miércoles, 23 de octubre de 2024

Décima jornada, Novela Primera, Decamerón, Giovanni Boccaccio

Décima jornada, Novela Primera

Decamerón

[Decamerone, 1353]

Giovanni Boccaccio

[Florencia, 1313-1375, ibidem




Comienza la décima y última jornada del Decamerón, en la cual bajo el gobierno de Pánfilo, se discurre sobre quienes liberalmente o con verdadera magnificencia hicieron algo, ya en asuntos de amor, ya en otros.

Aún estaban bermejas algunas nubecillas del occidente, habiendo ya las del oriente, en su extremidad semejantes al oro, llegado a ser luminosísimas por los solares rayos que, aproximándoseles, mucho las herían, cuando Pánfilo, levantándose, a las señoras y a sus compañeros hizo llamar. Y venidos todos, con ellos habiendo deliberado adónde pudiesen ir para su esparcimiento, con lento paso se puso a la cabeza, acompañado por Filomena y Fiameta, y con todos los otros siguiéndole; y hablando de muchas cosas sobre su futura vida, y diciendo y respondiendo, por largo tiempo se fueron paseando; y habiendo dado una vuelta bastante larga, comenzando el sol a calentar ya demasiado, se volvieron a la villa. Y allí, en torno a la clara fuente, habiendo hecho enjuagar los vasos, el que quiso bebió algo, y luego entre las placenteras sombras del jardín, hasta la hora de comer se fueron divirtiendo; y luego de que hubieron comido y dormido, como solían hacer, cuando al rey plugo se reunieron, y allí el primer discurso lo ordenó el rey a Neifile, la cual alegremente comenzó así: 


Filomena, Fiammetta y Pánfilo

NOVELA PRIMERA 

Un caballero sirve al rey de España; le parece estar mal recompensado, por lo que el rey, con una prueba evidentísima, le muestra que no es culpa suya, sino de su mala fortuna, recompensándole luego generosamente. 

Como grandísima gracia, honorables señoras, debo reputar que nuestro rey me haya encargado en primer lugar hablar sobre la magnificencia, la cual, como el sol es hermosura y ornamento del cielo, es claridad y luz de cualquier otra virtud. Contaré, pues, sobre todo una novelita a mi parecer asaz donosa, cuyo recuerdo (con certeza) no podrá ser sino útil. 

[Comentario [SC358]: El motivo de la elección entre dos objetos de la misma apariencia, uno de los cuales guarda un tesoro, es muy popular en la literatura narrativa oriental y en la medieval. Y la elección entre los cofres cerrados aparece, en la Edad Media europea, en “Barlaam y Josafat, los Exempla” de Jacques de Vitry, el “Speculum historiale” de Vicente de Beauvais y la “Leyenda áurea” de Jacopo de Varazza. Después de Boccaccio ha seguido extendiéndose en la literatura occidental]. 

Debéis, pues, saber que entre los demás valerosos caballeros que desde hace mucho tiempo hasta ahora ha habido en nuestra ciudad, fue uno, y tal vez el mejor, micer Ruggeri de los Figiovanni; el cual siendo rico y de gran ánimo, y viendo que, considerada la cualidad del vivir y de las costumbres de Toscana, él, quedándose en ella, poco o nada podría demostrar su valor, tomó el partido de irse un tiempo junto a Alfonso, rey de España, la fama de cuyo valor sobrepasaba a la de cualquier otro señor de aquellos tiempos; y muy honradamente equipado de armas y de caballos y de compañía se fue a él en España y graciosamente fue recibido por el rey. Allí, pues, viviendo micer Ruggeri y espléndidamente viviendo y en hechos de armas haciendo maravillosas cosas, muy pronto se hizo conocer como valeroso. Y habiendo estado allí ya algún tiempo observando mucho las maneras del rey, le pareció que éste, ora a uno, ora a otro daba castillos y ciudades y baronías muy poco discretamente, como dándolas a quien no era digno; y porque a él, que entre los que lo eran se consideraba, nada le era dado, juzgó que mucho disminuía aquello su fama; por lo que deliberó irse de allí y pidió licencia al rey. El rey se la concedió y le dio una de las mejores mulas que nunca se hubieron cabalgado, y la más hermosa, la cual, por el largo camino que tenía que hacer, fue muy estimada por micer Ruggeri. Después de esto, encomendó el rey a un discreto servidor suyo que, de la manera que mejor le pareciese, se ingeniase en cabalgar la primera jornada con micer Ruggeri de guisa que no pareciese mandado por el rey, y todo lo que dijese de él lo conservara en la memoria de manera que pudiera decírselo luego, y a la mañana siguiente le mandase que volviera a donde estaba el rey. El servidor, estando al cuidado, al salir micer Ruggeri de la ciudad, muy hábilmente se fue acompañándole, diciéndole que venía hacia Italia. Cabalgando, pues, micer Ruggeri en la mula que le había dado el rey, y con aquél de una cosa y de otra hablando, acercándose la hora de tercia, dijo: 

—Creo que estaría bien que llevásemos a estercolar a estas bestias. 

Y, entrando en un establo, todas menos la mula estercolaron; por lo que, siguiendo adelante, estando siempre el servidor atento a las palabras del caballero, llegaron a un río, y abrevando allí a sus bestias, la mula estercoló en el río. Lo que viendo micer Ruggeri, dijo: 

—¡Bah!, desdichado te haga Dios, animal, que eres como el señor que te ha dado a mí. 

El servidor se fijó en estas palabras, y como en otras muchas se había fijado caminando todo el día con él, ninguna otra que no fuese en suma alabanza del rey le oyó decir, por lo que a la mañana siguiente, montando a caballo y queriendo cabalgar hacia Toscana, el servidor le dio la orden del rey, por lo que micer Ruggeri incontinenti se volvió atrás. Y habiendo ya sabido el rey lo que había dicho de la mula, haciéndole llamar le preguntó que por qué le había comparado con su mula, o mejor a la mula con él. Micer Ruggeri, con abierto gesto le dijo: 

—Señor mío, os asemejáis a ella porque, así como vos hacéis dones a quien no conviene y a quien conviene no los hacéis, así ella donde convenía no estercoló y donde no convenía, sí. 

Entonces dijo el rey: 

—Micer Ruggeri, el no haberos hecho dones como los he hecho a muchos que en comparación de vos nada son, no ha sucedido porque yo no os haya tenido por valerosísimo caballero y digno de todo gran don; sino por vuestra fortuna, que no me lo ha permitido, en lo que ella ha pecado y yo no. Y que digo verdad os lo mostraré manifiestamente. 

A quien Ruggeri repuso: 

—Señor mío, yo no me enojo por no haber recibido dones de vos, porque no los deseaba para ser más rico, sino porque vos no habéis testimoniado con nada la estima de mi valor, sin embargo, tengo la vuestra por buena excusa y por honrada, y estoy dispuesto a ver lo que os plazca, aunque os crea sin ninguna prueba. 

Lo llevó, entonces, el rey a una gran sala donde, como había ordenado antes, había dos grandes cofres cerrados, y en presencia de muchos le dijo: 

—Micer Ruggeri, en uno de estos cofres está mi corona, el cetro real y el orbe y muchos buenos cinturones míos, broches, anillos y otras preciosas joyas que tengo; el otro está lleno de tierra. Coged uno, pues, y el que cojáis será vuestro y podréis ver quién ha sido ingrato hacia vuestro valor, si yo o vuestra fortuna. 

Micer Ruggeri, puesto que vio que así agradaba al rey, cogió uno, el cual mandó el rey que fuese abierto, y se encontró que estaba lleno de tierra; con lo que el rey, riéndose, dijo: 

—Bien podéis ver, micer Ruggeri, que es verdad lo que os digo de vuestra fortuna; pero en verdad vuestro valor merece que me oponga a sus fuerzas. Yo sé que no tenéis la intención de haceros español, y por ello no quiero daros aquí ni castillo ni ciudad, pero el cofre que la fortuna os quitó, aquél a despecho de ella quiero que sea vuestro, para que a vuestra tierra podáis llevároslo y de vuestro valor con el testimonio de mis dones podáis gloriaros con vuestros conciudadanos. 

Micer Ruggeri, cogiéndolo, y dadas al rey aquellas gracias que a tamaño don correspondían, con él, contento, se volvió a Toscana.



*

Otro buen relato de los cien que conforman este amplio universo que es Decamerón. Tan colorido y, como todos, con una muy buena enseñanza. 
Como estamos viendo, los personajes de la Edad Media son de todas las clases sociales y el lenguaje que se usa es el dialecto florentino.

Yendo a este relato en particular, vemos, una vez más, que cada cosa que pone Boccaccio en la trama tiene su porqué. Y, así es que, aunque corto, nos dice tanto. 

Con todo lo que representa un cofre, le podemos dar muchas interpretaciones relacionadas con premios y valores, deseos y sueños. Más allá de los simbolismos a través de la historia y de la literatura, vemos que la suerte, o la fortuna como se la llama, no es algo mágico, tampoco una elección. Y el que te valoren o no no depende de uno, sino del otro.
La empatía, ese valor tan relacionado con la sinceridad, la grandeza y la generosidad hacia otra persona no se nos ofrece siempre.
Muchas veces se siente que se da todo y se valora poco, es lo que le pasa a micer Ruggeri. 
Hay que saber esperar, todo llega. Él aprende una lección, y también nosotros.

Hasta el próximo relato de esta gran obra,

Cecilia Olguin Gianelli

Notas

- Decamerón, Giovanni Boccaccio:
https://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/Giovanni%20Boccaccio%20Decamer%C3%B3n.pdf

- Decima giornata. Introduzione e Prima novella:
https://decameronapuntate.blogspot.com/2015/10/decima-giornata-introduzione-e-prima.html





lunes, 21 de octubre de 2024

«La Vegetariana», Hang Kang

 La vegetariana

[2007]

Hang Kang

[27-11-1977, Corea del Sur]

Premio Nobel de Literatura 2024




Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial. Para ser franco, ni siquiera me atrajo cuando la vi por primera vez. Ni muy alta ni muy baja, con una melena que era ni muy larga ni muy corta, tenía la piel demasiado amarillenta, ojos sin pliegues, pómulos ligeramente prominentes y vestía ropas sin color, como si tuviera miedo de verse demasiado personal. Calzada con unos zapatos muy sencillos, se acercó a la mesa en que yo estaba sentado, con un paso que no era ni rápido ni lento ni enérgico ni débil.

Así, con este párrafo, con la voz del marido de Yeong-hye, comienza la novela La Vegetariana, de la recién galardonada con el premio Nobel de Literatura, Hang Kang.
Primera novela traducida al español, presentada en 2013 en La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires a la que tuve la suerte de asistir. 
Escucharla y comprar el libro fue un gran placer. El mismo que siento ahora, al releerlo después de once años. 
Novela ganadora del Man Booker International 2016 y The New Vanguard 2018.

Dividida en tres partes: La vegetariana, La mancha mongólica y Los árboles en llamas.

Chae Min-seo como Yeong-hye, esposo
Vegetarian [2009], Corea del Sur
Director: Lim Woo-Seong



En «La vegetariana», es Cheong, el marido de Yeong-hye, quien nos cuenta la historia, en primera persona y en tiempo pasado.
Nos habla de ella, su esposa, y así sabemos de él mismo. Un hombre que se siente cómodo frente a esa mujer intrascendente que describe. Agradecido por no tener que demostrar nada. 
A través de su relato nos damos cuenta de su muy baja autoestima. No tiene grandes aspiraciones. Se siente muy satisfecho con tener una esposa común, con la que ya lleva cinco años de casados.  
Viven en SeúlElla trabaja como profesora asistente en una academia de computación gráfica. Los ratos que comparten en su departamento, son callados, independientes uno de otro. No se molestan. 
Yeong-hye sí tiene una particularidad, algo que la distingue del resto de las mujeres, no le gusta usar corpiño. 
En esa tranquilidad en la que viven, nada hace predecir algún cambio en sus vidas. Hasta que una madrugada, él la encuentra parada en la cocina, frente a la heladera abierta, inmóvil, con los cabellos revueltos y una expresión extraña. Un frío aterrador le recorre la espalda. 

—Tuve un sueño —dice ella con voz endurecida.

Y allí, con un primer sueño muy violento, comienza la historia. El sueño que proviene del subconsciente, de lo instintivo, de un lugar donde lo patriarcal y social como mandato no cuentan. Cruza la frontera y ocurre un cambio: de un bosque oscuro soñado, poblado de cientos de trozos de carne cruda colgada, chorreando sangre, pasa a su impulso inquebrantable.  

Un cambio hacia una vida sin carne. De cenas que serán sopas de algas «desabridas por donde se las mirase», opinará el marido enfurecido y desilusionado ante esa mujer desconocida que ahora tiene delante: «En verdad, yo no tenía anticuerpos para estas cosa extrañas», dice. Pareciera que se defiende. 
Discusiones —aunque solo él se enoja. Ella se comporta con absoluta indiferencia. 
Yeonghye se deshace de la ropa de cuero y de todo lo relacionado con animales. Sueña y tiene miedo. Él también tiene presentimientos aterradores. 

Ni su padre, una persona muy autoritaria que luchó en Vietnam, ni su madre, una mujer muy sufrida, pueden hacerla entrar en razón. Ni con la palabra ni con la violencia. Tampoco tienen suerte los otros miembros de la familia.
Una primera parte donde quedan todas las puertas abiertas.

Luego sigue «La mancha mongólica». Otras voz.

Kim Hyun-Sung como Min-Ho, el cuñado
Vegetarian [2009], Corea del Sur
Director: Lim Woo-Seong



«La mancha mongólica» se cuenta bajo el enfoque del cuñado de Yeonghye, en tercera persona. Son sus pensamientos y actos el centro de una trama cargada de erotismo.
Ya han pasado dos años desde el episodio dramático de la primera parte.
El cuñado es un artista de videoarte, autor de diseños con cuerpos muy delgados, desnudos y sin rostro definido. Aunque uno sí corresponde a alguien. 
La mención de una mancha mongólica en las nalgas de Yeonghye será el detonante de situaciones llenas de ansiedades, incertidumbres creativas y sentimientos avergonzantes en este personaje, al que no le conocemos el nombre. 
Él siente una voluptuosidad incontrolable al pensar en ella, sin olvidar que es la hermana menor de su mujer. 
El rostro de Yeonghye casi impasible, sus sueños que la atemorizan y esa mancha, de una leve tonalidad verde en su nalga derecha —esa huella de tiempos primigenios—, le inspiran una de sus creaciones, por el lado profesional, y mucho más en el personal, donde desata una tormenta de pasiones.

Al principio, la va a ver a pedido de Inhye, la hermana de Yeonghye y su esposa, repito. Ella, como toda la familia, está muy preocupada por la salud de Yeonghye, por su conducta ausente al practicar el veganismo estricto. 

Y allí comienza otra historia, en la que intervendrán otros dos personajes, identificados con dos letras: J. y P. 
Profunda. Contada con gran sentido estético y muy sensual. 

—Ponte boca abajo —dijo él en un murmullo.
Ella se acostó boca abajo sonre la sábana. Sin mover un músculo.
Él fijó la videocámara en el trípode... quería grabar el proceso de pintarle el cuerpo.



Entonces él se dio cuenta de qué era lo que le había impresionado tanto cuando ella se tendió al principio sobre la sábana. 
Era un cuerpo exento de deseo y paradójicamente era el cuerpo bello de una mujer joven.
De esa contradicción emanaba un vacío, una extraña fugacidad, pero no era una mera fugacidad sino una fugacidad sólida.
Por el ventanal caía la luz del sol diseminada en infinitos granos de arena y, aunque fuera invisible, la belleza de ese cuerpo se estaba desmoronando también como arena pulverizada...
Una multitud de sentimientos indescriptibles lo asaltaron a la vez, apaciguando incluso el deseo que lo había atormentado tenazmente durante un año. 

Y por último, «El árbol en llamas».

Kim Yeo-jin como In-hye, la hermana  
Vegetarian [2009], Corea del Sur
Director: Lim Woo-Seong



In-hye, la hermana de Yeonghye es el centro en esta última parte, también contada en tercera persona. 
Va a visitar a su hermana menor a un psiquiátrico. Así sabemos que el tiempo ha transcurrido —el tiempo no se detiene.  
Es una mujer resignada, que se hace muchas preguntas y también sueña, con su hermana vegetal y primitiva. No siempre fue así.
In-hye solía ser una mujer afable y alegre. Emprendedora e independiente, se había marchado de la casa paterna a los diecinueve años. Se había abierto camino sola. Y había sido exitosa en los negocios. 
Perpleja ante las personalidades de su hermana y de su propio esposo, queda desubicada frente a una realidad impredecible de dos personas tan diferentes a ella. Ambos son silenciosos, abstraídos en sus mundos extraños. 

Esta última parte es muy significativa, todas lo son, pero esta, al cerrar el libro lo es más. Gana en sutilezas y en simbolismos. En un momento dado el marido le dice: 

—Eres demasiado para mí. Tu bondad, tu estabilidad, tu serenidad, tu actitud de total naturalidad en la vida... Son cosas que me conmueven.

No es un halago. Él un artista lleno de pasiones que seguramente preferiría inquietudes, incertidumbres y desasosiegos. 

Algunas de mis conclusiones




Al ser una novela con un enfoque polifónico la encuentro sumamente atractiva. Las tres voces de la misma familia vista por esas tres miradas involucradas, ya que son parte —esposo, cuñado y hermana—, nos hace sentir sus soledades de una manera muy intensa. 
Las ideologías contraculturales que entran en juego, que amenazan las normas de de la racionalidad, de la sociedad, de la familia y de la sexualidad son aspectos desarrollados en una narrativa que mantiene el interés y la tensión, que nunca se afloja.

Como se habrán dado cuenta por las imágenes, hay una película surcoreana de 2009, escrita y dirigida por Lim Woo-seong. Y protagonizada por Chae Min-seo, Kim Hyun-sung y Kim Yeo-jin.
Basada en esta novela, no habrá sido fácil la adaptación, ya que toca temas sensibles de una manera cruda y directa. 

Vegetarian (Korena Movie)



En general, la película tiene muy buena crítica, tanto en lo que respecta a la adaptación de la novela como a las actuaciones. El arte y el lenguaje corporal combinados. «Audaz y abrumadora, capta el espíritu sensible y crudo del libro».


https://www.youtube.com/watch?v=5g1Sa7yed5o

Yeonghye, figura central, es la única que no tiene voz en la novela. La suya, la conocemos a través de los otros. Esta decisión de la autora, muy suspicaz, despierta en mí un escepticismo natural. 

Directa e íntima en muchas situaciones, sentimos que nos envuelve sutilmente en toda su complejidad. En lo difícil de penetrar en las personas, aun en las más cercanas. La hermana, los padres y el marido son un claro ejemplo en esta novela.

La «normalidad» toma otro alcance, el reino vegetal —querer tener una vida arbórea—, las distorsiones mentales —querer ser subsumido por la naturaleza— y la anorexia nerviosa ocupan un lugar importante.

Hay una escena que lo expresa bellamente, es In-hye  en una de sus visitas al sanatorio:

Ella gira la cabeza y se pone a mirar la zelkova en el centro del patio, como hace siempre. 
Es un árbol con muchas ramas que en los días claros reflejaba el sol y parecía estar diciéndole algo, 
hoy que está sumergido en la lluvia parece una persona taciturna que no quiere hablar.
La cabeza de su viejo tronco está empapada y es oscura como la noche,
y las hojas de sus ramas más delgadas reciben la lluvia temblando. 
Ella contempla en silencio este paisaje sobre el que se superpone la imagen de Yeonghye
como un fantasma. 

Una prosa y lenguaje refinados y poéticos que no escapan a situaciones sociales contemporáneos, a mandatos, a la crueldad de enfermedades mentales —ese fino hilo que se corta, ese escape al reino vegetal como metáfora y a la restricción alimentaria real. Y a convivencias sin comprensión del otro, parejas que no «matchean» y a las culpas. Al cuerpo, con sus límites y entorno.

A los hechos difíles de la vida siguen comidas, bebidas y carcajadas, risas y mundos infantiles que enternecen, «la vida es muy extraña», piensa In-hye mirando a su alrededor. 
Y, seguramente coincidiremos con esas dos caras de la moneda. Pero, necesitaremos tiempo para comprender tantas extrañezas... y no perdernos en los árboles metafóricos.

Todos los traumas tienen su literatura, dice Virginie Despentes en su Teoría King Kong, vale la pena, entonces, acceder a esta narración visceral y tomarse un tiempo, una vez acabada la lectura, para salir del desconcierto que puede provocar esta novela de gran impacto narrativo y carácter oculto.

Hasta la próxima lectura, respetando la plenitud de nuestros cuerpos y tratando de mantener la salud mental, siempre.

Cecilia Olguin Gianelli

Notas

- Han Kang. Biografía:
https://han-kang.net/Biography


Han Kang

- Han Kang.Sus libros:
https://han-kang.net/Nav-Books

- Vegetal Being: Dreamwork, Ritual, and Performance in Han Kang, The Vegetarian. Univerity of Denver:
https://digitalcommons.du.edu/etd/2287/

- Vegetarian. Korean Movie:
https://asianwiki.com/Vegetarian_(Korean_Movie)
http://www.hangulcelluloid.com/vegetarian.html








sábado, 12 de octubre de 2024

«Los limones» [I limoni], Eugenio Montale

«Los limones / I Limoni»

Huesos de sepia

[Ossi di Seppia, 1925]

Eugenio Montale

[Génova, 1896-1981, Milán, Italia]

Premio Nobel de Literatura 1975




Ascoltami, i poeti laureati                                
si muovono soltando fra le piante                    
dai nomi poco usati:                                         
bossi ligustri o acanti.
Io, per me, amo le strade che riescono agli erbosi
fossi dove in pozzanghere 
mezzo seccate agguantano i ragazzi
qualche sparuta anguilla:
le viuzze che seguono i ciglioni
discendono tra i ciuffi delle canne
e mettono negli orti, tra gli alberi dei limoni.




Escúchame, los poetas laureados
se mueven solamente entre plantas
de nombres poco usados: bojes, ligustros o acantos.
Yo prefiero los caminos que desembocan en los herbazales
zanjas donde en charcos
medio secos agarran los muchachos
alguna extenuada anguila:
los senderos que siguen los ribazos, 
descienden entre los penachos de las cañas
y penetran en los huertos, entre los árboles de los limones.

Meglio se le gazzarre degli uccelli
si spengono inghiottite dall´azzurro:
più chiaro si ascolta il sussurro 
dei rami amici nell´aria che quasi non si muove,
e i sensi di quest´odore
che non sa staccarsi da terra
e piove in petto una dolcezza inquieta.
Qui delle divertite passioni
per miracolo tace la guerra,
qui tocca anche a noi poveri la nostra parte di riccezza
ed è l´odore dei limoni.

Mejor si la algazara de los pájaros
se apaga engullida por el azul:
más claro se oye el susurro
de las ramas amigas en el aire que casi no se mueve,
y las impresiones de este olor
que no sabe desatarse de la tierra
y llueve en el pecho una dulzura inquieta.
Aquí las diversas pasiones
de la guerra por milagro callan,
aquí también a nosotros pobres nos toca nuestra parte de riqueza
y es el olor de los limones.

Vedi, in questi silenzi in cui le cose
s´abbandonano e sembrano vicine
a tradire il loro ultimo segreto,
talora ci si aspetta
di scoprire uno sbaglio di Natura,
il punto morto del mondo, l´anello che non tiene, 
il filo da disbrogliare che finalmente ci metta
nel mezzo di una verità.
Lo sguardo fruga d´intorno,
la mente indaga accorda disunisce
nel profumo che dilaga
quando il giorno più languisce.
Sono i silenzi in cui si vedi
in ogni ombra umana che si allontana
qualche disturbata Divinità.

Mira, en estos silencios en los cuales las cosas
se abandonan y parecen dispuestas
a traicionar su último secreto,
a veces se espera
descubrir un error de la Naturaleza,
el punto muerto del mundo, el anillo que no aguanta,
el hilo desenredado que finalmente nos coloque 
en medio de una verdad.
La mirada escudriña alrededor,
la mente indaga acuerda desune
en el perfume que inunda 
cuando más languidece el día.
Son los silencios en los que se ve
en cada sombra humana que se aleja
alguna turbada Divinidad.

Ma l´illusione manca e ci riporta il tempo
nelle città rumorose dove l´azzurro si mostra
soltanto a pezzi, in alto, tra le cimase.
La pioggia stanca la terra, di poi; s´affolta
il tedio dell´inverno sulle case,
la luce si fa avara —amara l´anima.
Quando un giorno da un malchiuso portone
tra gli alberi di una corte
ci si mostrano i gialli dei limoni;
e il gelo dei cuore si sfa,
e in petto ci scrosciano
le loro canzoni
le trombe d´oro della solarità.

Pero falta la ilusión y nos alcanza el tiempo
en las ciudades rumorosas donde el azul se muestra
solo a pedazos, en lo alto, entre los cimacios.
La lluvia fatiga la tierra, después; se agolpa
el tedio del invierno sobre las casas
la luz se vuelve avara —amarga el alma.
Cuando un día por un mal cerrado portal
entre los árboles de un patio
aparece el amarillo de los limones;
y el hielo del corazón se derrite,
y en el pecho bullen
sus canciones
las trompetas de oro de la solidaridad.

*

Mi comentario


          Los paisajes son todo en la vida de los artistas, no siempre externos. Cuando el niño Eugenio Montale no se imaginaba que iba a convertirse en uno de los más grandes poetas italianos y que sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura —y feliz de que lo hayan recibido también otros poetas—, pasaba su infancia y juventud entre su Génova natal y un maravilloso pueblo de Cinque Terre, Monterosso.




          Es en este sitio soñado de Liguria donde transcurría las vacaciones, junto a su familia, Eugenio Montale. Y en sus poemas el paisaje ligur está presente. Sobre todo en su primer libro, de donde extraigo este poema elegido, Ossi di Seppia [1925].
          Huesos de Seppia, una metáfora para decir de un hombre que a medida que cumple años se aleja de la felicidad de la juventud, y se rinde a la aflicción, a la contrariedad, al desánimo.
          Así son los huesos de sepia [molusco] en las playas: traídos y llevados por las olas del mar, insignificantes presencias reducidas al mínimo.
          «I limoni» [Los limones] abre una sección en Ossi di Seppia, llamada «Movimenti» [Movimientos], una metáfora musical. Colección escrita entre 1921 y 1922. 
          La música, como todos saben, fue muy importante en su vida. Uomo musico, que es capaz de lograr esta musicalidad íntima que habrán sentido a leer para ustedes el poema de cuatro estrofas de versos libres. Muchos de ellos son endecasílabos y septenarios, con rima libre —a veces la encontramos en el medio y no al final.
          El poeta de «I limoni», que no es un poeta coronado por críticos —como lo eran D ´Annunzio, Pascoli, Carducci—, prefiere árboles nada sofisticados, como un limonero en un entorno cotidiano, familiar. Ellos crecen en un paisaje silencioso, sin pretensiones. El encanto de lo agreste. Y, se descubre, allí «Cuando un día por un mal cerrado portal / entre los árboles de un patio / aparece el amarillo de los limones», y algo revelador sucede.



          Espero que hayan disfrutado de este poema, que de tanto en tanto podamos regresar a esa edad feliz, salir del «tedio invernal que amarga el alma». Que alguna puerta de patio se nos abra y nos permita la visión de un limonero, donde todos nuestros sentidos se regocijen. 
          Hasta la próxima lectura.

Cecilia Olguin Gianelli

Notas

- Sitio dedicato a Eugenio Montale:
http://eugeniomontale.xoom.it/

- Otro sitio web en español:
http://amediavoz.com/montale.htm

- Analisi «I limoni», Eugenio Montale. Università degli Studi di Roma La Sapienza. Letteratura:
https://www.docsity.com/it/analisi-i-limoni-eugenio-montale/2689399/

- Parco Letterario Eugenio Montale:
http://www.parconazionale5terre.it/dettaglio.php?id=33766

- Una lectua de Eugenio Montale. Universidad de Salamanca: Las trazas del paisaje ligur en su poesía. Una descripción real a través del filtro de su poesía. No es un poeta físico, es metafísico. Trasciendo lo que contempla, con estupor y perplejidad.

file:///Users/Cecilia/Downloads/Dialnet-UnaLecturaDeEugenioMontale-211290%20(1).pdf 

domingo, 6 de octubre de 2024

«La cólera de Sansón», Alfred de Vigny

 «La cólera de Sansón»

[1839]

Antología poética

Alfred de Vigny

[1797-1863, Francia]


Sansón y Dalila, una historia bíblica fascinante que inspiró muchas expresiones artísticas.
Ópera y canciones populares, cine, pinturas, poemas...
Aquí, uno de ellos:

Samson et Dalila, Gerard van Honthorst [1592-1656].
Cleveland Museum or Art, Ohio, Estados Unidos


Está mudo el desierto, solitaria la tienda.
¿Qué animoso pastor la plantó en un lugar
de arenales y fieras? No ha calmado la noche
esa hoguera del día que inflamaba los aires

Se levanta una brisa muy ligera que arruga
grandes mares de polvo como un límpido lago.
El blanquísimo lino de la tierra se agita
Un candil encendido está en vela alumbrando
como estrella interior a los dos viajeros
y proyecta sus sombras alargadas y trémulas.

Como un manso leopardo es elástica, vierte
destrenzando el cabello a los pies de su amante.
Comme un doux léopard elle est souple, et répand
Ses cheveux dénoués aux pieds de son amant.

Una es grande y soberbia, la otra yace a sus pies:
es Dalila, la esclava, abrazando sumisa 
las rodillas de aquel amo joven y grave
cuya fuerza divina a la esclava obedece.
Como un manso leopardo es elástica, vierte
destrenzando el cabello a los pies de su amante.
Entreabiertos los ojos como se abre la almendra,
son cual brasas que piden el placer al mirar,
despidiendo fulgores de luz móvil e inquieta.
Son morenos sus brazos que un sudor tibio cubre,
y sus pies voluptuosos que se cruzan ocultos, 
sus caderas, más finas que las de una gacela,
brazaletes la adornan, broches de oro y ajorcas,
y según se acostumbra el Jasor y su reino,
sus dos pechos cargados de amuletos antiguos
castamente se esconden bajo telas de Siria.

Sansón junta con fuerza sus rodillas, igual 
que hace Anubis, coloso de rodillas de piedra.
Ella al fin se adormece, muy risueña y mecida
por la mano gigante que le sirve de almohada.
Él un fúnebre canto doloroso murmura,
su garganta se llena de palabras hebreas.
La mujer no comprende esos sones extraños
que son como un hechizo que la sume en el sueño.
«Un eterno combate en la tierra se libra
en presencia de Dios: la bondad, que es el Hombre
y el ardid, la Mujer, puesto que es la Mujer
una impura criatura por su cuerpo y por su alma.

Siempre amor y caricias necesitan los hombre,
al nacer les prodiga las caricias su madre
L´Homme a toujours besoin de caresse et d´amour,
Sa mère l´en abreuve alors qu´il vient au jour



Siempre amor y caricias necesitan los hombres,
al nacer les prodiga las caricias su madre,
y los brazos maternos aletargan, les dan
un deseo perenne de indolencia y amor.
Mientras obra o medita algo en sí le perturba, 
siempre sueña que un pecho o un regazo le acogen, 
que le mecen canciones por la noche, que un beso
le despierta en la aurora, que unos labios de fuego 
hacen que ardan sus labios, que unos sueltos cabellos
voluptuosos resbalan cual caricia en su frente
y el recuerdo de un lecho por doquier va a seguirle.
Cuando va a la ciudad, unas vírgenes necias
sin más que unas palabras le harán suyo en sus redes.
Cuanto más fuerte sea, su caída es más fácil,
pues si el río es mayor más se agitan sus aguas.
Cuando el Hombre combate la batalla que Dios
le hace siempre librar contra el mundo y su prójimo,
y después busca un pecho que le sirva de apoyo,
cuando lloran sus ojos, lo que busca es un beso.
Pero entonces aún su tarea no acaba,
pues hay otro combate más secreto y más ruin;
dentro de él y en sus brazos otra lucha le espera;
la mujer será siempre más o menos Dalila.

la mujer será siempre más o menos Dalila.
La Femme, plus o moins, est toujours DALILA.

«Ríe y triunfa; en su artera frialdad cuando está
de mujeres rodeada en la espera se jacta
de que nunca aquel fuego hace presa en su cuerpo.
Y a su amiga más fiel algún día confiesa
que ha de hacerse amar mucho sin amar ella misma;
Tiene miedo a los amos. Lo que quiere es placer:
son tan toscos los hombres que aunque saben sentirlo 
darlo ya no lo saben. Sacrificio asombroso
que más que oro realza a los ojos de todas 
la belleza que da maravillas por fruto 
y que riega sus pasos con la sangre más noble.
—¡Oh, Señor! ¡Luego es cierto que lo que tanto quise
no ha existido jamás, y que el ser elegido
a quien va nuestro amor, de quien viene la vida,
por orgullo termina por ser nuestro enemigo!
La Mujer es ahora aún peor que en los tiempos
en que al ver a los hombres dijo Dios: «¡Me arrepiento!»

Retirándose a un reino espantoso tendrán
las mujeres Gomorra y los hombres Sodoma.
Y mirándose así, desde lejos, coléricos, 
morirán los dos sexos cada cual por su lado.

tendrán las mujeres Gomorra y los hombres Sodoma.
La femme aura Gomorrhe et l´Homme aura Sodome.

La destruction de Sodom et Gomorrah [1852], 
John Martin [1789-1854]

»¡Dios eterno, Dios fuerte! Tú que sabes que mi alma 
se nutría tan solo de un amor de mujer,
y que más fortaleza santa daba este amor
que el cabello divino fuerza daba a mi pecho,
juzga Tú, aquí la tienes ya dormida a mis pies.
Por tres veces vendió mi secreto y mi vida,
y a vertido tres veces ese llanto falaz
tras el cual adivino el furor de sus ojos;
con vergüenza aún mayor que su propia sorpresa, 
descubierta por mí y a la vez perdonada;
porque nada más fuerte que la bondad del Hombre,
que anonada absolviendo al ser débil que miente.

»Ahora el tedio me vence. Siento un peso en el alma
que mi cuerpo gigante y mi fuerte cabeza
que sostienen el peso de columnas de bronce
ya no pueden llevar por congoja insufrible.
Ver serpear junto a mí esa víbora de oro
que se arrastra en su fango y que cree estar oculta.
¡Compañera que tiene corazón traicionero, 
oh, Mujer, niña enferma doce veces impura!
Tener que estar siempre encerrando la cólera
en un pecho ofendido como en un santuario,
un lugar entre llamas que, si se abren las puertas,
puede todo arrasar; prohibir a los ojos
el que vean o lloren. ¿No es acaso excesivo?
Sopla, Dios, si lo quieres en mi propia ceniza.
Mi secreto ya es tuyo. Ella va a traicionarme.
Son hermosos los pies del que venga hasta aquí
a anunciarme la muerte. ¡Sea lo que ha de ser!»

Finalmente Sansón sacudió las columnas...
Et quand enfin Samson secouant les colonnes...

Samson pulling down the Temple of Dagon, god the Philistines,
 mid 19th century. 
Artist: Unknown


Así dijo y quedó a su lado dormido
hasta que, temblorosos, los guerreros ocultos, 
que pagaron a peso de oro cada cabello,
fueron a atar sus manos y quemaron sus ojos, 
le arrastraron cargando de una inmensa cadena
de la cual doce toros con esfuerzo tiraban,
le pusieron de pie, y en silencio quedó
ante aquel dios, Dagón, que gimió sordamente,
y dos veces girando, se hizo atrás en su base
y llenó de terror a sus adoradores,
encendieron incienso y hubo luego un festín
cuyos ecos se oyeron en lejanas montañas;
la ternera ofrendaron a su dios, y muy cerca
se sentaba Dalila, meretriz palidísima,
coronada, adorada, del banquete la reina,
más también temblorosa, y entre tanto alboroto repitiéndose:
«Ahora nunca más me verá».

¡Tierra y cielo! ¿Es que habéis retemblado de gozo
viendo a aquella mujer traicionera que sigue
con mirada extraviada las dos manchas de sangre
que buscan el sol con afán impotente?
Finalmente Sansón sacudió las columnas
que aguantaban el peso de unos arcos inmensos,
y de golpe aplastó entre ruinas mortales 
a tres mil enemigos con su dios y su altar.

¡Tierra y cielo! Tal es la justicia que venga
las traiciones urdidas en amores ficticios,
el secreto del alma que se vende arrancado
entre brazos y besos que son solo traición.

*

Este bello poema, al principio se llamó «Dalila». En sus últimos años de vida, Alfred de Vigny, le cambió el nombre con el que lo conocemos actualmente, «La colera de Sansón».

Un poema sobre el soporte de una historia bíblica. Una intertextualidad donde la frontera es extremadamente permeable. 
Son los métodos de Vigny, dice uno de los estudiosos de su obra*: Vigny lee textos y luego hace sus propias mise en vers
Se apropia, de alguna manera, de lo que otros dijeron, para decir lo suyo. 

Muchos dirán: «puntos de apoyo» y soportes externos a merced de su universo imaginario. 
Hay cambios de palabras y, por consiguiente, significados y enfoques propios. 
En este caso, la complejidad de la relación entre el hombre y la divinidad, conductas bajo su mirada, el honor y la justicia, la omnipotencia del espíritu y la lucha desigual contra el destino, la traición en el amor, son algunos de los tópicos.

Pero el cambio de título nos dice algo, el poeta no quiere enfatizar solo la traición de la mujer, sino también la causa justa del hombre.

Es muy interesante profundizar sobre la génesis de los textos literarios. Pero no es algo imprescindible, a mi parecer. Cada lector del poema elegirá leerlo y disfrutar sin más, de toda la ambivalencia de Sansón hacia Dalila o, lo que a cada uno le llegue, también podrán elegir ir al avant-texte y, corroborar en las palabras de Isaías los cambios a través del tiempo y licencias, que ha hecho el poeta*.

Personalmente, lo encuentro tierno por momentos «Siempre amor y caricias necesitan los hombres /al nacer les prodiga las caricias su madre». También lo encuentro sensual «siempre sueña que un pecho o un regazo le acogen, / que le mecen canciones por la noche, que un beso / le despierta en la aurora, que unos labios de fuego / hacen que ardan sus labios, que unos sueltos cabellos /
voluptuosos resbalan cual caricia en su frente». y me gusta el final, donde se diferencia de la Biblia. No solo muere Sansón, también Dalila.

Al volver a leerlo, va despertando nuevas sensaciones: Sansón al borde la la ira, su propia esencia divina —tan cerca de adorarse a sí mismo. El tema de la adoración acompañado del tema de la muerte. La demanda y la sospecha hacia la mujer. El fuego purificador pero también amenazante..., en fin, podríamos seguir, tantos sentimientos puede despertar, tantas reacciones experimentar. 
Sumado al placer estético.



La cita que encontramos al principio de Sodoma y Gomorra, cuarto libro de En busca del tiempo perdido [Marcel Proust] es un verso de este poema, no es casual la elección de Proust. 
Es resaltar algo, es ser parte del juego intertextual del poeta.

Por él llegué a este poema que comparto.
Hasta la próxima lectura,

Cecilia Olguin Gianelli

Notas

- «La colère de Samson», Alfred de Vigny:
https://www.bonjourpoesie.fr/lesgrandsclassiques/Poemes/alfred_de_vigny/la_colere_de_samson

- Biblia. Jueces 16, Jueces 17,2, Pedro 2, Isaías 14:
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Jueces%2016%2CJueces%2017%2C2%20Pedro%202%2CIsa%C3%ADas%2014&version=RVR1960

- La investigación sociocrítica sobre la génesis de los textos literarios. Manuel Benavides:
https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-investigacion-sociocritica-sobre-la-genesis-de-los-textos-literarios-940466/file:///Users/Cecilia/Downloads/Dialnet-

- Literatura, Religión y Política en Francia en el siglo XIX: Alfred de Vigny:
LiteraturaReligionYPoliticaEnLaFranciaDelSigloXIX-4858987%20(1).pdf