sábado, 30 de agosto de 2014

«Insomnio», poemas del libro «El otro, el mismo» [1], Jorge Luis Borges


Una propuesta: uno a la vez.
Borges no es «difícil», sólo hay que leerlo.
Satisfacción y disfrute asegurados.
 


Insomnio

 Escrito en 1936 y publicado en 1943

Del libro: El otro, el mismo [1964]

Jorge Luis Borges

24 de agosto de 1899, Buenos Aires, Argentina

14 de junio de 1986, Ginebra, Suiza



Uno de los libros de poemas que más me gusta de Borges.
Sigo disfrutando de estos versos en el ajado libro que algún día no tendre más remedio que reponer.





Emecé Editores, Buenos Aires, 1977. Edición dirigida y realizada por Carlos V. Frías





«De los muchos libros de versos que mi resignación, mi descuido y mi pasión fueron borroneando, El otro, el mismo es el que prefiero».
Con esta frase empieza Borges el prólogo.







Uno a uno, voy a ir leyéndolos, releyéndolos en verdad, dándole el tiempo a cada frase, a cada significado, o a cada idea, donde «la conexión» me lo imponga.
Lo comparto, y así lo propongo, porque son muchos los amigos que me confiesan que Borges es «una lectura difícil».



Insomnio

De fierro,
de encorvados tirantes de enorme fierro, tiene que ser la noche,
para que no la revienten y la desfonden
las muchas cosas que mis abarrotados ojos han visto,
las duras cosas que insoportablemente la pueblan.

Mi cuerpo ha fatigado los niveles, las temperaturas, las luces:
en vagones de largo ferrocarril,
en un banquete de hombres que se aborrecen,
en el filo mellado de los suburbios,
en una quinta calurosa de estatuas húmedas,
en la noche repleta donde abundan el caballo y el hombre.

El universo de esta noche tiene la vastedad
del olvido y la precisión de la fiebre.

En vano quiero distraerme del cuerpo
y del espejo de un desvelo incesante
que lo prodiga y que lo acecha
y de la casa que repite sus patios
y del mundo que sigue hasta un despedazado arrabal
de callejones donde el viento se cansa y de barro torpe.

En vano espero
las desintegraciones y los símbolos que preceden al sueño.

Sigue la historia universal:
los rumbos minuciosos de la muerte en las caries dentales,
la circulación de mi sangre y de los planetas.

(He odiado el agua crapulosa de un charco,
he aborrecido en el atardecer el canto del pájaro.)

Las fatigadas leguas incesantes del suburbio del Sur,
leguas de pampa basurera y obscena, leguas de execración,
no se quieren ir del recuerdo.
Lotes anegadizos, ranchos en montón como perros, charcos de plata fétida:
soy el aborrecible centinela de esas colocaciones inmóviles.

Alambre, terraplenes, papeles muertos, sobras de Buenos Aires.

Creo esta noche en la terrible inmortalidad:
ningún hombre ha muerto en el tiempo, ninguna mujer, ningún
muerto,
porque esta inevitable realidad de fierro y de barro
tiene que atravesar la indiferencia de cuantos estén dormidos o
muertos
 —aunque se oculten en la corrupción y en los siglos—
y condenarlos a vigilia espantosa.

Toscas nubes color borra de vino infamarán el cielo;
amanecerá en mis párpados apretados.


*     *     *


¿Qué tal los insomnes? , metafóricamente hablando.
 Se percibe algo más que el desengaño, ¿verdad?  


Tomar la realidad como fuente inagotable de imaginación, y brindarla así, con estas imágenes, con este lenguaje preciso e intenso.


Dicen que la poesía no hay que explicarla... No están de más ciertos datos, a veces hasta son comentadas por los mismos autores, directa o indirectamente, ellos nos allanan el camino.

Hay una primera lectura, exquisita digo yo, limpia. A veces con una fuerza e intensidad que nos llega de una manera... casi perturbadora. Nos impregna y quedamos acompañados por el refinado espíritu del poeta.
Después aparecerán las comprensiones, las alegorías, los símbolos,... antes nos llegó su lenguaje  preciso y la potencia. La admiración por el ingenio y el vuelo.

Estos son datos, anotaciones que comparto, enseñanzas de profesores... tomados por mí, una lectora.
Siempre lo aclaro, mi única ambición es compartirlo, sin ningún interés ni vanidad.
Soy alguien que leyó estos poemas varias veces, que escuchó y leyó a personas dedicadas al estudio de la obra poética de Borges. No es un análisis literario profesional ni mucho menos. No voy a hablar de técnicas anafóricas, hipérbaton, polosíndeton, o estrofa parentérica.

Aclarado esto, sigo... Hay una realidad interior [lo deseado] que forma la base y la escencia de la creación poética de Borges, que transforma la realidad que lo rodea usando símbolos, así busca trascender esa realidad que lo circunda.

Saber algo de la filosofía de Berkeley, de Hume y de Schopenhauer es aconsejable. Sus ideas y pensamientos fueron estímulo y guía para Borges. Ellos «atribuyen la existencia de la realidad sólo a la voluntad del individuo que la está percibiendo. Dios, más que el creador tradicional, resulta ser un mero espectador, que mantiene la existencia del universo por su continua vigilia».
El poeta, como un dios, puede ser otro «mantenedor del universo», de ahí su insomnio.
Luego vendrá el sueño [el estado creador] y la fantasía, la realidad creada, la literatura.
Así, el poeta puede, además, transformar esa realidad concreta con su capacidad de soñar, de ese ejercicio mental, controlado.

Borges introduce el concepto de la persistencia de todo hombre en el tiempo para asegurar la permanencia de una realidad que desaparecería sin su continua vigilia.

En este libro, y en este poema vemos que «la ennumeración» está presente, estan esos ennumerados que pertenecen a la realidad, y los otros... los de una irrealidad o realidad interior que mencionaba antes. En estas líneas percibimos el esfuerzo de trascender la realidad... «esta inevitable realidad de fierro y de barro», para poder alcanzar su mundo irreal.

La ciudad de Buenos Aires es siempre protagonista y lazo, patios, arrabales del sur, callejones...y también la pampa y la noche; la noche como el mejor de los momentos para crear. Se suman sus evocaciones al pasado. El espejo repitiendo y multiplicando y laberintos atemporales. El cuerpo y el universo, lo micro y lo macro relacionados, la circulación de mi sangre y de los planetas.

El poeta, la voz que nos dice, no encuentra el estado de perfección anhelado, al contrario, nos describe una realidad dura que puebla la noche... No voy a repetir palabras como hombres que se aborrecen o mi cuerpo ha fatigado los niveles... 
Realidades que no le son gratas. La realidad inmediata, de las que no se puede desprender, y las que usa como pasaje, el punto de contacto entre esos dos mundos.

La imposibilidad de despegarse de esa común e inevitable realidad, parece corroborar y anticiparse a lo que diría Borges en un ensayo posterior: «El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges» [Nueva refutación del tiempo, 1944-46]. Frase tantas veces repetida [y abusada].

Vuelvo y termino con la noche...Nights have a habit of mysterious gifts and refusals [dirá en otro de sus poemas], el momento elegido, como el ideal para la creación, con su cualidad «imprescindible»: la  precisión de la fiebre y la vastedad del olvido. Y al final de la noche, de la vigilia que fue búsqueda y fue viaje: la posbilidad de crear. Pese a todo el hostigamiento de la realidad, llegará el amanecer y lo encontrará, finalmente, con los párpados apretados.
Por todo esto me gusta tanto este poema.

C. G.




 

Mis notas: algunos sitios de interés, lecturas y fuentes, sólo una pequeña variedad.
Inevitablemente, leer a Borges es otras muchas lecturas; nuestra biblioteca empezará a poblarse de Kipling, de Dante, de Las mil y una noches, de Whitman, de Eliot, de tantos y tan buenas obras. Le estaremos eternamente agredecidos. Imposible mencionar aquí toda la lectura que hay atrás y con Borges.

- El otro, el mismo. Jorge Luis Borges, Obra poética: Emecé Editores, Buenos Aires

- Vídeo: El otro, el mismo: https://www.youtube.com/watch?v=Ck0N4OOOiuA

- Artículo/ensayo de Jorge Mario Sánchez Noguera [Magíster en Literatura]: Analiza el desarraigo ideológico presente en este libro, El otro, el mismo, en el que Borges nos recuerda la imposibilidad de que cualquier discurso totalizante logre abarcar por completo la realidad. Borges recordándonos que, en un universo sin verdades absolutas, el hombre no puede escapar de su destino individual, y debe buscar otras verdades, está obligado a crear estas verdades, a fabricarse realidades para poder sobrevivir como individuo y como especie:
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cualit/article/viewFile/4752/3677

- Borges, un escritor en las orillas, Beatriz Sarlo: Ensayo. Análisis de la obra de Borges en dos partes: conferencias sobre la ficción de Borges en la primera, y en la segunda, el surgimiento de la vanguardia y las revistas literarias, situando su literatura en un contexto, cultural y político, determinado.

- George Berkeley:   http://www.filosofia.net/materiales/tem/berkeley.htm

- Los escritores dicen porque hay que leer a Borges [artículo periodístico]: muchos de ellos lo sienten como un maestro, otros como un compañero al que leen cuatro veces por semana. El crítico y escritor inglés John Berger, la prestigiosa ensayista y escritora argentina Beatriz Sarlo, el poeta y ensayista argentino Horacio Salas, uno de los más grandes escritores argentinos de la actualidad: el jujeño Héctor Tizón, el autor de La revolución es un sueño eterno, magnífica biografía novelada de Juan José Castelli: Andrés Rivera, y otras destacadas figuras de la literatura:
 http://old.clarin.com/diario/2001/06/14/s-03801.htm

- Algunas entrevistas:
  • 1963, París: Entrevista a Jorge L. Borges por Mario Vargas Llosa [Borges, 65 años, de viaje por Europa, acompañado por la que en ese momento era su secretaria, la escritora María Esther Vázquez. Siempre hablando de sus preferencias, iluminando a otros escritores y obras, en este caso y ante la pregunta de Vargas Llosa.: al filósofo del Renacimiento, creador del «ensayo» como género, Michel de Montaigne [1533-1592] , Gustave Flaubert, más que ningún otro,  [1821-1880]; en lírica, siempre diferenciándose, Le Chanson de Roland, poema épico fr. del siglo XI, Victor Hugo [Romanticismo, 1802-1885], Paul Verlaine [mov. simbolista, 1844-1896], y muchos otros. Además habla de su ceguera, de su trabajo meticuloso, de ediciones que son tesoros para él. No puedo dejar de destacar Decadencia y caída del Imperio Romano, de Edward Gibbon, al que Borges se llevaría a una isla desierta; ya sabrán que hay una edición con su propio prólogo; acá la entrevista completa: http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/J_Luis_Borges.htm
  •   Entrevista radial [transcripción] de Antonio Carrizo, prestigioso periodista, uno de los mayores conocedores de la obra de Borges; del libro Borges el memorioso —Conversaciones de Jorge Luis Borges con Antonio Carrizo; algunos fragmentos : http://www.con-versiones.com.ar/nota0097.htm
  • Diálogo entre Sábato y Borges. Orlando Barone, 1975. Acá también hablan de los sueños y de «¿qué es esto de la realidad...?»; y de las ciudades y su fisonomía, de la imaginación y de la literatura fantástica [frente a la novela de costumbres o alegatos sociales, casi periodismo], del origen de los laberintos y de su madre muriendo a los tardíos noventa y ocho años, de la muerte, de la locura y del arte, de las Furias...: http://sur.infonews.com/notas/el-dialogo-entre-borges-y-sabato-que-realizo-orlando-barone-en-1975
Esta última charla entre los dos escritores, se encuentra también en el libro Diálogos, Borges y Sábato, de Orlando Barone, Editorial Emecé.

- Borges. Filosofía, ficción y verdad: Ensayo de Manuel Jesús Muñoz Merchán. Universidad de Sevilla:
https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero41/borgesfi.html

Ya que mencioné la ventaja de conocer algo de filosofía, en este interesante ensayo tendrán la oportunidad de leer acerca de la relación del escritor argentino con la filosofía.
«Si Borges pretendía hacer literatura o filosofía. Sin duda Borges tuvo sensibilidad filosófica, y a través de sus más o menos acertadas refundiciones del pensamiento de autores señeros de la filosofía es evidente que poseía cierto conocimiento de la historia del pensamiento, otra cuestión es si Borges pretendió hacer una filosofía rigurosa o si más bien concibió la reflexión filosófica como una posibilidad de exploración estética sin más pretensiones que el esparcimiento del espíritu en evanescentes retruécanos verbales».














1 comentario:

Conversar de libros, y de los caminos a donde ellos nos llevan, dar una opinión, contar impresiones, describir una escena, personaje favorito, nunca contarlo todo, aunque a veces, elijamos ir un poco más allá, y no está mal, no a todos les molesta.
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