro muertes! ..... ¡Y para nada! _ .....continuaba el anciano .......

                                                                                                                         5 de la tarde

"La estación del Sur ha sido tomada."
Ferral colgó de nuevo el receptor.
Una parte de la Cámara de Comercio Internacional era hostil a toda intervención, pero él disponía del periódico más importante de Shanghai.
Volvió a su estudio, donde Martial, discutía con el enviado de Chiang Kaishek, .... le explicaba que él representaba algo muy importante: los intereses franceses. A su vez, el enviado quería sonsacarle si les daría refugio a los comunistas en caso de ruptura:_¿Qué hará la policía francesa?

El teléfono del estudio: _El Consejo Municipal se ha rendido_dijo Martial.

_Todo se arreglará_dijo Martial_atención, nada de líos con las mujeres blancas, salvo las rusas; sobre eso tengo instrucciones muy firmes. Nada oficial. Nada oficial.
En el estudio moderno, los interlocutores de pie, se hallaban a ambos lados de una enorme Kwannyn de piedra negra, de la dinastía Tang, comprada por consejo de Clappique y que Gisors consideraba falsa.
El chino, un coronel joven .... miraba a Martial y sonreía.

_Doy a usted las gracias, en nombre de mi partido ..... Los comunistas son unos solemnes traidores, nos traicionaron a nosotros, sus fieles aliados. Se convino en que colaboraríamos juntos, y la cuestión social se plantearía cuando China quedase unificada. Y ya la plantean. No respetan nuestro contrato. No quieren restablecer la China, sino los Soviets. Los muertos del ejército no han muerto por los Soviets, sino por la China. Los comunistas son capaces de todo.

Por eso es por lo que le pregunto, señor director, si la policía francesa consideraría oportuno pensar en la seguridad personal del General.
Estaba claro que había pedido el mismo favor a la policía internacional.
_Con mucho gusto_respondió Martial ......

El teléfono de nuevo. Martial tomó el receptor.
_Los puentes están tomados_dijo con calma.
Dentro de un cuarto de hora la insurrección ocupará la ciudad.

Otra vez el teléfono.
_Los cuarteles están bloqueados_dijo Martial_Los refuerzos del gobierno no llegan más.
_¿Y la estación del Norte?_preguntó Ferral.
_Todavía no ha sido tomada.
_¿Pero el gobierno puede traer tropas del frente?
_Tal vez, señor_dijo el chino_; sus tropas y sus tanques se repliegan sobre Nankín. Puede enviarlas aquí. El tren blindado puede combatir todavía seriamente.


tren blindado chino (llevaban multitud de armamento, desde ametralladoras hasta torretas de tanques enteras)

_Sí; alrededor del tren y de la estación, desde luego_pronunció Martial_. Seguramente, la insurrección tiene cuadros rusos o europeos, los empleados revolucionarios de cada administración guían a los insurrectos. Hay un comité militar que lo dirige todo. La policía entera está desarmada. Los rojos tienen puntos de reunión, desde donde las tropas son dirigidas contra los cuarteles.

_Los chinos tienen un gran sentido de la organización_dijo el oficial.

_¿Cómo está protegido Chiang Kaishek?***
_Su auto siempre va precedido del de su guardia personal.
_No basta_respondió Martial_. Hay que arreglar eso.
...................................

El oficial se despidió y Ferral subió al primer piso, donde lo esperaba Liu-Ti-Yu, con su traje blanco y sus cabellos hirsutos.
_Usted está decidido a acabar con los comunistas. Nosotros también. Chiang Kaishek está dispuesto a la ruptura_dijo.
_Hay que ayudar a Chiang Kaishek. No es cosa de que la situación actual se mantenga. En la retaguardia del ejército y en el campo, los comunistas comienzan a organizar las Uniones campesinas. El primer decreto de las Uniones será la deposesión de los prestamistas (Ferral no decía los usureros). La enorme mayoría de sus capitales está en los campos.


_Los comunistas no se atreverán a formar soviets en China.
_No juguemos con las palabras, señor Liu. Uniones o soviets, las organizaciones comunistas van a nacionalizar la tierra y a declarar ilegales los créditos. Estas dos medidas suprimen lo esencial de las garantías, en nombre de las cuales les han sido concedidos los créditos extranjeros. Más de mil millones, contando a mis amigos japoneses y americanos. No es cosa de garantizar esta suma con un comercio paralizado.... esos decretos bastan para que quiebren todos los bancos chinos.
_El Kuomintang no dejará que se haga eso.
_No hay Kuomintang. Hay azules y rojos. Hasta aquí han colaborado, aunque mal, porque Chiang Kaishek no tenía dinero. Tomada Shanghai mañana, Chiang Kaishek casi puede pagar su ejército con las aduanas.
Los comunistas han predicado por todas partes la vuelta a la posesión de las tierras. Se dice que se esfuerzan por retrasarlo: demasiado tarde. Los campesinos han oído sus discursos, y no son miembros de su partido. Harán lo que quieran.

_Ya han tratado de recuperar las tierras. Chiang Kaishek está dispuesto a no dejarles obrar. Ha dado orden de que no se toque ninguna de las tierras que pertenecen a oficiales o parientes de oficiales.
_Todos nosotros somos parientes de oficiales.
Liu sonrió.
"¿Existe una sola tierra en China cuyo propietario no sea pariente de un oficial?...."

Otra vez el teléfono.
_El arsenal está bloqueado_dijo Ferral_. Todos los establecimientos gubernamentales están tomados.

El ejército revolucionario entrará en Shanghai mañana. Es preciso que la cuestión quede resuelta ahora. ....A concecuencia de la propaganda comunista, numerosas tierras les han sido tomadas a sus propietarios.
Chiang Kaishek debe aceptarlo o dar la orden de que se fusile a los que las han tomado. El gobierno rojo de Han-Kow no puede aceptar semejante orden.
_Contemporizará.
......._Shiang Kaishek dice que está obligado a romper ahora. ¿Quiere usted ayudarle? ¿Sí o no?
Liú contempló a Ferral con la mirada de viejo usurero de no importa que lugar de la tierra:
_¿Cuánto?
_Cincuenta millones de dólares.
_Para nosotros solos?
_Sí.

Si los amigos de Liu se decidían, todavía habría que luchar; si no se decidían, el comunismo triunfaría, sin duda, en China. "He aquí uno de los instantes en que el destino del mundo cambia:..", pensó Ferral, con un orgullo en el que había exaltación e indiferencia.
"Será preciso un argumento individual".
_Chiang Kaishek_dijo_no puede dejar que se despoje a sus oficiales. Y los comunistas están decididos a asesinarlo. Lo sabe.

El teléfono.
_El tren blindado está aislado_pronunció Ferral_. Aunque el gobierno quisiera enviar nuevas tropas al frente, ya no podría hacer nada..

Liu le estrechó la mano y abandonó el aposento.

Todas las fuerzas económicas, casi todos los consulados hacían el mismo juego que él: Liu pagaría. Sí; por primera vez había una organización del otro lado. Le hubiera gustado conocer a los hombres que la dirigían. Y mandarlos a fusilar también.

El peligro venía de Han-Kow. Allí se formaba el ejército rojo. Allí los comunistas dominaban.... toda la izquierda soñaba con aquella tierra prometida: la patria de la Revolución estaba en la sombra verdosa de aquellas fundiciones, de aquellos arsenales ..... ahora la poseían.

Las once.
Los jefes de guildas ****, los banqueros, los directores de las compañías de seguros.....y los dirigentes de las hilanderías, todos dependían, en alguna medida, del grupo Ferral, o del Consorcio Franco-asiático: Ferral no contaba más que con Liu.
Los campos .... la mayor parte de los propietarios terratenientes dependían de los Bancos.

Al lado Valeria estaba acostada. Era su querida desde hacia una semana. La realidad presente los lanzaba hacia el erotismo, no hacia el amor. Él sabía que ya no era joven, y se esforzaba por persuadirse de que su leyenda suplía a la juventud.
Él era Ferral, y conocía a las mujeres.
"No hay nada más atractivo en un hombre que la unión de la fuerza y la debilidad", le había dicho Valeria.
Él retenía esa frase.
....................
Ferral apreciaba en ella un orgullo semejante al suyo. "Los hombres tienen los viajes, y las mujeres tienen a sus amantes", había dicho Valeria la víspera.
No dejaba de haber peligro en una compañera que decía: "Ningún hombre puede hablar de las mujeres, querido, porque ningún hombre comprende que todo nuevo maquillaje, todo nuevo vestido y todo nuevo amante proponen un alma nueva....".
......................
El tren blindado disparaba de minuto en minuto, estaba aún en manos gubernamentales, con el cuartel, el arsenal y la iglesia rusa.

_Querido_preguntó ella_, ¿ha vuelto usted a ver al señor Clappique?
Toda la colonia francesa de Shanghai conocía a Clappique. Valeria lo había vuelto a encontrar, disfrutaba de su fantasía y de sus historias.
.....................
Hablaron de él ..... y de Alicia en el país de las maravillas ....._¿Lo ha leído usted, querida?
_Me lo sé de memoria.
_Su sonrisa me hace pensar en el fantasma del gato que no se materializa nunca y del que no se veía más que la encantadora sonrisa flotando en el aire. ¿Porqué la inteligencia de las mujeres quiere siempre elegir otro objeto distinto del suyo?
_¿Cuál es el suyo, querido?
_El encanto y la comprensión, con toda evidencia.
Ella reflexionó.

_Lo que los hombres nombran así (encanto y comprensión), es la sumisión de espíritu. Usted no reconoce en una mujer más que la inteligencia que le aprueba. Eso es tan descansado ......


_Entregarse, para una mujer, y poseer, para un hombre ......
_No cree usted, querido, que las mujeres no se entregan nunca, y que los hombres no poseen nada? Se trata de un juego ..... es como la historia del corcho, que se creía mucho más importante que la botella .....

La libertad de costumbres, en una mujer, excitaba a Ferral; pero la libertad de espíritu le irritaba.
La superioridad sobre una mujer..... el deseo físico, las caricias con la luz encendida ..... la resolución de no perdonarle ...... "ella siente en función de su sexo, como yo en función del mío"....

"Au repos, l´expression de Valérie était d´une tristesse tendre, et Ferral se souvenait que la première fois qu´il l´avait vue il avait dit qu´elle avait un visage brouillé,_le visage qui convenait à ce que ses yeux gris avaint de doux."

El gran silencio de la noche china, con su olor a alcanfor y a hojas, adormecido él también hasta el Pacífico.....Valeria en sus sueños y recuerdos que él no poseería nunca. Ella no era más que el otro polo de su propio placer. Jamás había vivido: nunca había sido una niña.
El cañón, de nuevo: el tren blindado comenzaba otra vez a disparar.


                                                                                                         Al día siguiente, a las 4


Desde una relojería transformada en puesto, Kyo observaba el tren blindado. A 200 metros hacia adelante y hacia atrás, los revolucionarios habían hecho saltar los rieles y arrancado el paso a nivel.
Detrás de Kyo, hacia la Iglesia Rusa o hacia la Imprenta Comercial, no cesaban las descargas.
Todas las secciones insurrectas estaban armadas ahora; las tropas gubernamentales, con el frente deshecho, huían hacia Nankin.
El ejército del Kuomintang llegaría a Shanghai dentro de algunas horas.

Entró Chen, como siempre, vestido de obrero.
_No creo que tengan ya muchas municiones_dijo.
_En cuanto nuestros propios cañones estén allá .... _dijo Kyo.
Un correo llevó algunos documentos a Kyo:_No tenemos mayoría en el comité.

La asamblea de delegados, reunida clandestinamente por el Partido Kuomintang, antes de la insurrección, había elegido un comité central de 26 miembros, 15 de ellos comunistas; pero ese comité acababa de elegir, a su vez, el comité ejecutivo, que iba a organizar el gobierno municipal. Allí estaba la eficacia; allí, los comunistas, ya no tenían mayoría.

Un segundo correo:_El arsenal está tomado.

_¿Y los tanques?_preguntó Kyo.
_Han salido para Nankin.

Todo se había entregado a la burguesía del Kuomintang; si pretendían apoderarse de las tierras, las órdenes superiores se lo impedían. La toma de Shanghai iba a cambiar todo aquello, el mensajero (soldado comunista) no estaba muy seguro.
_Han-Kow_dijo el hombre_, sé muy bien lo que hay en Han-Kow ...

Ambos pensaban en Han-Kow, "la ciudad más industrial de toda China". Allí se organizaba un nuevo ejército rojo; a aquella misma hora, las acciones obreras aprendían a manejar los fusiles.

_Todo va a depender del prefecto de Shangai_prosiguió Kyo_. Si éste es de los nuestros, poco importa la mayoría. Si es de la derecha .....
Chen hizo funcionar el teléfono de campaña, soltó rabiosamente el receptor:_ El prefecto es de la derecha.

_La línea de conducta de la Internacional parece consistir en dejar aquí el poder a la burguesía_dijo Kyo._Provisionalmente seremos robados. He visto algunos correos: todo movimiento obrero está prohibido en la retaguardia. Chiang Kaishek ha mandado disparar sobre los huelguistas.
Quizá el enemigo estuviese más cerca .... una sombra: era Katow.
_Antes de 15 días_prosiguió_, el gobierno Kuomintang suprimiría nuestras secciones de asalto.
Acabo de ver a unos oficiales azules, enviados del frente para sondearnos e insinuarnos astutamente  que las armas estarían mejor entre ellos que entre nosotros.

Desarmar a la guardia obrera: tendrán a la Policía, al Comité, al Prefecto, el Ejército y las armas.
Y habremos hecho la insurrección para eso.
Debemos abandonar el Kuomintang, aislar el partido comunista y, si es posible, entregarle el poder....se trata de pensar seriamente en el proletariado....

Chen se miraba los pies, sucios, desnudos dentro de unos zuecos.
_Los obreros tienen razón al declararse en huelga. Nosotros les ordenamos que cesen en la huelga. Los campesinos quieren apoderarse de las tierras. Tienen razón. Nosotros se lo prohibimos.

_Los azules dan a los burgueses lo que les prometen, y nosotros no damos a los obreros lo que les prometemos_dijo Kyo.

_Basta_dijo Chen_....hay que matar a Chiang Kaishek.
Katow escuchaba en silencio.
_Eso, para el futuro_dijo, por fin_. Ahora están matando a los nuestros.
Sin embargo, Kyo, no estoy tan seguro de ser de tu opinión. Al comienzo de la Revolución, cuando no era todavía socialista revolucionario, todos estábamos en contra de la táctica de Lenín en Ucrania. Antonov, comisario allá, había detenido a los propietarios de las minas, y los había condenado a 10 años de trabajos forzados, por sabotaje. Lenín le felicitó. Todos protestamos. Eran unos verdaderos explotadores los propietarios, ¿sabes? ..... sin embargo, si los hubiésemos puesto en libertad, el proletariado no habría comprendido nada.
Lenín tenía razón.
Y nosotros también estábamos en contra de los poderes extraordinarios de la Cheka*****.
Hay que prestar atención. La contraseña actual es buena: extender la revolución, y después, profundizarla.
Lenin nos dijo, de pronto: "Todo el poder para los soviets".
_Pero nunca dijo: El poder para los mencheviques******.
Ninguna situación puede obligarnos a que entreguemos nuestras armas a los azules. Ninguna. Porque, entonces, no hay duda alguna, la Revolución está perdida y no existe.

Entraba un oficial del Kuomintang, bajito, estirado, casi japonés. Saludó.
_El ejército estará aquí dentro de media hora_dijo. Nos falta armas. ¿Cuántas pueden ustedes proporcionarnos?
_Las milicias obreras deben permanecer armadas_dijo Kyo.
_Mi pedido ha sido hecho de acuerdo con el gobierno de Han-Kow. Les ruego que se informen.

Kyo utilizó el teléfono.
_Bien_dijo_. Pero los hombres están aún en las filas.
_La artillería estará allí muy pronto_dijo el oficial_. ¿Podrán ustedes entregar las armas a las tropas mañana por la tarde? Tenemos una urgente necesidad de ellas. Continuaremos avanzando hacia Nankín.


aquí podemos ubicar Shanghai (Este, en el delta del río Yangtsé, centrada en la costa del Mar de la China Oriental, la ciudad más poblada de China, y una de las más pobladas del mundo), Han-kow es la actual Wuhan, muy cerca, hacia el Oeste, y Nankín, o Nánjïng, o Nanking, a 300 km al sur de Shanghai


_Dudo que sea posible recuperar más de la mitad de las armas.
_¿Por qué?
_Todos los comunistas no se avendrán a entregarlas.
_¿Ni aún con la orden de Han-Kow?
_Ni aún con la orden de Moscú. Por lo menos, inmediatamente.
_Vea usted lo que puede hacer_dijo_. Enviaré a uno, a eso de las siete.
Salió.

_¿Eres tú de la opinión que se entreguen las armas?_preguntó Kyo a Katow.
_Trato de comprender. Es preciso, ante todo, ir a Han-Kow, ¿sabes? ¿Qué quiere la Internacional?
Desde luego servirse del ejército del Kuomintang para unificar China. Desarrollar después por medio de la propaganda y demás, esa Revolución que debe, por sí misma, transformarse de Revolución Democrática en Revolución Socialista.

_Hay que matar a Chiang Kaishek_dijo secamente Chen.
.............
_No pienses que vas a poder matarlo sin el acuerdo del Comité Central, o, por lo menos, del Delegado de la Internacional_dijo Katow.

_¿Vas a ir a Han-Kow?_preguntó Chen a Kyo.
_Desde luego.

Kyo sabía que si Chen vacilaba, no era porque Katow le hubiera convencido. Era porque ninguna de las órdenes presentes de la Internacional satisfacía la pasión profunda que le había hecho revolucionario; sí, por disciplica, las aceptaba, ya no podía obrar.


Kyo contemplaba, bajo los relojes, aquel cuerpo hostil que había hecho a la Revolución el sacrificio de sí mismo y de los demás, y al que la Revolución iba tal vez a lanzar a su soledad con el recuerdo de sus asesinatos.

Bajo la fraternidad de las armas, ..... sentía la ruptura posible ....

_Bueno_dijo por fin Chen, como respondiendo para satisfacer a Kyo en un deseo pueril.

Volvió el rumor más fuerte, ...._Son gritos_dijo Kyo.
_Tomarán la iglesia rusa?_interrogó Katow.

_El ejército_dijo Katow_. Son los nuestros.
Sin duda. Los gritos eran aclamaciones.

Un estruendo formidable sorprendió a los tres: por cada pieza, por cada ametralladora y por cada fusil, el tren disparaba.
Katow había formado parte de uno de los trenes blindados en Siberia ..... su imaginación le hacía seguir la agonía de éste.
Cada soldado adivinaba, sin duda, lo que significaba aquel martilleo. ¿Se preparaban a morir juntos, o a arrojarse los unos sobre los otros, en aquel enorme submarino que no volvería a elevarse jamás?
El tren mismo entraba en un ansia furiosa.
..... un fragor de pesados hierros: la artillería del ejército revolucionario.
Detrás de cada blindaje, un hombre del tren escuchaba aquel ruido como la voz misma de la muerte.

                                         *    *    *    *    *

                                                               
                                                                                                         fin de la segunda parte


Personajes de esta segunda parte:

-*Ferral: Presidente de la Cámara de Comercio francesa; un bon vivan en parte...., con los pies en la tierra; un hábil negociante internacional, pero .... que en determinado momento, no sabe dónde está parado.
-*Martial: Director de Policía francesa; cuida su puesto a rajatabla; disimula sus antipatías en pos de su carrera.
-*Chen: ya presentado; aquí, decidido a todo, valiente en la lucha armada; odiaba a la burguesía china (sus aliados por mal que le pesara), defendía al proletariado, con quienes se sentía identificado.
-*Katow: ya presentado ; aquí, pensando en el fin último, tratando de ver the big picture, y no como Chen, dejándose llevar por el fanatismo o por una fuerte convicción.
-*Kyo: ya presentado; aquí, tratando de ver el complejo panorama, y actuar sin equivocarse, midiendo los pro y los contra de las decisiones a tomar, siendo responsable del grupo.

Referencias, información y aclaraciones

Las imágenes ayudarán a ponernos en clima y la información, a aprender de este acontecimiento histórico en el que está basada la novela.

-Dos frases del libro original, en el idioma que fue escrito ..... para tener el placer de leerlo, creo que no necesita traducción, el francés es transparente para nosotros.

*Hankow: fue una de las 3 ciudades que dio origen a la moderna ciudad de Wuhan, capital de la Pcia. de Hubei, República Popular China. Solía tener 5 conceciones coloniales: Reino Unido, Alemania, Francia, Rusia y Japón. Los británicos la dejaron en 1927 durante la Expedición del Norte.
-Fotos de: archivos históricos, Foro Militar Gral.: La Guerra Civil China, Atlas, Wikipedia, Ministerio de Defensa Gob. de China, etc.


-LA VANGUARDIA.com / Hemeroteca : pág web con la publicación de ese día de 1927, y sus acontecimientos: http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1927/01/11/pagina-26/33233475/pdf.html







barricadas en las concesiones extranjeras, Han-kow, 1927


**¿Qué sucedió ese febrero?
Shanghai, con su puerto y sus industrias, albergaba la flor y la nata del proletariado chino, aunque se hallaba aún en la zona bajo control de los señores de la guerra (división militar que continuó hasta la caída del Gobierno Nacionalista). Cuando se inició el avance del ejército del Kuomintang (Partido Nacionalista Chino) hacia la ciudad, el sindicato GLU, dirigido por el PCCH, convocó una huelga general con objeto de echar a la camarilla del gobierno y "apoyar así al ejército de la expedición del Norte" y "aclamar a Chiang Kai-shek". Esta primera tentativa fue aplastada tras duros combates callejeros, pero aunque las autoridades impusieron un reinado de terror contra la población obrera, lo cierto es que la combatividad se mantuvo intacta. Tal es así, que el 21 de marzo, los trabajadores volvieron a levantarse ......


-A principios de 1927: Chiang, con los bajos fondos de Shanghai, pretextando que las actividades comunistas eran social y económicamente disgregadoras, tomó por sorpresa a los comunistas y unionistas de Shanghai, arrestando y haciendo ejecutar a cientos de ellos el 12 de abril de 1927......



***-Chiang Kaishek: 1887-1975; militar y estadista chino; sucedió a Sun Yat-sen como lider del Partido Nacionalista Chino Kuomintang (KMT), y fue el líder máximo, bajo diversos cargos, de la República de China, establecida en Nankin en 1927; en ese momento cuenta con el apoyo de los comunistas soviéticos, y colabora con el Partido Comunista de China; trás la conquista de Nankín y Shanghai, Chiang traslada el gobierno a la ciudad que de acuerdo con la ideología de Sun Yat-sen, debía ser la capital de toda China: Nankín; desde allí Inicia una purga de simpatizantes comunistas; este giro hacia una política de enfrentamiento con los comunistas marcará los acontecimientos de los siguientes años.


****Guildas y sindicatos en China: durante generaciones dominaron la vida económica y social de los obreros y artesanos chinos; reunían a los trabajadores y fomentaban su identificación como grupo profesional; funcionaban institucionalmente de forma equivalente a los gremios de artesanos.


*****Cheka/Checa: fue una de las primeras organizaciones de inteligencia política y militar soviética; su cometido era "suprimir y liquidar", con amplísimos poderes y casi sin límite legal alguno, todo acto "contrarrevolucionario" o "desviacionista".

******Mencheviques: facción minoritaria del Partido Obrero Socialdemócrata ruso que surgió en 1903, de ideología moderada; desapareció tras la victoria de los bolcheviques.






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