Visita al Vittoriale de Gabriele D´Annunzio
Gardone Riviera, Lago di Garda
Italia
In visita al Vittoriale di Gabriele D´Annunzio, esperienza unica,
sarà merito della letteratura?
Leyendo antes de comenzar mi visita a la casa de Gabriel D´Annunzio, Gardone Rivera, Lago di Garda. |
Gabriele D´Annunzio [1863-1938], escritor, dramaturgo y poeta italiano, símbolo del decadentismo*, el «héroe mesiánico», admirado y denostado, autor de obras que se siguen leyendo y estudiando, nació en Pescara, pero vivió muchos años y falleció en este sitio, en la orilla oeste del lago de Garda: Gardone Riviera, en la bella Lombardia.
Muy controvertido por sus ideas políticas, creó un singular universo literario, refinado, sensible y elocuente. Su personalidad de esteta, que quizá hemos percibido en su obra, se ve reflejada en cada rincón de la casa. Alejándose de todo lo que tuviese que ver con lo cotidiano, con lo común, la decoró a su gusto. Gusto de un hombre que amaba, ante todo, los desafíos. Cada bibelot traído de aquí y de allá, cada réplica de alguna obra de arte [también valiosos originales], o los miles y miles de libros —amó las figuras del pasado pero también se identificó con el dinamismo del futuro, fue un lector voraz y en varios idiomas—, todo en esta casa tiene un significado. Como lo tiene la cantidad de remedios que veo en un placard y me hablan de su hipocondría... o las gruesas cortinas y la poca luz emitida por las lámparas que me cuentan de lo placentero que era para él, ciego de un ojo a causa de un accidente de aviación, vivir en penumbras.
En esta magnífica propiedad de nueve hectáreas donde recibía a sus amigos, en estos jardines donde en una oportunidad mandó que plantaran diez mil rosales, con fuentes y esculturas, con un lago artificial, brilla el sol con toda su fuerza. Así lo vemos desde las galerías:
Bisogna che tu prenda un po´ di sole,
un po´di sole su quel viso bianco.
Bisogna che tu sia forte; bisogna
che tu no pensi alle cattive cose...
«Consolazione»,
Gabriele D´Annunzio
La casa de Gabriele D´Annunzio, llamada «Prioria» [Priorato], permanece tal cual el poeta quiso, como era cuando la habitaba. Es, sin duda, un testimonio excepcional de su personalidad —de la que tanto se habla—, de su sensibilidad. El gusto dannunziano queda expuesto en todo su esplendor: miles y miles de objetos artísticos, libros, regalos que recuerdan distintos momentos en la vida del poeta y sus múltiples actividades.
Cada habitación tiene un nombre simbólico, puesto por D´Annunzio con toda intencionalidad; por ejemplo, una se llama «Mascheraio», cuarto reservado especialmente a Mussolini —quedando de manifiesto la controversia entre el Duce y el Vate—, o a otros visitantes «dudosos en sus conductas», para que reflexionaran sobre su lado negativo.
Pero por encima de todo, de cualquier actividad o circunstancia, fue un hombre de letras, además de gimnasta, amante de los deportes y de la velocidad, de los aviones, de los libros y de la música, de las mujeres y de la vida, siempre apostó decididamente por la exaltación del placer y de la belleza:
El inefable gozo
... Celebra el grande, el inefable goce
de vivir, de ser joven, de ser fuerte,
de hincar los dientes ávidos y blancos
en los más dulces frutos terrenales.
De posar las audaces, sabias manos
sobre todo lo más puro y secreto,
y de tender el arco contra todas
las presas que voraz deseo acecha.
De oír todas las músicas livianas,
y mirar, con pupilas fulgurantes,
la bella faz del mundo, como mira
un amante feliz a su adorada.
A ti placer, ¡oh amiga!
¡A ti el ensueño!
¡Yo quiero revestirte la más roja
de las púrpuras regias, siquier tiña
su seda con la sangre de mis venas.
Yo quiero coronarte de alas rosas
para que así, transfigurada, cantes
la divina Alegría, la Alegría,
la Alegría, magnífica, invencible!
«El inefable gozo»,
Gabriele D´Annunzio
*
L´ospitalità al Vittoriale
Una de las tres puertas de ingreso. La primera es el «Arco dell´Ospite».
Por aquí entraban los huéspedes de Gabriele D´Annunzio.
Vieni; usciamo. Tempo è di rifiorire.
«Consolazione»,
Gabriele D´Annunzio
El interés de D´Annunzio por la sensualidad y el goce de los placeres, por el refinamiento estético sobre todo, no queda limitado a su poesía. Son famosas sus novelas: Il piacere [El placer, 1889], Giovanni Episcopo [1892] y L´innocente [El inocente, 1892], llevada al cine por Luchino Visconti en 1976 y protagonizada por Giancarlo Giannini y Laura Antonelli.
*
Más que decir que en el Vittoriale había un teatro,
habría que decir que el Vittoriale fue un teatro
Aquí se prepararon escenografías, vestuarios, músicas, se inventaron y atribuyeron roles, se vivieron tragedias y comedias, años donde D´Annunzio se descubre como autor, director e intérprete, como una verdadera obra de arte, en definitiva.
Años más tarde se terminaría este hermoso anfiteatro. En el momento que lo visito el espectáculo es el Lago di Garda en todo su esplendor.
Con vista al Lago di Garda, el teatro llamado por D´Annunzio «Parlaggio», fue construido reproduciendo la antigua estructura de un anfiteatro griego. El arquitecto Giancarlo Maroni fue enviado a Pompei para estudiarlo in situ e inició los trabajos en 1934, terminándolo después de la muerte del poeta, en 1952.
Actualmente brinda espectáculos de gran nivel durante los meses de verano.
Canta l´immensa gioia di vivere,
d´esser forte, d´essere giovine,
di mordere i frutti terrestri
con saldi e bianchi denti voraci.
«Canta la gioia»,
Gabriele D´Annunzio
*
Mussolini y D´Annunzio, caminando en los jardines del Palazzo Il Vittoriale. |
A pesar de lo que muchos piensan de su relación con Benito Mussolini, el líder fascista,
D´Annunzio lo veía como un vulgar imitador de sí mismo, y no le gustaba nada que lo consideraran como alguien que le preparaba el camino.
Dice la historiadora y biógrafa británica Lucy Hughes-Hallett, «Aunque D´Annunzio no fue un fascista ni apoyó el fascismo, el fascismo sí era dannunziano». Las camisas negras, el saludo romano con el brazo extendido, los cánticos, la exaltación de la virilidad y de la juventud, la patria y el sacrificio, todo ya había estado en Fiume [Croacia], tres años antes de la marcha de Mussolini en Roma. D´Annunzio, con su sueño de recuperar aquellos territorios que alguna vez habían sido italianos, desafió a las potencias aliadas y fue un Duce.
Su «gran obra teatral» estuvo montada, fue, justamente, Fiume. Un escenario en vivo con una audiencia a escala mundial. Tal era la magnificencia de lo que allí había creado, creyendo que estaba trabajando para lograr un orden mundial nuevo y mejor, apostaba a una «política de lo poético». Para él escribir era un arte militar.
Solo que no era ficción, solo que el reparto de los miles de «actores» anunciarían los temas más oscuros que finalmente llegaron y tiñeron todo de horror. No todos lo percibieron en ese momento.
Esta es, si se quiere, otra lente a través de la cual pueden verse los hechos históricos. Son los antecedentes culturales, intelectuales y sociales europeos de un hecho repudiable, sin lugar a dudas.
Poeta, aviador, nacionalista, demagogo, un hombre apasionado, no muy coherente, irrealista. El más grande de los poetas italianos, tanto en la consideración de los demás como en la suya propia, «fue un brillante publicista de sí mismo». Ya el protagonista de su primera novela decía que «uno ha de hacerse su propia vida de la misma manera que hace una obra de arte», y él trabajó en eso.
Era «il Vate», el bardo nacional, novelista de renombre y poeta venerado, dramaturgo a cuyas obras asistían tanto la realeza como los nombres destacados de la época. Analítico, poseía una gran cultura y un gran poder de seducción.
Fue muy admirado en su juventud y en su madurez. James Joyce dijo que D´Annunzio era el único escritor europeo, después de Flaubert y antes que el propio Joyce. Lo situó junto a Kipling y a Tolstoi, «los tres escritores con mayor talento natural» del siglo XIX. También recibió elogios de Henry James y de Proust.
Ancóra qualche rosa è ne´rosai,
ancóra qualche timida erba odora.
Ne l´abbandono il caro luogo ancóra
sorriderà, se tu sorriderai.
«Consolazione»,
Gabriele D´Annunzio
El legendario olivo y su magia tiene un lugar destacado en la literatura, leyendas y poesías, en nuestra propia fantasía. D´Annunzio no podía estar ausente, l´olivo e il suo prezioso frutto e foglie d´argento.
Laudato sia l´ulivo nel mattino!
Una ghirlanda semplice, una bianca
tunica, una preghiera armoniosa
a noi son festa.
Chiaro leggero è l´arbore nell´aria.
E perché l´imo cor la sua bellezza
ci tocchi, tu non sai, noi son sappiamo,
non sa l´ulivo.
«L´Ulivo»,
Gabriele D´Annunzio
Quedará en mano de ustedes, queridos lectores amigos, elegir algo de su obra, arte exquisito y pomposo, como habrán podido vislumbrar. No es una fácil elección, debo reconocerlo, entre las envidias y rencores de sus pares a raíz de su fama literaria y su propia arrogancia, nos movemos en un mar de ecos que vienen de lejos y se contradicen.
Quizá sea su personalidad, con esa adoración a la energía, un hombre desbordado, o su nacionalismo profundo, o su vida tempestuosa y fascinante lo que llame su atención y despierte curiosidad, quizá eso mismo los aleje o... acerque haciendo las salvedades necesarias según nuestros principios y creencias. Así es la literatura y así son los que la hacen, imperfectos, contradictorios, fortunatamente!
Hasta el próximo encuentro, esperando que hayan disfrutado de este post, grazie a la Fondazione!
C. G.
Notas
- Fondazione Il Vittoriale Degli Italiani:
https://www.vittoriale.it/- Gabriele D´Annunzio:
http://www.scuoleasso.gov.it/inclusione/wp-content/uploads/2014/11/Gabriele-DAnnunzio.pdf
- El gran depredador. Gabriele D´Annunzio, emblema de una época, Lucy Hughes -Hallett: Recomiendo leer estas páginas, excelente biografía.
https://books.google.it/books/about/El_gran_depredador_Gabriele_d_Annunzio_e.html?id=HjmWBQAAQBAJ&printsec=frontcover&source=kp_read_button&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false
- Vocabolario Treccani: el que usa D´Annunzio en muchos de sus poemas.
- Decadentismo: Movimiento cultural, particularmente literario, de origen francés, cuya influencia se prolongó durante las últimas décadas del siglo XIX. La denominación fue adoptada por los mismos que adherían a esta corriente a partir del uso peyorativo con el que la crítica académica en un principio los apodó.
Fue la antítesis del movimiento poético de los parnasianos y de su doctrina [inspirada en el ideal clásico del arte por el arte, el arte no tenía que ser útil], y una ruptura con el naturalismo. Todos movimientos estéticos, filosóficos y literarios que obedecían a una lógica y a una necesidad histórico- cultural. Todos se nutren de todos.
Los rasgos definitorios e importantes fueron el esteticismo y la oposición a los valores culturales burgueses. La poesía tomando la cualidad de la música, que solo es forma. Valora la libertad de expresión, hasta el punto de mostrarse indiferente a las cuestiones morales. Evade la realidad cotidiana, la vulgaridad burguesa, escapa de los seres vacíos con metas triviales y exalta el heroísmo individual. Explora las regiones más extremas de la sensibilidad y del inconsciente.
Una de las obras más conocidas que se encuentra en esta línea es El retrato de Dorian Gray [1890], de Oscar Wilde [1854-1900]. Pero la novela À rebours [A contrapelo, 1884], de Joris-Karl Huysmans [1848-1907], llamada «la Biblia del decadentismo», es el máximo exponente. En ella, es el protagonista el que detalla las consideraciones estéticas para comprender el decadentismo.
Personajes como Dorian Gray o el Andrea Sperelli de El placer [Il piacere, 1889], de Gabriele
D´Annunzio, son descendientes directos del personaje de Huysmans, el duque des Esseintes, personaje modelo del decadentismo.
Verlaine, Baudelaire, Latréamont —poetas malditos— fueron los precedentes.
En España y Latinoamérica, algunos de los que adhirieron a esta corriente o tomaron algún aspecto: Rubén Darío, Amado Nervo, Leopoldo Lugones, César Vallejo, Horacio Quiroga, y otros muchos.
Otros que podríamos agregar, que adhieren a esta forma opuesta a los convencionalismos, que superan o alteran la realidad en la evocación, en la analogía, en el símbolo, y que tienen algunas de las características del decadentismo, al ampliarse el alcance del término: Rainer Maria Rilke, Marcel Proust, Franz Kafka, James Joyce, T. S. Eliot, Thomas Mann, movimientos de vanguardia, como el surrealismo, el cubismo o el realismo crítico.
http://www.prosamodernista.com/corrientes-influyentes/decadentismo
- D´Annunzio, por José de la Riva Agüero:
http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/53201/dannunzio.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- «"Ben" Mussolini e Can-Ossa»:
https://web.vittoriale.it/wp-content/uploads/2016/12/Istituto_Alberghiero_De_Medici_Gardone_Riviera.pdf
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