martes, 4 de diciembre de 2012

Haruki Murakami y "De qué hablo cuando hablo de correr"

 

 

Hay una máxima que dice: "Un verdadero caballero nunca habla de las damas con las que ha estado".

Murakami dice: "Un auténtico caballero no habla nunca de los métodos que utiliza para conservar su salud". 

 Y agrega: "Por supuesto, como todos saben, yo no soy un auténtico caballero".

 

Novedades e historias de hoy, martes 4 de diciembre 2012

De qué hablo cuando hablo de correr, de Haruki Murakami

"Por los caminos del mundo"


"Es una actividad muy parecida a la de escribir una novela (podría agregar: pintar un cuadro, hacer una escultura, dedicarse a la música, etc.): ambas son de larga distancia. Para escribir hay que entrenarse, prepararse. Trabajar en algo artístico es una actividad insana, y el artista debe compensarla con una vida equilibrada y deportiva. Si eres un genio, como Mozart o Pushkin*, puedes llevar cualquier tipo de vida y escribir; pero, si no, hay que correr, amigo." H.M.

 

Es un consejo, creo, que puede ser tomado por cualquier persona, aun los que realizan trabajos no artísticos, pero también sienten que se les van las horas. Aun teniendo alguna discapacidad (¿quién no la tiene?), hay que fortalecer el cuerpo, hagas la actividad que hagas. Abosorbidos por el trabajo, la computadora, las lecturas, familia e hijos, etc. el tiempo se esfuma. No hay virtuosismo en ello, aunque a alguien le convenga hacértelo creer.


Muchos lectores, como yo, hemos disfrutado de las fantásticas novelas de Murakami: "Tokio Blues" (nombre elegido por el tema de Los Beatles: Norwegian Wood), "Kafka en la orilla", "Al sur de la frontera, al oeste del sol" (por el tema de  Nat King Cole) y otras muchas. Siempre con sus temas recurrentes: personajes de adolescentes o jóvenes solitarios, mujeres con mucha personalidad, los sueños, siempre  lo onírico y lo real que se confunde, la espiritualidad y el amor, la fina estética en su mirada sensual hacia la mujer, la música, el jazz principalmente, la pérdida y la búsqueda, el vacío que nos fascina y atrapa, y lo vamos interpretando con mucha libertad, a nuestra manera, y los silencios que hacen que los lectores seamos parte.


El título de este libro tampoco escapa a la relación de sus gustos personales: se inspiró en el libro de su admirado Raymond Carver, De qué hablamos cuando hablamos de amor. 
Criticado por algunos analistas por su influencia occidental. Él es japonés, por mal que les pese a muchos. Vivió en Europa y en Estados Unidos pero actualmente vive en Tokio, con alternancias. Sus gustos literarios fueron los occidentales, especialmente la literatura anglosajona, nos dice Carlos Rubio, profesor de literatura japonesa. Rubio, autor de "El Japón de Murakami", es su máximo especialista en España.

 

Pero este es un libro distinto. Por empezar no es una novela, es un relato, una experiencia personal, textos escritos entre el verano del 2005 y el otoño del 2006 con un único tema como eje central: correr.

 

Utilizando este tema, esta práctica deportiva (que bien podría ser otro tipo de práctica que también requiriese de la voluntad, de la auto disciplina, de la soledad), nos cuenta Murakami cómo vivió estos últimos años, como novelista y como persona común y corriente.  De los cambios importantes en su vida, de como y cuando decide dedicarse a escribir, y de como y porque empieza a correr. Las anécdotas, las pequeñas y personales historias cotidianas, contadas con un lenguaje casi íntimo y coloquial.

Tal así es que ya al principio nos cuenta: "...hay una máxima que dice que un verdadero caballero nunca habla de las damas con las que ha estado", él inventa "un auténtico caballero no habla nunca de los métodos que utiliza para conservar su salud". Al menos eso le parece a él. Y agrega: "Por supuesto, como todos saben, yo no soy un auténtico caballero". 


Y así nos vamos enterando de "los otros corredores", algunos vigoroso, otros ...los hombros caídos, resoplando ruidosamente....su participación en tantas carreras, en el triatlón, los entrenamientos, de como mantener y mejorar su estado físico, aprender administrar su tiempo para que no interfiera con su profesión de escritor, aceptar la moderación según van pasando los años....todos los muchos recuerdos y anécdotas divertidas que se desprenden de haber corrido, casi diariamente, durante más de veinticinco años.


Es gracioso (y real) cuando cuenta de sus limitaciones....:_"Le pasa algo, señor Murakami?_le preguntó la joven corredora ganadora de la medalla de plata a un Murakami sin aire, la cabeza que le daba vueltas, la garganta reseca e incapaz de seguir un ritmo.

Los amigos (como esta joven solícita), la gente tan amable que ha encontrado, todos los que lo han ayudado y animado con sus consejos en los distintos lugares: Nueva York, Cambridge, Boston, Río Charles, Kanagawa, Murakami, Lago Saroma, Isla de Kauai (Hawai), Tokio, Maratón (Grecia), etc.


"Los tiempos individuales, el puesto en la clasificación, tu apariencia, o cómo te valore la gente, no son más que cosas secundarias....lo importante es ir superando...con firmeza, cada una de las metas. Quedarte convencido, a tu manera, de que has dado todo lo que tenías que dar y de que has aguantado como debías." H.M.

 

Las palabras que ya eligió para su epitafio: HARUKI MURAKAMI

                                                                          Escritor (y corredor)

                                                                           (1949-20**)

                                                      Al menos aguantó sin caminar hasta el final

- 230 páginas; traducido por Francisco Barberán; Maxi Tusquets editores; 13 fotografías;

 ¡recomiendo este libro! ¡ya me darán sus opiniones! y....¿corremos?

 

C.G. 

 

 

Notas: 

- Alexsandr Pushkin: (1799, Moscú-1837, San Petesburgo) poeta, dramaturgo y novelista ruso, fundador de la literatura rusa moderna. Pionero en el uso de la lengua vernácula. Creó un estilo narrativo, mezcla de drama, romance y sátira.

Influyó en los grandes escritores que lo sucedieron: Gogol, Dostoyevki, Tolstoi y Tiútchev.

A su vez, fue influenciado por el poeta Lord Byron (Londres, Reino Unido, 1788-Mesolongi, Grecia, 1824) ... "Viejo volcán enfriado es mi llama; al firmamento alza su ardor apagado", del poema de Byron "Al cumplir mis 36 años".

 

Y de Pushkin, el poeta admirado también por Murakami, elijo este poema:

 

Como fui en otro tiempo, así soy ahora ...

Aleksandr  Pushkin

 

Retrato de Aleksandr Pushkin, 1827

 

 

Tel j´étais autrefois et el je suis encore

André Chenier 


Como fui en otro tiempo, así soy ahora,

descuidado, amoroso. Bien sabéis, mis amigos,

si puedo una belleza mirar sin conmoverme, 

sin tímida ternura, sin emoción secreta.

¿Jugó poco el amor, acaso, en mi existencia?

¿Bastante no luché cual joven gerifalte*

en la red traicionera tendida por la Cipria?*

Pero aún no escarmentado por centenas de ofensas,

ante otros nuevos ídolos elevo mis plegarias ...

 

Versión de Eduardo Alonso Duengo

 

-*Gerifalte: halcón

 

- *Afrodita

 

 


 




 

 

 


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