lunes, 15 de diciembre de 2014

«21 gramos», Osvaldo Picardo



21 gramos

Osvaldo Picardo



Un poema elegido...
 

Ediciones Danza, 2014. Ilustración: «El gato helecho», [1957], de Remedios Varo



No es fácil elegir un poema entre los treinta y uno que componen este último libro de Osvaldo Picardo.

Leía ayer el discurso que Rafael Oteriño había dado en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.
Decía: «No adules al poema. Acéptalo como el aceptará su forma definitiva... Acércate más y contempla las palabras. Cada una tiene mil caras secretas...»

Son sogas que desatan el alma...
[Tomando las palabras del poeta, diciendo de lanchas amarillas, banquina y nudos con símbolo de infinito].


En esta oportunidad, mi elegido es el de este Ulises moderno, que somos un poco todos, nos lo dice el último verso:


Se trata de una película en que el 

pensamiento no es todavía imagen

 

 

Me gustaría volver a fumar
e ir de a poco alejándome por la rambla
como en una película de los setenta.

La bruma y la llovizna
—así la imagino— se confabulan
para borrar a mi espalda
una ciudad indefinida.

Se abre un largo plano cenital
de las playas en blanco y negro.
 [El plano se prolonga con un travelling.
Vuela una bolsa llena de viento
y se enreda en el esqueleto de las carpas].

¿Termina el mar en alguna parte?
Algo en mi cabeza
baila y me envuelve como el humo.
Algunos pensamientos tienen
esa gravedad material. Flotan, corren,
caen uno tras otro. Apenas, después,
si volvemos a entenderlos.

Me tienta entonces, fuera de campo,
la existencia de un testigo.
Y no son muchas sus formas: Dios,
el amante, el hijo, la escritura.

La soledad es un pensamiento parecido.


Osvaldo Picardo, 21 gramos 




Cada uno tendrá sus propios elegidos cuando terminene de leer, de disfrutar «21 gramos». Producirá distintas emociones y acercamientos según quien lo lea, que encontrará sus propias caras secretas.

La corriente te lleva a donde quiere, dice uno de los poemas de Picardo, rendido a su deseo y su fuerza.
Así nos entregamos los lectores.
Fue un placer leer este poemario, y lo seguirá siendo.


C. G.



Nota del autor [al finalizar el libro]:

La mirada de Ulises es una película griega dirigida por Theo Angelopoulos en el año 1995, con guión de Tonino Guerra, Theodoros Angelopoulos y Petros Markaris. La película está cruzada por referencias homéricas clásicas. Se abre con una cita de Alcibíades de Platón: «El alma, si quiere conocerse a sí misma, debe mirara a otra alma», pero su incorporación procede de uno de los poemas donde Seferis desarrolla el tema del viaje: «Argonautas». Entre Seferis y Angelopoulos hay un diálogo que adquirirá la dimensión de una contraseña, cuando al llegar a Belgrado el protagonista es saludado con un verso de Seferis: «En el principio Dios creó el viaje» y él responde, ahora con palabras de Angelopoulos: «... y después la duda y la nostalgia».


Mis notas: 


- Osvaldo Picardo: [Mar del Plata, Argentina, 1995] poeta, ensayista y crítico argentino.
Escritor, docente e investigador universitario. Fue director de la Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata [EUDEM] y dirigió la revista La pecera hasta el 2009. 

Sus obras: Apenas en el mundo [1988], Poemas con tu altura [1989], Letras en una esfera armilar [1991], Dejar sin ventanas la verdad [1993], Quis quid ubi: Poemas de Quintiliano [1996, reeditado en 1998], Una complicidad que sobrevive [2001], Mar del Plata [poema en 12 partes] [2005], Pasiones de la línea [Ediciones en Danza, 2008], O. P. Vida de poesía [antología, 2008] y Mar del Plata y otras ciudades y viajes [2012].

También publicó la antología Primer mapa de la poesía argentina: el Noroeste.
En el 2006, Antología personal de Joaquín Giannuzzi.

Colaboró en catálogos para exposiciones y en revistas culturales nacionales y extranjeras, tales como: La Estafeta del Viento de Casa de América, España, Cuadernos Hispanoamericanos, de la AECI, España, y Hablar de Poesía, Buenos Aires.
También en el suplemento literario de TELAM [SLT].

Entre las muchas distinciones y premios: Premio del Fondo Nacional de las Artes, por Una complicidad que sobrevive [Ed. Martin, 2001], Premio Municipal Alfonsina a la creación literaria [2004] y el Premio Lobo de Mar [2005], entre muchos otros.


- Cine y Literatura, La mirada de Ulises: la película cuenta la historia de un cineasta griego [Harvey Keitel] que vuelve a su país tras treinta y cinco años de ausencia. 
Viaja con un propósito, tiene el encargo de localizar tres bobinas cinematográficas que contienen las primeras imágenes rodadas por los dos pioneros del cine griego: Miltos y Yannakis Mannakis.
Al viaje por la convulsa geografía de los Balcanes del cineasta, se suma la crisis de identidad y el reencuentro, con su país y cultura, consigo mismo y su memoria.
Es un viaje de conocimiento y reflexión.

Ulises y el cineasta. La Guerra de los Balcanes y la Guerra de Troya. El mito Homero.
Así como Odiseo [personaje arquetípico con múltiples proyecciones en la literatura (desde Virgilio hasta Joyce)] inició una larga búsqueda hacia Ítaca, su meta, así el protagonista del film debe enfrentar otras agresiones, diferentes, y otras búsquedas, parecidas en lo simbólico.

El retorno es una búsqueda dolorosa [la nostalgia], una nueva mirada que nos ofrece el director.
En un contexto real de confrontación bélica, Angelopoulos convirtió este ambicioso argumento en una obra maestra.
Gran Premio del  Jurado, Cannes, 1995.
Recomendada sólo para cinéfilos.


- Rafael Felipe Oteriño: [La Plata, 1945] poeta, crítico y ensayista argentino.

Su obra: su poesía se encuentra reunida en Antología poética, Fondo Nacional de las Artes [1997] y En la mesa desnuda, Ediciones al Margen, La Plata [2009].
Algunos de los títulos: Todas las mañanas, Ediciones del Copista [2010], Ágora, Ediciones del Copista [2005], Cármenes, Vinciguerra [2003], etc.
Fue traducido al italiano, inglés y catalán.

Premios: Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía [2009], Konex de Poesía, [1989/93], Primer Premio Regional de Poesía de la Secretaria de Cultura de la Nación [1985/88], entre muchísimos más reconocimientos.


- «El gato helecho», Remedios Varo: me encantó conocer a esta pintora surrealista y amante de los gatos [a pesar que no son mi debilidad, sin embargo este que me mira con sus inmensos ojos verdes y su cuerpo de helecho...] y destacarla aquí para que la conozcan.

Nació en Anglès [Gerona] el 16 de diciembre de 1908 y falleció en México el 8 de octubre de 1963.
En 1935 conoció al pintor Esteban Francés, quien la introdujo en el círculo surrealista de André Breton.
En 1941 viaja a México, donde son acogidos como refugiados políticos, con el poeta Benjamin Péret, con quien había establecido una relación sentimental.
Tras separarse del poeta, realiza una expedición científica a venezuela con el Instituto Francés de América Latina.
En 1949 vuelve a México y conoce al que sería su pareja definitiva, el político austríaco Walter Gruen, con quien se casa en 1952.
Comienza a dedicarse de lleno a la pintura, realizando exposiciones colectivas e individuales.
Falleció en 1963. Su última obra fue: Naturaleza muerta resucitando.

Su obra es facilmente reconocible, gracias a un estilo muy marcado, con figuras humanas estilizadas realizando tareas simbólicas y elementos oníricos. Se percibe una atmósfera de misticismo en un mundo real y moderno, puntualizada por un marcado interés por la iconografía científica.
Sus obras son retomadas, cada vez con más frecuencia, en la literatura de divulgación.






El gato helecho, 1957


















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